Cap. 15 - Desconocido

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-Bright-

Después de unas horas me volvieron a llevar frente a ese sujeto.

-"Finalmente se dio cuenta del error que cometió. Viene para acá y lo verás pagar por intentar burlarse de mí."- Me dijo.

Momentos después Win entró al lugar. Su expresión era seria, fría, ni siquiera volteó a verme.

-"Volviste a aparecer, ¿Creíste que podrías simplemente salirte con la tuya así de fácil?"- Le dijo aquel tipo.

-"No sé de qué hablas y no me interesa. Estás haciéndome perder el tiempo al tener que venir nuevamente a recordarte algo que ya te había dejado claro."- Le contestó Win. Su tono de voz era distinto. Aquella voz dulce y suave había sido reemplazada por una voz fuerte, seca y demandante que intimidaba al escucharla.

Éste no era el Win alegre y despreocupado que había conocido hasta ahora. Tampoco era la persona cálida y amorosa que había sido tan paciente conmigo. Parecía por completo otra persona. Alguien frío y atemorizante. Apenas podía creer que el Win que estaba en estos momentos frente a mis ojos era el mismo que había llorado por mí.

¿Era esto a lo que se refería mi tío cuando dijo sobre conocer realmente a las personas?

-"Así que quieres seguir con tu juego, bien, llamémosle al joven Opas-imkajorn para preguntarle qué piensa de todo esto."- Tomó su teléfono y lo puso en altavoz mientras se marcaba un número.

Entonces empezó a sonar del bolsillo de Win también un teléfono. Lo sacó y contestó en altavoz.

-"¿Y bien?"- Dijo, se escuchaba del otro lado de la bocina del teléfono de ese sujeto.

Este tipo se congeló en ese instante, ya no pudo articular palabras.

-"Será la última vez que dejo que me hagas perder mi tiempo."- Sentenció Win. -"Desátalo." - Le ordenó.

Aún se podía ver el miedo en la cara de ese sujeto, dio la indicación para que me liberaran.

Win volteó a verme con su mirada fría y luego me hiso un gesto con la cabeza indicándome que me fuera. Salió enseguida de mí.

Me di cuenta de que en la puerta habían estado esperando unos escoltas que portaban armas. De inmediato comenzaron a caminar detrás de nosotros, ¿venían con Win? ¿Quién era realmente?

Me encontraba bastante preocupado y desconcertado. Lo miré de reojo mientras íbamos caminando. Daba miedo esta versión suya, se veía tan frío y distante. Ya no sabía quién era él realmente, ni tampoco qué pasaría después.

Entonces, Win, haciendo un movimiento rápido, primero tomándome de la mano y luego jalándome hacia él, hiso que de un momento a otro me encontrara entre sus brazos. Estaba frente a él mientras mis piernas envolvían nuevamente su cintura como en aquella ocasión...

-"Win..."- dije con voz débil, mirándolo con preocupación. Al verme, en un instante su mirada volvió a ser aquella llena de ternura con la que me había visto siempre, luego acarició mi cabeza indicándome que me recargara en su hombro. Me tranquilizó ver que había vuelto a ser él mismo.

Hice como me indicó, estaba tan agotado por todo lo sucedido que necesitaba descansar en los brazos de mi ángel.

Llegamos hasta una camioneta de lujo que nos estaba esperando para partir. Los escoltas subieron a otro par de camionetas que se encontraban junto a la nuestra.

No entendía nada de lo que estaba pasando y en este momento tampoco quería hacerlo, solo quería permanecer junto a Win. Me acurruqué en sus brazos durante todo el camino.

Finalmente llegamos a la casa. Estaban esperando afuera mi mamá y mi tío. Yo no quería despegarme de los brazos de Win, me llevó cargando hasta mi habitación mientras lo seguían ambos. Les pedí que me dejaran un momento a solas con él.

En cuanto se fueron acaricié su rostro.

-"Sí eres un ángel."- Le dije.

Sonrió al escucharme.

-"¿Un ángel?"- Me contestó.

-"Entiendo que tengas que irte, prometo que ya no te pediré nada, solo una cosa más."-

Me miró con atención.

-"Eh estado practicando cantar, escribí una canción que me gustaría que escucharas, será mi regalo de despedida."-

-"¿En serio? ¡Claro!"- Contestó entusiasmado.

-"Ven a escucharme mañana a la tienda de música por la noche, haré una pequeña presentación"-

-"Ahí estaré."-

Entonces lo abracé. No quería dejarlo ir, pero tenía que hacerlo. Me tendría que guardar todas estas emociones que me consumían por dentro como una llamarada. Sentí como mi cuerpo desprendió en un instante algo de ese calor que me inundó en pocos segundos debido a todos aquellos sentimientos que tenía por él.

Sé que aquel calor también lo alcanzó ya que enseguida que volteé a verlo me di cuenta de que se había sonrojado.

No creía posible que se pudiera ver más lindo hasta que lo vi así. Deseaba tanto volver a besarlo sin pensar en las consecuencias. Solo sentir sus labios me parecía la sensación más exquisita del mundo, estaba seguro que si me correspondía los besos me haría tocar el cielo, pero tenía que ser paciente. Debía dejarlo ir.

Sin embargo no lo dejaría ir para simplemente esperar la posibilidad de volver a verlo en el futuro. No, no desperdiciaría el tiempo, esta vez me prepararía y luego iría a buscarlo. Si el problema había sido que yo no era lo suficientemente maduro, me convertiría en la persona más sensata y prudente del mundo, y no solo eso, sino también alguien en quien pudiera confiar, alguien que le brindara paz y tranquilidad, su lugar seguro.

Y una vez que lo vuelva a encontrar, jamás lo dejaré ir de nuevo.

-Continúa-

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