«UN VESTIDO EMBELLECE EL EXTERIOR, CUANDO EL INTERIOR ESTÁ MALTRECHO».
Adam se quedó un tiempo más acordando los detalles del «plan», luego se fue. Para mí, llevar a cabo lo que me proponen es una tortura, pero por ahora no tengo otra opción. De todas formas, protestar no serviría de nada y me haría quedar como una niña caprichosa y cobarde, eso no quiero que piensen de mí, sobre todo el doc.
A regañadientes escuché lo que tengo que hacer y decir si me preguntan. Debo aprenderme las respuestas y me queda poco tiempo para eso. Porque según el gruñón y Adam, el domingo, día que celebran el mercado, es el momento más oportuno para salir y darme a conocer. Allí va a estar casi todo el pueblo en la plaza Mayor, es un día especial para las personas, porque venden y se abastecen para toda la semana.
Es allí donde se reúnen, conversan, comparten la comida y disfrutan. Adam me contó que también puede venir un familiar de las otras Colonias, pero deben pasar por los estrictos controles en la frontera que dividen una de otra. También estarán esos Oficiales del Parlamento merodeando por ahí, aunque me dijo que solo patrullan por obligación. Adam me contó que los domingos son algo así como una celebración. Por lo tanto, la apariencia también es importante.
Recuerdo que Sara me dio un bolso con ropa, creo que había dos vestidos allí, ¿será que suponía, que los necesitaría pronto?... Me mandó a decir por el doc., que vendrá mañana.
La verdad, extraño a esa mujer. Estar aquí encerrada, y sin saber nada de mi familia, me angustia mucho. Su presencia de alguna forma, me hace recordar, como decirlo, a mi otro mundo. Es cómo estar atrapada entre dos vidas, existo y estoy en este presente, que sin dudas es un extraña Tierra. Pero, ¿qué hay de mi otra vida?, del otro mundo donde voy al colegio, donde vivo con mis padres, mis hermanos, donde tengo una vida tranquila y sin problemas. Me siento dividida entre dos realidades.
Me pregunto que estarán haciendo para encontrarme. Se que cuando alguien se pierde, enseguida salen en las noticias. No puedo dejar de pensar en mi familia y seres queridos buscándome, a los vecinos, a los compañeros del colegio y mis amigos, ¡todos preocupados sin saber que me pasó! Imagino mi foto con mis datos por todos lados. De las sospechas y del peor final que pueden estar pensando. Mi secuestro, o mi muerte. Hasta deben barajar la posibilidad de que me haya escapado de casa por mi cuenta. Pero yo no tengo motivos para eso y mi familia lo sabe bien. ¡Quizás alguien me vio entrar en Forest Green y encuentre mi bici!, ¿estará todavía allí?, ya han pasado cuatro días. ¿Qué pensarán en el colegio?, ¿y mis amigos?, debo reconocer que aún tengo unos cuantos baches en la memoria, y uno de ellos es con respecto a las personas de mi entorno. Recuerdo a mi madre, a mis hermanos, al viejo vecino de la esquina, pero no logro recordar la cara de ninguna amiga, no recuerdo a ningun un rostro o un nombre en especial.
Tampoco me acuerdo mucho de papá, esto es lo que más remordimientos me da. Puedo recordar su nombre y apellido pero nada más. Intento ir atrás en mi memoria para buscar respuestas en recuerdos de la infancia, pero sólo consigo que me duela la cabeza y comiencen las ganas de vomitar. Adam me dio para que tomara algo, me alivió bastante, pero aun así la sensación persiste. Puede que con el correr de los días recupere por completo los recuerdos.
Ahora sólo me queda esperar, y desear que todo salga bien. Entonces me preparo algo de comer, y decido irme a dormir temprano. Cada comienzo del día es igual al anterior, me despierto sobresaltada por sueños raros y perturbadores, me quedo sentada en la cama unos minutos para que la sensación de miedo vaya desapareciendo. Cuando consigo que mis manos no tiemblen más, voy al baño, me aseo y me cambio. Abro un poco los postigos y entra una cálida luz, parece un lindo día, luego caliento agua para el té, no hay otra cosa, y ya están escaseando los víveres. Pero me da vergüenza pedirle algo más a Adam, sería un abuso de mi parte, bastante tiene con haberme ofrecido casa y comida.
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ENTRE DOS REALIDADES <1° libro de la trilogía>
Ciencia FicciónNina es una joven de 17 años, que pone todos sus esfuerzos en salir adelante luego que la tragedia toque a su familia. Ella pretende que sus días transcurran sin sobresaltos y en monótona calma, lejos de la vida cotidiana de cualquier joven de los a...