Capitulo 23

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El paisaje a mi alrededor parecía temblar visiblemente, me sentía débil con visiones borrosas mientras yacía sin fuerza en el suelo con la cosa de Agares palpitando levemente con estimulación, todavía firmemente unida a la pared interna de mis intestinos. Se me era difícil reunir la fuerza suficiente para incluso quitar la cola de pez plegada entre mis piernas, esto debido al placer remanente que hacía que tiritaran.

Sin embargo, con cada movimiento, la gigantesca cosa del tritón rozaba el interior de mis entrañas. La apremiante excitación era simplemente como un cuchillo penetrando profundamente mi corazón. Resistir ese deseo instintivo me atormentaba, como sacar dolorosamente una daga de mi cuerpo y haciendo que mi frente produjera sin cesar mucho sudor.

En algún momento tuve la vergonzosa ansia de continuar y terminar lo que yo mismo comencé, pero después de pensar de nuevo en la cámara de vigilancia sobre mi cabeza, la gran vergüenza que sentí me obligó a doblar desesperadamente las piernas y deslizarme por debajo del pesado cuerpo.

Su cosa salió repentinamente de mi cuerpo y, por reflejo, la miré. De la nada, un chorro de líquido blanco se roció en mi cara. Ese olor distintivo generalmente producido por los hombres atacó mi nariz mientras el líquido viscoso chorreaba lentamente por mi mejilla.

Quedé estupefacto por un segundo o dos, y me fui a limpiar mecánicamente la cosa de la cara antes de darme cuenta de lo que había sucedido.
Si alguien estuviera mirando al otro extremo de la cámara de vigilancia, con mi apariencia cubierta con la semilla líquida del tritón, no me vería diferente de un actor porno gay.

La sofocante vergüenza casi me hizo querer desmayarme. Utilicé frenéticamente lo que llevaba puesto para limpiarme el líquido de la cara antes de sacármelo y arrojarlo lejos de mí. Me puse de pie desnudo, y aparté la cola del tritón con una fuerte patada, dejándola en un ángulo torcido en la esquina. Sin embargo, esa gran cosa debajo de su torso estaba enérgicamente levantada, a pesar de que [Agares] se encontraba en estado de comatoso.

Con un enojo incontrolable, agarré un par de libros y los presioné encima del gran juguete de Agares y luego lo agarré del cabello bruscamente, queriendo golpearlo en la cara. La ira me hizo ignorar si el efecto de la anestesia fue realmente eficaz o no, solo sabía que quería golpear agresivamente a Agares solo para calmar mi estado mental maníaco.
Mi puño tembloroso estaba a solo un milímetro de su cara, los sobresalientes huesos blancos de mis nudillos mostraban lo fuerte que los estaba apretando. Sabía que podía romper su nariz de aspecto orgulloso ahora mismo y hacer que esta criatura celestial-que nació en vano con una cara muy admirada por todos los seres vivos-tuviera una nariz gratamente maltratada porque detesto a este bastardo doble cara.

Pero no pude. No es que sea compasivo, pero si golpeara a Agares, estaría maltratando a una rara especie de criatura, lo que estaba totalmente en contra de los principios básicos de toda investigación biológica. No solo eso, una vez que Sakarol descubriera su herida, mis acciones serían inexcusables.

No podía darle una paliza. ¡Ni siquiera después de toda la humillación y vergüenza que tuve que sufrir, no podía apalear violentamente a esta cosa!

Observé su larga y superior cola, y no pude evitar apretar mis puños y triturar implacablemente el talón de mi pie en ella. ¡Cómo deseaba que Agares se convirtiera en un humano en este mismo instante, pues entonces podría golpearlo sin ningún remordimiento, e incluso si terminara en la cárcel, no me importaría!

Me precipité al baño y me lavé exhaustivamente sin dejar ni un solo espacio sucio. Seguía sintiendo que ningún lugar en mi cuerpo estaba totalmente perfecto y limpio, todo parecía estar manchado con el semen del tritón; desde cada gota de sangre y hasta cada hueso estructurado. Me puse de cuclillas bajo la ducha con los brazos envueltos alrededor de mi desprotegido cuerpo. Enterré mi cabeza en mis brazos y comencé a llorar como un niño, el perfil de un decoroso y alto hombre ruso desapareciendo completamente.

Las Aventuras De Una Sirena Caliente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora