Capítulo 49

367 11 2
                                    

Narra Harry:

- Adiós -me despido de mi terapeuta, por tercera vez en la semana, tras casi una hora de sesión.

Acordamos que lo ideal sería que venga esa cantidad de días en la semana, al menos hasta el viernes que viene que es el día de la pelea. Seguramente luego mis sesiones se reduzcan a un día por semana.

Ahora no podía correr el riesgo de que algo salga mal frente a miles de personas que me estarán viendo en vivo y también por televisión. 

Por otro lado, he estado asistiendo sin falta a todas mis clases aunque de pronto sentía que el tiempo había vuelto atrás a aquel año donde la gran mayoría se enteró de que el diablo peleaba ilegalmente y murmuraban a mis espaldas. Empecé a escuchar murmullos nuevamente, con la diferencia de que ya no son de miedo o asombro, son de lástima, lo cual es mucho peor. 

Todos se habían enterado de lo que había pasado y, aunque solo quiero desaparecer y empezar de cero en donde nadie me conozca, una de las cuestiones que estoy trabajando con mi psicóloga es enfrentar mis problemas en vez de huir de ellos. 

Por eso sé que debo llamar a Gina. Estuve evitándola toda la semana y, aunque me he sentido fatal haciéndolo, no me atreví ni siquiera a contestar sus mensajes. 

"Harry, te estás enamorando cada vez más y es normal tenerle miedo a lo desconocido, en este caso a un sentimiento que no has sentido nunca antes. Ella despierta cosas en ti que ni siquiera sabías que estaban dormidas. Por lo mismo escapas, es tu instinto primitivo". Recuerdo con exactitud las palabras de Joanne, mi psicóloga. 

Sacudo la cabeza intentando olvidar esto por un rato, aunque no puedo quitar a la italiana desde que la conocí.



Tengo que ir a casa de Louis para, una vez más, ver qué haríamos con el Gordon. No habrá terapia que funcione para calmar el odio que me genera toda esta situación.

- Gracias -acepto la taza de café que me ha ofrecido el ojiazul que se sienta frente a mi en su gran mesa del comedor.

- ¿Has hablado con Gina? -niego, me ha contado que incluso lo contactó a él queriendo saber si yo estaba bien y eso solo me hace sentir peor. 

- ¿Qué tienes para decirme? -quiero cambiar de tema pero de pronto Louis piensa que es mi consejero del amor. 

- Que eres un idiota -se sincera- Le has pintado todo de rosa y, en el momento en que algo se complica para ti, la dejas. Lo mínimo que puedes hacer por ella, luego de que ha estado aquí contigo consolándote y limpiándote las heridas, es darle explicaciones -con cada palabra que dice lo noto más molesto- Y has tenido el descaro de enojarte cuando le dije que se mantuviera alejada.

Iba a interrumpirlo pero solo sale verdad de su boca. Lo miro serio haciéndole saber que no me refería a Gina cuando le pedí que me dijera algo. 

- Oh -exclama apenado y carraspea- No tengo buenas noticias. 

Es chistoso ver cómo intenta ponerse serio fingiendo que no me dijo todo lo otro hace unos segundos. 

- Mediante Hallie, he conseguido que la comisión directiva nos dé otra oportunidad. Con condiciones -me mira- Tendrías que ganar sí o sí y no obtendrás ningún tipo de ganancia monetaria. El problema es que quieren que pelees el mismo día que pelearás para clasificar en las ligas.

Niego inmediatamente.

- ¿Entiendes que te expondrán ante el Consejo Mundial de Boxeo? Y yo caeré contigo, sabes que tienen comprada a la policía. 

- Diles que no -insisto- He pensado esto toda la semana, no voy a hacerlo. Si accedo estaría desaprovechando la última oportunidad que tengo de mejorar mi vida -bufo y lo miro- Louis, tuvimos nuestras broncas pero no te das una idea de cuánto agradezco que hayas estado a mi lado en esto. Es por eso que tengo que pedirte que confíes en mí, que me imagines triunfando en la vida que siempre quise y que te imagines a ti también en ella porque no te dejaré de lado.

DEVIL ~ harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora