Capítulo 39

518 11 0
                                    

Habíamos dejado el hotel sin haber desayunado por lo que apenas va a ser mediodía y estamos muertos de hambre.

En mi casa no había nadie, al igual que todos los años, unas horas antes del gran evento se enloquecían por elegir un atuendo.

A excepción de Giulia, que aún duerme como una morsa en compañía de Ollie. Ni se inmutó al verme entrar a la habitación. Qué traidora.

Siendo sincera, a mi nunca me han interesado estas "fiestas" que realizan mis padres pero soy muy buena aparentando. Claro que no había llevado mi closet entero a Londres, aún me queda mucha ropa aquí, incluso algunas que nunca he estrenado.


- Debería ir a comprar algo -dice luego de que le pregunté qué se pondría esta noche- ¿Me acompañaras?

- Claro -asiento- Aunque no necesitas asesoramiento -le guiño un ojo y él sonríe.

En verdad se viste muy bien.

- Pero primero vamos a almorzar que muero de hambre -suplico y él agarra las llaves de su auto.

- Estaba esperando que lo digas.

Finalmente lo convencí de ir caminando, no porque sea mi ciudad natal pero Bellagio es realmente mágica y merecía ser contemplada. 

En algún momento de la caminata, nuestras manos rozaron y aproveché para tomar la suya. 

Harry solo se limitó a mirarme y esbozar una pequeña sonrisa. 

Me asustaba un poco hacerlo sentir incómodo o que le parezca que soy muy intensa.

Aunque sí lo soy. Soy escorpiana, no me sale querer de otro modo.

Y él me había confiado cómo se sentía al respecto, no es el mejor en cuestiones de afecto y lo entiendo. Me encargaré de hacerlo sentir lo suficientemente cómodo para que algún día tenga la confianza pura de ser conmigo quien quiera ser.


Tras andar un buen rato nos decidimos por sentarnos en un restaurante exclusivo de pastas. 

Pareciera que todo lo que hicimos desde que partimos de Londres, fue comer y comer. 

A este punto no habrá vestido que me quepa para usar esta noche. Volveremos rodando de Italia pero la comida de aquí vale totalmente los kilitos extra. 

Hemos ordenado un cacio e pepe, básicamente queso y pimienta. Con fideos, claro. El de este sitio es especial porque te lo preparan en la horma del queso pecorino. 

Nunca he sido tan feliz. Y a juzgar por la cara de Harry al probar bocado, creo que piensa lo mismo que yo. 


- Definitivamente ese es el indicado -doy mi opinión cuando el ruludo me deja pasar al probador.

- Me gusta -afirma y no para de verse en el espejo- Soy hermoso - qué narcisista.

Mentiras no dice, igualmente ruedo los ojos  y lo enfoco con mi celular. 

- ¿Qué haces? -su cara es de divertida confusión y así sale en la foto. Doy una sutil risotada.

Giro el celular para enseñarle la fotografía.

- Les voy a mostrar a Gemma y a tu madre que ¡hoy tenemos fiesta! -le cuento esto último con fingido entusiasmo.

- ¿En qué momento intercambiaron números? -su cara refleja aún más confusión que antes e incluso pánico - Al menos ponle un filtro -se queja.

Ahora sí que no puedo evitar reír estruendosamente y salgo del probador para que vuelva a cambiarse. Estoy buena y decido cumplir su petición, agrego un filtro blanco y negro a la foto. Aunque a mi parecer, también estaba linda sin editar.

DEVIL ~ harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora