Capítulo 10

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Había pasado uno de los eventos que Nadia sabía de antemano que pasarían pero que no esperaba presenciar. Primero, el encuentro entre Kovu y kiara, seguida de la confrontación de Simba y Zira junto con la desagradable propuesta que hizo de entregarle a su hijo para que Simba "se vengara" de Scar. La leona se quedó callada en media frase cuando la vio. Al principio no pareció afectada por su presencia hasta que intentó atacarla siendo protegida por Scar, para sorpresa de todos. Si antes quedó impresionada con verla; ver a Scar frente a ella, vivo, bien pudo haberse desmayado si eso era posible.

Pero la ira y la traición nublaron su mirada. Ahí estaba, el rey, justo frente a ella al lado de su enemigo en lugar de estar a su lado como debería ser. Zira se sintió traicionada por Scar, como si todo lo que ella había hecho por él no importara. Cuando le exigió saber cómo sobrevivió Scar no estaba para dar explicaciones:

–Eso no importa ahora, Zira. Termina con esto de una vez por todas, se acabó. Simba es el nuevo rey nos guste o no –dio un paso al frente–. Acaba con esto. Se ha terminado.

–Oh, no, Scar. Esto apenas está empezando –ríe con malicia mirando a Kiara escondida entre las patas de su padre, la pequeña se encogió aún más.

Zira se fue sintiendo su alma resquebrajada por la traición y el dolor que le causo saber que Scar seguía vivo, que no lucharía por lo que le pertenencia. Una vez que la leona junto con su cachorro se perdió de vista Nadia tuvo el impulso de ir tras ella y llevarse con ella a Kovu y sus hermanos. Pero Simba se la llevo junto a Kiara para hablar con ellas. Le pidió ayuda a Scar con la mirada, la cual detonaba nervios y poco entusiasmo por dicha charla, pero simplemente este dejó que su sobrino se la llevara para sermonear las.

–¿Quieren explicarme en qué estaban pensando? ¡Pudieron morir, las dos!

–Lo sé –murmuró Kiara en voz baja.

Simba voltea a mirar a Nadia esperando una respuesta por su parte. La pobre sintió que tenía a su padre en frente en lugar de un rey. Se sentía extraño, normalmente Scar es quien la regañaba o, simplemente, se divertía teniendo la razón; algo que ocurre muy a menudo para molestia de la joven.

–¿No tienes nada que decir, Nadia? –Simba presionó.

–No te gustará la respuesta –farfulla.

Su respuesta logró que Simba revoloteara los ojos mientras soltaba un suspiro, cansado. La miró por largos minutos hasta que finalmente decidió que hablaría con ella después, a solas. Nadia lo agradeció desde el alma debido a que, bueno, sintió que estaba entorpeciendo la escena y la canción que Simba le cantaría a Kiara sobre la unión y esas cosas.

Se fue rápidamente, no sin antes escuchar al rey decir:

–Adolescentes, nunca los entenderé.

Lo que debería pasar estaba pasando, las piezas se están moviendo, su intervención puede que el final feliz de esta historia pueda o no pueda ocurrir: Scar y Simba aún no han curado sus heridas ni se han perdonado ni a ellos mismos ni viceversa. Kovu y Kiara ya se han conocido, la semilla ya fue plantada. La cuenta regresiva empieza, los cachorros están creciendo.

Aún tiene tiempo para solucionar lo primero. Lo segundo, se solucionara solo, después de todo, como debe ser.

A pesar de la tregua entre tío y sobrino las cosas entre ellos parecen estar en un punto muerto, como en la guerra fría. Quizá deba convencer a Simba de que hable con su tío sobre el asunto de los chacales, para una negociación beneficiosa para ambas especies. Scar tiene experiencia al tratar con otras especies sin perjuicio en el medio, algo que ha Simba le ayudaría, mucho.

Una vez que localizó a Rafiki, este estaba preparando sus pinturas. Lo jaló de la oreja provocando que soltara un pequeño gemido de dolor y sorpresa. Rafiki acarició su oreja lastimada, observándola con el ceño fruncido, mientras mascullaba algo sobre la violencia injustificada, algo a lo que ella se burló.

Scar's of redemptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora