Cap.19 - Lobo feroz

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-Win-

Desperté en la habitación del hotel. Había tenido un sueño muy extraño, Bright era un adolecente y yo le ayudaba con un problema grave en el que estaba involucrado. No solo eso, yo le gustaba.

No recordaba nada sobre cómo había regresado al hotel después de haber salido a dar un paseo la noche anterior, pero estaba seguro de que todo había sido un sueño.

Revisé la hora en el celular, enseguida pulsé el contacto de Bright en la aplicación de mensajería. No nos habíamos escrito desde que salí del aeropuerto rumbo a Praga.

Este era mi último día. Volé de regreso a Bangkok. Al llegar al hotel me estaba esperando un enorme y hermoso adorno de flores dándome la bienvenida. Eran por parte de Bright. Al ver su nombre en la tarjeta sonreí de inmediato. Era su costumbre tener este tipo de atenciones conmigo, pero no dejaba de darme gusto cada una de las veces que las recibía.

Le llamé para agradecerle y lo invité a almorzar.

Mi relación con él fue siempre de amistad. Todo el mundo quería que la relación que actuamos en la serie 2gether se volviera real. Pero nunca pasó.

Tengo que admitir que siempre me había parecido alguien muy atractivo pero la verdad nunca le di importancia pues creía estar seguro de mi sexualidad, además que pensaba que era natural encontrarlo atractivo pues realmente lo era. Cualquier persona, hombre o mujer y de la sexualidad que fuera podía apreciarlo, era obvio.

Sin embargo nunca pude descifrar que el gusto que me daba verlo, hablar y estar cerca de él, fuera algo más que simple amistad.

Un par de horas más tarde lo estaba esperando en la mesa del restaurante, estaba en una terraza enorme que daba una hermosa vista a la ciudad.

Lo vi llegar, venía vestido con una camisa casual y un pantalón y traje de vestir negros. Se veía tan bien, sentí mariposas en el estómago. Eso era nuevo.

Otra vez recordé aquel sueño donde él era tan solo un cachorrito. La versión del lobo que veía ahora era la de uno feroz y sumamente atractivo, la que había conocido siempre.

Cuando se acercó a la mesa me levanté para saludarlo. Un mesero estaba dejándonos unas bebidas y no sé por qué hice un movimiento torpe que tiró la bandeja que traía aquel mesero, al intentar evitar que todo se tirara yo mismo tropecé y casi caigo al suelo de no ser porque Bright me atrapó de inmediato antes de que sucediera.

-"¿Estás bien?"- Me preguntó con su voz tranquila mientras me sujetaba sin mayor esfuerzo. Aunque había caído completamente en sus brazos parecía que yo era muy liviano para ellos.

En cuanto a lo que me dijo, yo mismo me hice esa pregunta, ¿qué me estaba pasando? ¿Estaba nervioso? Era la primera vez que me sucedía...la temperatura de mi rostro subió en un instante y enseguida me sentí acalorado de todo el cuerpo.

Me ayudó a incorporarme lentamente, él seguía tan sereno como siempre.

Aquel almuerzo y aquella charla fluyeron como de costumbre, con la pequeña diferencia de que yo me encontraba especialmente entusiasmado al hablar con él.

La verdad estaba así porque aunque habían pasado solo unos días en los que no nos habíamos visto, sentía como si hubiera sido una eternidad.

Estoy seguro que él notaba mi inquietud, aún así me miraba con mucha atención y especial cariño mientras le platicaba todo lo que había hecho en Praga a la vez que le preguntaba emocionado sobre lo que él había estado haciendo en estos días.

Definitivamente algo me pasaba, no era solo el hecho de sentir que lo había extrañado tanto y la euforia al volver a verlo, además de todo esto sentía muchos deseos de abrazarlo. Pero no un abrazo como los que nos dábamos siempre para felicitarnos o darnos ánimos antes de una presentación, quería un abrazo lento, de aquellos en los que puedes estar en los brazos de la otra persona sin que te importe el transcurrir del tiempo.

Pasaron los días y estos sentimientos no se iban.

Tenía que decírselo. La verdad me sentía muy inseguro de hacerlo, no sabía si sería algo tonto hacerlo a estas alturas pues ya habían pasado más de tres años desde que nos habíamos conocido y que habíamos hecho esa serie juntos, y después de ahí habíamos pasado por un montón de cosas. La amistad y el cariño se habían hecho muy sólidos entre nosotros.

Nos conocíamos tan bien...

¿Correría el riesgo de perder todo aquello? Ya no importaba, a fin de cuentas ya no podía volver a ser el mismo.

Era apostarle a lo que iba a hacer, si no lo hacía de cualquier modo perdería y peor aún sería sin haberlo intentado.

Era apostarle a ganar.

Pensé en sus posibles reacciones.

Estaba casi seguro de que lo primero que pensaría sería que solo trataba de una más de mis tantas bromas.

Por un momento me arrepentí de siempre bromear tanto con todo, pero precisamente esa había sido una de las cosas que me habían ayudado a que él se fuera abriendo conmigo. El problema era que ahora sería difícil que tomara en serio esto que estaba por decirle.

Tenía que preparar bien todo.

-Continúa-

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