Cap. 8 - Cachorro de lobo

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-Win-



Hice varios intentos por hablar con el pequeño Bright. Todos y cada uno de ellos fueron rechazados de la peor manera. Estaba evitándome y cuando lograba verlo simplemente me decía que no quería hablar conmigo, que me fuera.



Me encontraba sentado en la banca de un parque, en verdad ya no sabía qué hacer.



Nunca imaginé que Bright pudiera llegar a portarse de ese modo conmigo. No soy de las personas que ruegan, tengo la suficiente confianza en mí mismo para sentir que nadie, a excepción de mi familia, es indispensable en mi vida.



Sin embargo con Bright me pasaba algo distinto. Y eso fue desde que lo conocí. En un principio él hablaba conmigo y se dirigía hacia mí solo para lo necesario. En aquel entonces yo sentía cierta incomodidad, como una punzada en el corazón al darme cuenta que al parecer yo no le agradaba ya que no se abría en absoluto conmigo. Después de insistir, logré finalmente derribar aquella barrera que ponía entre nosotros y no solo eso, me había convertido en alguien muy valioso para él. Lo sabía por su manera de tratarme, siempre estando al pendiente y cuidando de mí. Ese trato había sido constante a través de los años. Sabía que esperar de él.



Y en cuanto a ese Bright, su manera de rechazarme en un inicio fue tan solo siendo muy reservado para conmigo, pero este pequeño Bright abiertamente me decía que no me quería cerca.



Esta vez no sentía una punzada en el corazón, sino un dolor muy profundo cuando me decía que me alejara.



Estaba bastante acostumbrado a ser alguien muy apreciado por él, en verdad me dolía mucho el que ahora ni siquiera quisiera tenerme cerca.



Un par de lágrimas rodaron por mis mejillas.



Pero no dejaría de intentarlo. Había sido enviado a este tiempo para ayudarlo pero más allá de eso, quería hacerlo por mi propio deseo.



Recordé que en alguna ocasión me platico que cuando tenía esa edad le gustaba llegar a un lugar donde vendían comida y preparaban su platillo favorito como en ningún otro lugar.



Así que decidí dejarle eso como obsequio junto con una nota esperando que diera resultado.



En la mañana muy temprano del día siguiente lo vi llegar al lugar donde lo había citado. Mi corazón se llenó de felicidad al saber que si había venido era porque había querido volver a verme.



-"Hey...te debo una disculpa"- Me dijo apartando la mirada, se veía avergonzado.



Yo sonreí y lo tome de la mano.



-"Esta bien, vamos o nos lo perderemos."- Lo guie hasta un punto en aquel puerto donde se podía apreciar el amanecer. Comenzó a salir el sol a través del mar, se veía realmente hermoso desde ese lugar.



Miré al pequeño Bright, pude ver que se encontraba absorbido por éste espectáculo.



- "Es increíble como el sol sale día con día y aún así no deja de maravillarnos cuando lo hace."- Le dije -"definitivamente es algo especial, su brillo le brinda alegría a cualquier persona. Si pienso en alguien cuyo brillo pudiera ser igual de especial, definitivamente serías tú."- En ese momento apartó sus ojos de aquel hermoso amanecer para voltear a verme con atención. -"Decías que te gustaría tener un nombre corto, creo que "Bright" te quedaría bastante bien, a mí me gustaría llamarte de ese modo."- Le dije.



Sonrió ampliamente.



-"Me gusta."- Dijo con sus enormes ojos llenos de ilusión.



Después me platicó con detalle sobre el problema en el que estaba involucrado. También me preguntó si quería seguir en su vida a pesar del riesgo. Fue muy considerado de su parte el permitirme elegir. Finalmente supe qué era lo que le preocupaba y por qué se había estado portando de ese modo.

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