Capítulo 10.

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Desperté con el mismo dolor y pena como el día anterior

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Desperté con el mismo dolor y pena como el día anterior. Pero esta vez los entendía. Desafortunadamente para mí, eso no me hacía sentir mejor. Mi cabeza latía con fuerza, mi espalda y estómago gemían y pulsaban con sacudidas dolorosas. Mis piernas temblaron cuando intenté salir de la cama.

Miré mi reloj despertador. Seis cincuenta y cinco. Bastante temprano. Jungkook dijo que estaría aquí más temprano que ayer, así que todo lo que tenía que hacer era esperar. Fui al espejo de mi tocador y miré la misma piel pálida y enfermiza que había visto más allá de las estrellas de mi visión. Decidí que tenía que cambiar mi pijama para cuando Jungkook estuviera aquí. Pero no fui lo suficientemente rápido.

Escuché el timbre y mis piernas ya no estaban temblorosas. Me impulsé escaleras abajo tan rápido como pude. Abrí la puerta... sólo para encontrar a Minjae. Mi corazón se encogió dolorosamente al ver que no era Jungkook y me derrumbé contra el marco de la puerta y me deslicé hasta el piso mientras el dolor de mis huesos me envolvía.

Minjae se acercó, me atrajo y me abrazó muy fuerte. Luego susurró en mi oído—: Tae. Lo siento mucho. Vine tan pronto como pude.

—¿Dónde está Jungkook?

—¿Quién es Jungkook?

Lo empujé lejos y lo miré con incredulidad.

—No es gracioso, Minjae.

—Aquí. —Me alcanzó otra vez—. Tae, sé que estás con los retiros. Yo también. Ven aquí, me necesitas.

—¿Qué?

—Tae, son sólo los retiros. Toca mi mano y todo estará bien.

—Minjae, no soy tu pareja. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Dónde está Jungkook? Se veía herido y asombrado. Comenzó a murmurar para sí mismo.

—Mi padre nunca me habló de esto. Pensé que me necesitabas, de inmediato. Nunca pensé que lucharías conmigo y alucinarías.

—¡No estoy alucinando! —grité—. ¿Dónde está Jungkook?

—Tae —dijo más pronunciado—. ¿Quién es Jungkook? Comencé a desfallecer. ¿Me lo imaginé todo? Minjae se veía serio. Se veía perplejo. Se veía herido y sus ojos suplicaban que tomara su mano. No sabía que pasaba, pero tendí mi mano y dejé que la sujetara. Sus dedos estaban fríos y ásperos, no como los de Jungkook y su tacto, no me calmaba o aliviaba. De hecho, hacía que se me erice la piel.

—Tae. ¿Qué estás haciendo? De alguna manera me estás bloqueando. Deja que te ayude.

—No estoy haciendo nada. Minjae, por favor. ¿Dónde está Jungkook? Lo necesito, es él. Esto no es correcto —alegué y retiré mi mano.

Oí la histeria en mi voz y me alejé de su expresión traicionada. Minjae presionó su boca en mi oreja.

—Jungkook no puede salir a jugar ahora mismo. —La voz que habló ya no era la voz de Minjae. Era más profunda, más amenazante y definitivamente nada agradable—. Tampoco puede Minjae. Lo siento.

Significance  |KOOKV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora