Capítulo 51

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- Buongiorno, amore -la voz de ronca del ruludo en mi oído me despierta llamándome igual que yo suelo decirle. Escucharlo hablar en italiano es tan tierno y sexy a la vez.

Me acomodo de costado para verlo mejor, su cara de recién despierto y sus rizos esparcidos en la almohada. Tranquilamente podría acostumbrarme a esta vista para siempre. 

- Buen día -sonrío y me estiro un poco para besar su mejilla.

No sé si estoy lista para los besos en la boca con aliento matutino. Eso sí sería dar un gran paso. 

- ¿Qué hora es? -pregunto al mismo tiempo que Ollie se trepa a la cama para recibir su dosis de mimos. 

- Mmm -estira su brazo hacia el costado para tantear toda la mesa de luz hasta dar con su celular- Faltan 20 minutos para las 11. 

Abro los ojos de par en par - Qué tarde se hizo, deberíamos empezar a alistarnos para el almuerzo con tu madre- él asiente. 

- Antes, hay otras cosas que me gustarían hacer contigo. 

Al sentir una de sus manos colarse por debajo de mi blusa, sé que no hay vuelta atrás. Ni quiero que haya. 



Una ducha y muchas llamadas perdidas más tarde, nos hallábamos llegando al restaurante.

Hemos tenido que bañarnos a las apuradas y vestirnos incluso más rápido. 

Harry aprovechó para dar de comer a Ollie mientras yo me aseaba, lo ideal hubiese sido ducharnos juntos para ahorrar tiempo pero la realidad es que Anne nos habría esperado hasta la hora de la merienda. 

- Nos va a odiar -susurro cuando la divisamos una vez que ingresamos al lugar. 

- Fue culpa de Gina -miente mientras se encoge de hombros al llegar donde su madre, provocando que le de un pequeño codazo. 

Anne ríe al separarse de su abrazo de saludo. 

- Mmm, llegar tarde no lo sé, pero esto seguro que sí fue culpa de ella -dice mientras señala el cuello de Harry con gran diversión. 

Mi cara debe estar igual o más roja que la cáscara de un tomate. 

- Lamento informar que no he sido yo -finjo estar apenada y el ojiverde gira a verme con indignación mientras que el rostro de Anne se pone serio de enfado. 

- Lo siento, Gina -se disculpa avergonzada- Harry, eso no es lo que estuv...

- Por Dios, mamá -la interrumpe- Claro que fue ella -exclama como si fuese lo más obvio del mundo y rueda los ojos.

Procede a sentarse en la silla frente a su madre y yo en la que está a su lado.

A petición de Anne, nos tomamos nuestro tiempo para pensar qué ordenar y pasamos el rato hablando de algunas cosas sin sentido y también de qué usaríamos para la boda de Gemma. 

De pronto nuestras voces cesan cuando la mujer que está sentada enfrente nuestro empieza a hacer señas a alguien para que se acerque. No podemos ver de quién se trata porque estamos de espaldas a la puerta de entrada y no sería muy apropiado girar la cabeza como la protagonista de el exorcista. 

Siento el cuerpo de Harry tensarse en el preciso instante en el que apreciamos a un hombre saludando a Anne como si fuesen amigos de toda la vida. 

- ¿Qué hace él aquí? -espeta el muchacho a mi lado. 

- Tan solo quiero que lo escuches -su madre le contesta con cierto nerviosismo- Le he contado sobre lo de las peleas -susurra. 

El ruludo aprieta tan fuerte su mandíbula que es imposible no notar que se ha molestado. 

Me estiro hacia él para que mi boca quede a la altura de su oído. 

- Dale una oportunidad, ya luego si te quieres ir, nos vamos, ¿sí? -digo bajito y él asiente luego de soltar todo el aire que estaba conteniendo. 

El hombre no me importaba en lo más mínimo pero en la cara de Anne se notaba la preocupación por su hijo y el asunto con el Gordon que lo tenía atormentado. Ese era un punto a su favor, pues también estuve pensando en soluciones sin éxito. 

- La fierecilla domada -bromea sobre Harry haciendo referencia a la obra de Shakespeare pero nadie se ríe- Soy Desmond Styles -se presenta estrechando su mano. 

- Gina Brooks -respondo correspondiendo su saludo. 

- Por fin has sentado cabeza -vuelve a insistir pero nuevamente reina el silencio. 


Harry ni siquiera lo mira pero no me sorprende, en repetidas ocasiones me ha contado cuánto odia a su padre. 

- Des... -presiona la madre y el tipo asiente. Era momento de que hable, llevamos un buen rato bebiendo vino en un silencio incomodísimo. 

- No quieres verme así que intentaré no robarte tanto tiempo -carraspea- Tu madre me ha contado el lío en el que te has metido -suspira- He estado analizando todas las posibilidades y la más viable es comprar el Gordon. 

- Hallie nunca te lo vendería -sonríe sarcástico. 

- Solo déjame intentarlo, la opción de perderlo todo ya la tienes. 

Ouch. Metió el dedo en la llaga, lo sé incluso cuando el boxeador pone su mejor cara de póker. 

- Intenta todo lo que quieras, nunca podrás redimirte como padre -devuelve el golpe y se levanta dispuesto a dejar el restaurante sin dar tiempo a una respuesta. 

- Perdóname por esto -Anne toma mi mano por encima de la mesa mientras que Desmond sigue bebiendo del vino que quedaba en su copa- No se habría quedado de no ser por ti -sonríe de lado. 

- Lo mejor será que vaya con él -hablo y ella me da la razón asintiendo- Deberías hablar con Louis, es quien maneja todos los asuntos de Harry. Le pasaré el contacto a Anne -digo dirigiéndome al señor.



- No me diste tiempo ni de probar bocado -vuelvo a reprender al inglés cuando llegamos a su departamento. 

Me tiro en el sofá y Ollie se apresura en llegar a mi lado para cobrar su segunda dosis de amor en el día. 

- Ya te dije que lo siento -bufa- Yo no te reclamé cuando decidiste huir de tu casa. 

Touché. 

- ¡Porque tú también querías huir!

Ríe y me arroja un almohadón a la cara. Estoy a punto de hacerle lo mismo cuando mi celular suena. 

Salvado por la campana. 

- Rose -saludo feliz pero mi semblante cambia al oírla llorar- ¿Qué ha pasado?

- Nada, me he deprimido con una película. ¿Vamos por un helado?.

Por supuesto que el ruludo estaba incluido en el plan, aprovecharía para devolverle las computadoras y su dinero cuando pasemos a buscar a mi amiga. 

- No es necesario Harry, es tu dinero -persisto al borde de perder la paciencia. 

- Si alguien debería pagar es Zayn -acota con bronca la ojiazul y yo volteo a verla abriendo bien grande mis ojos, intentando hacerle saber que la acaba de joder. 

- ¿Por qué Zayn? -me mira de reojo y luego posa su mirada en mi amiga a través del espejo retrovisor aguardando una respuesta- ¿Ha sido él?

Asiento. No se demoraría en recordar el dinero que quería prestado para pagar la deuda y así completar el rompecabezas. 

- Es un hijo de puta -sus nudillos se vuelven blancos en el agarre del volante- Lo voy a matar. 

Sé que no lo dice en serio, pero hubiese preferido no decirle en estas fechas para evitarle el sufrimiento de estrés. 

Y aunque Zayn se lo merecía, no podía permitir que se meta en nuevos problemas por mi culpa.

DEVIL ~ harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora