Capítulo 8

1K 111 27
                                    

Para cuando llegó Nadia los gruñidos por parte de Nala no se hicieron esperar, alzó ambas manos en señal de paz, varias leonas la miraron con sospecha y otras incluso se prepararon a saltar sobre ella. Vio a lo lejos a Kiara y Kopa detrás de unas rocas, observando los gruñidos de su madre asustados, Nadia les hizo señas a Timón y Pumba para que se los llevara a otra parte, cosa que hicieron al instante.

–Déjenla. Nadia, ¿qué haces aquí? –le preguntó Simba.

–¿No es obvio? ¡Vine a ayudar con el parto! –Nala la miró, confundida. Agregó: –. Ya tengo experiencia con partos, Nala, no te preocupes, mis manos son tan hábiles como las de Rafiki ¡Hasta él lo puede atestiguar!

Desde hace algún tiempo; cuando pasaba su tiempo trabajando en la veterinaria de su tío, ayudaba de vez en cuando en los partos de perros, gatos, entre otros; cuando el parto se complicaba ayudaba a los otros especialistas, ganando experiencia con ello. Claramente, esto le servirá en su carrera.

–Nadia ha estado aprendiendo conmigo desde hace algún tiempo, majestades –argumentó el mandril con un dejo de orgullo.

Ambos monarcas compartieron una breve mirada, no duro mucho, poco después Nala volvió a gruñir de dolor ante otra contracción. Nadia se movió rápidamente para atenderla. La reina no se había negado. Si la humana le proporcionaba ayuda la aceptaría con gusto.

"Este será un largo día", se dijo mientras se arrodillaba junto a la reina.

...

Nuka volvió a caer contra el suelo e intentó levantarse pero era en vano, estaba muy cansado. Zira chasquea la lengua, decepcionada de su hijo, el pequeño contuvo las ganas de llorar y solo bajó la cabeza ante la mirada iracunda de su madre.

–Pero, madre... –quiso defender Vitani.

–No puedo creer que Vitani, tu hermana menor, te haya derrotado tan fácilmente. ¡Eres débil! –grita, molesta e irritada –. ¡¿Crees que Simba es débil?! ¡Él te destrozara con un solo zarpazo si le das la oportunidad! –callo, de nada servía gritarle, nunca sería lo suficientemente fuerte. Por eso Scar lo desheredo en primer lugar –. Tú padre estaría decepcionado, Nuka. Y, francamente, yo también, a menos que empieces a entrenar como se debe y nunca vaciles a la hora de atacar.

Con eso, se alejó de su hijo para ir a entrenar a Kovu.

Vitani vaciló un momento en acercarse a su hermano, este seguía con la cabeza gacha, ella no quería hacer que su hermano se sintiera peor, pero tampoco quería decepcionar a su madre. Suspiró.

–No le hagas caso, ya verás que pronto mejorarás –Nuka levantó la mirada molesto y triste no por perder contra Vitani, sino por decepcionar a Zira, a quien ha decepcionado mucho.

Gruñó.

–Para ti es fácil decirlo, eres su niñita consentida –masculló desviando la mirada.

Vitani ríe maliciosamente.

–No estarás molestos porque te gane, ¿verdad?

A pesar de ser más alto y algo más fuerte que Vitani, ella lo pudo derrotar usando la fuerza de su hermano en su contra; ganando casi al instante, un movimiento inteligente y audaz digno de una luchadora como ella.

–La próxima vez no será tan fácil. Pero bien jugado –La sonrisa de Vitani se amplió ante el cumplido.

–Ya no eres tan tonto, ¿sabes? –Su hermano ya no era tan odioso con ellos últimamente.

–No puedo desquitarme con ustedes, por muy molesto que este –Nadia le había enseñado que sus hermanos no debían pagar el precio de su frustración, lo intenta, poco a poco se va avanzando –. Ahora vete, pequeña pulga o te despeinare.

Scar's of redemptionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora