Capítulo 27

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La noche con Harry había sido maravillosa, nada a lo que estoy acostumbrada pero su compañía supo hacerla especial.

Intento no pensar mucho respecto a lo que me pasa con el ruludo.

A mi cabeza le asusta lo rápido que sucede todo pero a mi corazón le encanta.

Y creo que no es bueno pretender racionalizar lo que sentimos. 

Puesto que todo es subjetivo y se transforma constantemente. 

Solo queda disfrutar.

Me da un poco de vergüenza bajar a la sala de estar.

Recuerdo la escena que monté ayer y no quiero ni ver la cara de Anne. Me debe odiar.

Bueno, al fin y al cabo soy italiana. La sangre de mi madre corre por mis venas, puedo ser tranquila pero admito que también puedo tener un temperamento jodido.

Luego de ponerme un gran sweater, porque el frío era terrible incluso dentro de la casa, bajo las escaleras decidida a poner mi mejor cara y pedir disculpas.

A mitad de la escalera, lo primero que ven mis ojos es a toda la familia, a excepción de Harry, reunidos alrededor del gran árbol navideño que Anne había decorado.

Claro, hoy se abren los regalos. Es navidad. 

Inmediatamente después de los buenos días, Anne me invita a que me sirva chocolate caliente y acepto encantada.

Me siento en el espacio libre que hay al lado de Gemma.

Sostengo la taza con mis dos manos y carraspeo, todos me miran expectantes.

- Eh... -levanto la mirada que hasta ese momento estaba fija en el chocolate- Quería pedir disculpas por lo de ayer -miro a la madre de los Styles- A todos -agrego- No fue mi intención hacerles pasar una pésima nochebuena -sonrío tímida sin mostrar los dientes. 

- Oh Gina -suspira Anne y su mirada es tan maternal que da ternura- No tienes de qué disculparte, cariño.

- Al contrario, nos has ahorrado el disgusto de ponerlo en su lugar -bromea Robin.

Michal ríe y Gemma asiente divertida, pasa su brazo por mis hombros dándome un corto abrazo.

Termino riéndome con ellos. Era inevitable.

- De igual manera me gustaría enmendarlo, ¿puedo encargarme del almuerzo?

- Por supuesto, pero que sepas que no tienes nada que enmendar.

Llamo a Harry, para saber qué hará con el tema del gatito y porque necesito que me lleve a hacer las compras para el almuerzo.

Resultó ser que salió temprano a ejercitarse pero ya estaba emprendiendo la vuelta a casa.

Mientras lo espero me saco algunas fotos en el espejo con el árbol de fondo.

Gemma me ve y se acerca a colocarme una diadema navideña. 

- Vaya, mi ex me puso unos parecidos -bromeo haciendo alusión a la vincha y ella se ríe a carcajadas.

Subo una de las tantas fotos a mi historia de Instagram.

Subo una de las tantas fotos a mi historia de Instagram

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Harry Styles reaccionó 😍 a tu historia.

Sonrío como boba y para agilizar las cosas, me tomo el atrevimiento de abrir su laptop y revisar su correo. Al igual que su celular, tampoco tiene clave. Así que podré filtrar qué refugios aceptaron nuestras solicitudes.

Después de que Harry se duche, iniciamos viaje hacia el refugio más cercano. No podíamos perder mucho tiempo porque yo era la encargada de hacer el almuerzo.

Además, ya estábamos todos ansiosos por abrir los regalos. Quién no, era la mejor parte de esta festividad. Y como faltaba el de Anne tuvimos que excusarnos con que haríamos las compras ahora para no volver a salir más tarde.

Y no tuvieron otra opción que aceptar nuestra propuesta.

- ¿Qué te apetece comer? -le pregunto sin dejar de ver por la ventana.

Las casas son bellísimas, la gran mayoría aún conserva arquitecturas de antaño.

- Piensa bien porque tú tendrás que ayudarme.

Como todo signo de aire, Harry es super indeciso. Incluso para algo tan simple como elegir qué tiene ganas de comer.

Decidimos bajar a un supermercado antes de ir al refugio, tal vez viendo los ingredientes nos inspiraríamos para cocinar algo.

- Lasagna -exclama finalmente el ruludo y casi tan emocionado como niño con juguete nuevo.

Luego de unos cuantos minutos llegamos al refugio.

El lugar era enorme y estaba muy bien cuidado. Era maravilloso.

La amable señora que nos atendió nos conduce al sector donde estaban los felinos.

Había gatos de todos los colores y tamaños. Esto va a ser una decisión difícil.

Si fuera por mi, me los llevaría a todos. Y a juzgar por la cara de Harry, deduzco que está pensando lo mismo.

Caminamos por el largo pasillo hasta que él se detiene frente a una de las tantas especies de "jaulas" que contienen a cada gatito. 

- Mira -susurra embobado mientras esboza una sonrisa. 

Me pongo a su lado y la observo con detenimiento. Se que es ella porque un cartel así lo indica: "Hembra. Aprox. 5 meses".

Es preciosa, de un hermoso color blanco y negro. 

Vamos camino a casa mientras planeamos como entrar a esta pequeña sin que nadie nos vea. 

- Tendremos que contarle a Gemma.

Harry asiente resignado y la llama por teléfono una vez que estamos afuera.

- Están locos -dice emocionada sin poder parar de sonreír- Mamá se va a morir con esta chiquita.

- Tú ayúdalo a preparar todo -suplico a la castaña.

Nuestra idea era entregarle la gatita dentro de una cajita, con su correspondiente certificado de adopción.

Agarro las bolsas con mercadería - Mientras tanto yo me pondré a hacer el almuerzo.

Los hermanos se pierden escaleras arriba así que me dirijo a la cocina para adueñarme de ella. 

Ahora sí que empieza a sentirse la navidad.



DEVIL ~ harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora