DEVIL ~ harry styles

Capítulo 59

La semana parece no terminar nunca y mi cuerpo ya no aguanta más. Necesito dormir un año.

Anoche no llegué a ver ni los primeros 15 minutos de la película, no sé cuánto habrá esperado Harry hasta decidir marcharse. 

Mi oficina es abrumadoramente silenciosa los sábados a la mañana. 

Debería estar disfrutando de la comodidad de mi cama, o de los brazos del ruludo, sin embargo estoy aquí.

Rose se fue a buscar café y todavía no regresa, tengo el presentimiento de que se ha quedado con Marcus. 

Estamos ambas trabajando un sábado porque le hemos pedido al señor White que nos de día libre el lunes a cambio de que trabajemos hoy. 

Al principio no quería aceptar nuestra oferta, no hacía falta según él. Tras varios minutos negociando, lo hicimos entrar en razón. Ha aceptado con la condición de que nos vayamos para el mediodía, además nos ha dado libre también el martes, como cortesía por la sesión de fotos. 

Nos viene perfecto porque la boda de Gemma es el lunes, por lo que mañana salimos para Holmes Chapel, y Rose tendría que ocuparse de la mudanza mientras que yo no estoy porque los arrendadores del departamento nos solicitaron adelantar la fecha. 

Giulia se ocupará de mis cosas a cambio de quedarse en mi habitación de la residencia mientras que busca un sitio mejor. 

- ¡Gina! -Rose entra eufórica a la oficina, a tal punto que la lapicera se me cae de las manos por el sobresalto- Revisa ya mismo tu correo electrónico, me acaban de llamar de IMG.

- ¿IMG models? -siento mi corazón latir cada vez más acelerado y ella asiente repetitivamente.

Mi correo se abre en la computadora y mis ojos escanean la bandeja de entrada con desespero. 

- Nada -exclamo bajo casi en un susurro. 

- Muévete -mi amiga rueda los ojos y se pone a controlar- Me han llamado por las dos así que tien... ¡Aquí está! -había llegado como correo basura. 

- Son direcciones y datos de una reserva de hotel en... ¿Nueva York? -abro los ojos sorprendida y miro a mi amiga que no parece igual de asombrada. 

- Solo son unos días -se encoge de hombros- Y nos han pagado todo -chilla emocionada. 

No se lo hemos contado a nadie, excepto a Anthony que fue quien nos lo hizo posible. 

Aún así organizamos una salida de chicas, que solo Rose y yo sabemos que es para festejar. 

Delilah nos canceló a último momento porque tenía que terminar unas entregas para la universidad pero, como compensación, nos ha prestado su auto y yo soy la conductora designada. 

Pasamos a buscar a Briana, que me estuvo escribiendo estos días y yo le prometí que saldríamos juntas. 

Su vientre apenas abultado causaba mucha ternura. 

El destino elegido es Piccadilly Circus, ninguna había estado aquí antes, salvo la rubia que nos ha guiado todo el camino. 

Nos perdemos entre todas las tiendas y no tardamos en despilfarrar nuestro dinero, hasta que paramos solo para almorzar. 

Bueno, Rose y yo que no hemos comido desde el desayuno, Giulia y Briana pidieron algo más acorde a la hora, un par de cafés acompañados de unos muffins. 

- Así que es toda la familia que tengo -la rubia acaricia su vientre haciendo referencia al bebé que viene en camino. 

Nos ha contado que nunca ha mantenido una buena relación con sus padres, en cuanto ha podido se marchó de California y no ha vuelto a saber de ellos, quienes tampoco tuvieron interés en contactarla. 

- Nosotras también podemos ser tu familia, y Louis -animo- Incluso si no son pareja, siempre estarán unidos y seguro sabes que puedes contar con él -sonrío y ella asiente conmovida. 

- ¿Y qué hay de ustedes? -nos echa un vistazo rápido a las tres que de pronto no sabíamos bien qué decir. 

Rose y yo contamos brevemente nuestra historia para dar espacio a que hable mi hermana. Tengo muchas ganas de escuchar qué fue lo que pasó, después de todo, fue una semana tan agitada que ni siquiera pudimos hacernos un tiempo para conversar. 

- Discutí con mis padres porque intentaban controlar mi vida todo el tiempo -bufa- Desde que ninguno de ustedes vive en casa me lo han hecho imposible -me mira haciendo alusión a mi hermano y yo- Les conté sobre un proyecto que tenía en mente y no tardaron en desalentarme, nada que no provenga de ellos es buena idea -rueda los ojos- Las cosas se hacen como ellos quieren, y tú lo sabes -vuelve a mirarme e inmediatamente recuerdo lo sucedido en el evento de fin de año- Me he cansado -se encoge de hombros sin más. 

Claro que la entendía, mis padres siempre han sido bastante autoritarios y estrictos. Sucede que piensan que pueden resolverlo todo con poder y dinero, especialmente mi padre. Por eso a veces era mejor evitarlos que confrontarlos. 

No he vuelto a hablar con ellos luego de aquella noche, unos cuantos mensajes aislados con mi madre y nada más. Mi padre sabe que ha hecho cosas que exceden mis principios y moral, pero no dará su brazo a torcer. Y yo tampoco. 

- Yo pienso que lo que hiciste está perfecto -Rose apoya a mi hermana y Briana asiente secundando a la ojiverde- Es tu vida y tú decides cómo vivirla o qué hacer con ella. A algunos padres les cuesta entenderlo -hace una mueca- Y uno termina alejándose en un último intento por preservar el vínculo. Es normal abandonar el nido para empezar a construir uno propio -finaliza y le dedica una tierna sonrisa. 

Una ducha era todo lo que necesitaba para terminar mi día. Pocas cosas me relajan tanto como sentir el agua caliente mojando mi cabello y espalda. 

Giulia quiso salir a un bar y Rose se ha prendido al plan sin titubear, yo he pasado. No tenía ganas de lookearme y mucho menos de salir, además toda mi ropa ya está guardada en cajas. 

Delilah llegó poco después de que ellas salieran, había estado en casa de unos compañeros finalizando unos trabajos. Sin embargo, así como llegó se volvió a ir, de modo que aproveche a hacer facetime con Stefano. 

Me pone al tanto de cómo se encuentran mis padres por lo de nuestra hermana menor y yo le aseguro que ella se encuentra bien. No le otorgo más detalles porque él siempre ha sido el lamesuelas de mi padre y no dudará en ponerse de su lado. 

El regreso mi amiga me obliga a concluir la videollamada y, por dentro, agradezco que así sea. Amo a Step pero se pone bastante pesado cuando mis padres le llenan la cabeza, en este caso lo habrán presionado hasta convertir a Giulia en su responsabilidad. 

Escucho intensos ruidos en la cocina de manera que me levanto a ver qué está haciendo Delilah. 

- ¡Sorpresa! -medio grita cuando me acerco al comedor. 

La luz era tenue, apenas permitía distinguir la mesa que estaba perfectamente adornada con un ramo de margaritas en el centro. 

Dos copas de vino blanco y unas cuantas piezas de sushi. 

- Mañana tu te vas y yo me mudo -hace puchero- Es nuestra última noche juntas aquí -acorto la distancia entre nosotras con un abrazo. 

No había caído en cuenta de eso hasta ahora y la nostalgia me invade de prepo. 

Puedo perderme en recuerdos tiernos de mí misma ingresando a esta habitación por primera vez. 

Esta habitación que fue testigo de la hermosa amistad que supimos construir.