Cap. 11 - Tuyo

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-Win-

Después de salir de la feria llevé al pequeño Bright de regreso a su casa. Intentó convencerme de quedarme nuevamente con él pero esta vez no logró persuadirme. Así que me encontraba cuidándolo desde el techo de uno de sus vecinos. Se podía ver perfectamente hacia su habitación.

Dudé por un momento si realmente estaba haciendo lo correcto después de que me hiso saber que yo le gustaba.

Haciendo un recuento sobre el día que pasamos juntos creo que me persuadió para cosas que yo considero inocentes pero que quizás para él signifiquen algo muy serio. Como aquella ida a esa feria, creo que pensándolo bien esa podría haber sido una especie de cita si lo veía desde la perspectiva que podría tener el pequeño Bright.

Aún me causaba gracia y me enternecía este tipo de cosas que hacía, pues era la versión pequeña de aquel Bright del futuro del que jamás imaginé pudiera llegar a portarse de este modo. Aquel Bright era siempre tan reservado y moderado en su actuar...pero sabía que debía poner un alto a todo esto antes de que se volviera una situación demasiado seria y quizás hasta dolorosa para el pequeño lobo.

Mi alegría se apagó de repente al pensar en ello ya que no era una situación nada fácil.

Así fueran los sentimientos de un niño, para él todo esto era muy real.

Aquellos espíritus del tiempo dijeron que al final ambos olvidaríamos todo pero por nada del mundo quería ser yo la razón de algo que le causara cualquier tipo de malestar en su presente.

¿Qué debía hacer? Sinceramente no me esperaba que pasara esto.

¿Entonces al Bright del futuro también le gustaba? ¿Por qué nunca me lo dijo? Mi corazón se llenó de nostalgia. Deseaba que aquel Bright fuera tan transparente y directo como lo era su versión pequeña. En fin, debía ser la edad lo que volvía más impulsivo a este pequeño Bright, esa debía ser la razón de que se arriesgara sin miedo a hacer lo que deseaba. Sonreí de nuevo.

Era una lástima que cuando regresara al futuro no podría recordar nada de esto.

Deseaba tanto volver a encontrarme con el Bright de mi tiempo y preguntarle directamente qué era lo que sentía por mí.

**************

Al día siguiente aquello que tanto temía se volvió realidad.

Había chicas que comenzaban a frecuentar la tienda de música solo para verme. Era mi trabajo ser amable con cualquier cliente, pero por alguna razón esto le molestó al pequeño lobo.

Salió corriendo de repente cuando había estado tranquilo sentado en una mesa tomándose un café y comiendo un postre que recién le había llevado.

Fui detrás de él.

- " ¡Bright! ¡Bright! ¡¿Qué ocurre?!" -

A media calle se detuvo y volteó para reclamarme.

- "¡¿Por qué me dijiste que esperáramos a que fuera mayor?! ¡¿Me mentiste verdad?! ¡En realidad no te gusto, te gustan las chicas!" -

Oh no, ese fue mi error. La verdad cuando le dije eso lo que pensé fue que dentro de poco yo volvería a mi tiempo y él se olvidaría de todo, que en el futuro que nos encontráramos de nuevo lo resolveríamos. Debí ser claro a pesar de no querer hacerlo sentir mal.

No era un secreto que el Bright del futuro era alguien muy celoso y posesivo. Pero aquel Bright solo lo manifestaba poniéndose más serio que de costumbre y con una mirada que intimidaba. Éste pequeño Bright aún no sabía controlarse, por eso abiertamente hacía este tipo de reclamos para liberar su frustración.

Sus ojos eran muy expresivos, me partía el alma cada que lo veía sentirse asustado, triste o enojado.

De inmediato llego a mí el temor de que nuevamente volviera a rechazarme, no podía soportar la idea de que así fuera.

Dio media vuelta y estaba por irse. De inmediato lo alcancé abrazándolo por detrás y sosteniéndolo de las muñecas para que no escapara.

- "Por favor...no te enojes conmigo..." - le dije rogando mientras mi voz se quebraba.

Por alguna razón yo mismo no tenía control en absoluto sobre mis emociones cuando se trataba de éste pequeño Bright.

¿Qué sentía yo exactamente con respecto a él? Sentía la necesidad de estar cerca de él, no solo eso, también de ser alguien especial para él.

Me tranquililizaba y me sentía seguro estando entre sus brazos, me llenaba de alegría verlo feliz y me partía el corazón cuando se encontraba triste.

Pero todo esto...¿era porque se trataba de la version pequeña de Bright? ¿Queria decir que en realidad me gustaba Bright?

El pequeño lobo dejó de oponer resistencia, lentamente lo solté y se giró hacia mí. Me hinqué frente a él y coloqué sus manos sobre mi rostro mientras unas lágrimas comenzaron a caer por mis ojos.

Yo era completamente suyo, era lo que quería hacerle entender.

Limpió mis lágrimas con sus manos mientras de sus ojos también comenzaron a caer algunas. Después me abrazó. Me puse de pie y lo levanté junto conmigo. Colocó sus piernas el rededor de mi cintura mientras sus brazos me envolvían.

***********

Por la noche, ya una vez tranquilos, nos encontrábamos sentados en el techo de la casa de Bright, el pequeño lobo estaba recargado sobre mi hombro.

-"¿Qué tan mayor tengo que ser para que puedas ser mi novio?"- Me dijo sin rodeos.

Yo me exalté un poco con su pregunta tan directa.

- "...no lo sé, sé paciente." - Le contesté.

Entonces se sentó en mi regazo, estaba frente a mí y recargando sus manos ligeramente sobre mi cuello.

-"Prométeme que no habrá nadie más, que hasta que no podamos estar juntos no habrá nadie más en tu vida."- Me exigió con una mirada decidida.

La verdad yo no quería que él se perdiera de nada por estarme esperando. Estaba deseando que esos espíritus del tiempo no se demoraran mucho en regresarme a mi tiempo. Se supone que ya había resuelto el problema, no tenía idea del por qué seguía aquí.

- "Está bien" - Le dije para que se quedara tranquilo.

Entonces me besó.

- "Listo, esto sellará nuestra promesa." - me dijo con una sonrisa de satisfacción.

Yo solo reí y después lo abracé recargando mi cabeza sobre su pecho.

Se me empezaba a hacer costumbre dejar que se saliera con la suya.

-Continúa-

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