Capítulo 12.

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Esto es muy bueno, Jieun

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Esto es muy bueno, Jieun. Gracias —dije y luego tomé otro gran bocado de puré de papas.

El comedor era grande. Las murallas eran de un suave amarillo con baldosas verdes en el piso y una gran mesa de roble que podía tener fácilmente diez asientos. Todos nos sentamos en uno de los extremos juntos.

—Bien, me alegro de que te guste. Es uno de los favoritos de Jungkook.

—No puedo creer cuan hambriento estoy —reflexioné.

—Es el vínculo —aconsejó Jongsuk mientras se limpiaba la boca con la servilleta de lino blanco y se reclinaba en su silla—. Te drena como te dije, pero no sólo estás cansado, también estás hambriento. Tampoco estaría de más beber un poco de jugo de naranja o tomar una vitamina cuando llegues a casa.

—¿Todo esto es porque un chico invadió mi sueño?

—Me temo que sí. Lo siento, Taehyung, pero por desgracia a veces, tenemos que lidiar con estas bromas desagradables con nuestra especie.

Asentí y me eché hacia atrás. Repleto. Todo lo que quería hacer ahora mismo era arrastrarme de vuelta a la cama con Jungkook pero, se hacía tarde y oscurecería pronto. Necesitaba volver a casa si íbamos para apaciguar a mi padre. Lo miré y vi que me observaba. Cuando vio que lo había atrapado, ese hoyuelo de su ya más definida sonrisa se propagó.

Se rió silenciosamente y sonreí. Pero no me sonrojé. ¡Progreso!

Apoyó los codos en la mesa.

—¿Listo para partir?

—Sí.

Agradecí a sus padres de nuevo por la cena y todo lo demás. Jongsuk dijo que aún estaría pensando en cómo enfrentar el vínculo y que por mí no me preocupara. Me abrazó firmemente y luego me pasó a Jieun que hizo lo mismo.

—Ten cuidado, cariño.

Asentí y caminamos a la moto lentamente. Cuando estaba a punto de ponerme mi casco, Jungkook me detuvo.

—Podemos tomar mi camión si lo prefieres en este momento.

—Um... si quieres.

—Quieres llevar la moto, ¿no? —dijo sonriendo.

—Sí —admití.

Se rió y me ayudó con el casco.

—Sólo sigues mejorando cada vez más.

Le negué con la cabeza mientras me ponía su chaqueta y luego me subía detrás de él.

—¿Quieres conducir? —preguntó de repente.

—Eh... tal vez pero, no esta noche. No quiero sumar una línea de tiempo de presión a mis nervios si voy a estar conduciendo.

—Está bien —dijo divertido—, la próxima vez.

Significance  |KOOKV|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora