Capitulo 60

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—¡Ah! —grité sobresaltado cuando la escena frente a mí se distorsionó repentinamente, convirtiéndose en un remolino y desapareciendo por completo en la entrada en llamas. Mi cuerpo también se absorbió y mi entorno se transformó en oscuridad.
Mi cuerpo flotaba en el aire, volviéndose particularmente ligero cual pluma bamboleante. Poco a poco, la visión frente a mí se iluminó y pensé que iba a regresar a la realidad, pero cuando la brillante escena ante mí me cubrió los ojos, no pude evitar sorprenderme.

Como un fantasma, flotaba en el techo de una sala cuna. Vislumbré a un pequeño bebé de cabello negro que yacía tranquilamente en la cuna debajo de mí. Se veía enfermo, pálido y débil, su cuerpo estaba conectado a un soporte intravenoso. Parecía estar al borde de la muerte, pero su par de ojos gris plateado estaba muy abierto, mirando hacia arriba con curiosidad. Al principio, pensé que me estaba mirando a mí, así que estúpidamente lo saludé con la mano. Sin embargo, simplemente me ignoró y giró su cabecita hacia un lado. Fue entonces cuando me di cuenta de que miraba a un hombre que acababa de entrar por la puerta lateral.

Era un anciano de cabello canoso. Cuando lo miré, un sentimiento muy extraño y nostálgico se apoderó de mi corazón. Solo cuando se acercó al bebé y estiró la mano para acariciar suavemente su frente, lo reconocí al instante: ¡esta persona era mi abuelo!
Además, el tritón que tomó la espora de Agares frente a la "puerta" y que acababa de irse momentáneamente, ¿su perfil no se parecía al de mi abuelo cuando era más joven? En ese entonces, la escena que vi fue cuando le prometió a ese líder–que era Agares–que para regresar a la tierra tenía que pagar cierto precio. Como prueba de este "contrato", Agares le había permitido llevarse sus genes.

Aun así, ¿qué diablos estaba pasando? ¿Y cómo mi abuelo podía ser un tritón? ¿Podría ser que absorbió la espora de sirenio que tomó, y cuando regresó con éxito al mundo real, por alguna razón, sus genes se recombinaron de alguna manera, convirtiéndolo otra vez en humano?

Mientras pensaba con incredulidad en toda la logística y las conexiones detrás de todo, vi a mi abuelo sacar un pequeño tubo de ensayo de su bolsillo, el cual contenía un líquido que emitía un tenue color azul luminoso. En el momento en que se desenroscó ese tapón, el líquido fluyó inmediatamente en reversa desde la abertura de cristal, como una nubecita de humo flotante, antes de finalmente condensarse y formar un grupito de luz similar a una medusa: la "espora" de Agares.

Mi abuelo miró al bebé y desenvolvió suavemente las sábanas sedosas que lo rodeaban. En ese momento, todo mi cuerpo entró en un estado de shock, pues de repente me di cuenta de que el bebé era en realidad "yo". 

La razón por la que no me había dado cuenta de inmediato de que era yo mismo era porque sabía que no tenía ojos grises plateado. Sin embargo, cuando miré el cambio en el iris de mis ojos cuando la espora se adhirió a mi pecho, reaccioné enseguida. Los genes invasores, transportados por la espora de Agares, habían penetrado mi cuerpo y cambiado ciertas partes de mi cadena de ADN, tal como una especie de virus celular. Desde entonces, se me grabó su marca.

Entonces, cuando Agares dijo que "yo le pertenecía", fue porque mi abuelo, de esta manera, me había dedicado al igual que un cuento de hadas para niños, uno en el que el rey y su esposa le ofrecían una princesita desafortunada a una bruja. Aunque esta descripción era un poco ridícula, no la encontré para nada graciosa.
Solo sentí conmoción e ira. ¡Ni Agares ni mi abuelo tenían derecho a decidir mi destino, y sin importar qué tipo de trato o contrato que hayan hecho entre ellos, no podían simplemente hacer de mi vida una apuesta o una moneda de cambio! De repente, pensé en algo que era aún más incrédulo: ¿cómo grabó Agares estas escenas, de todos modos? ¿Agares me estuvo espiando con alguna especie de forma secreta desde el momento en que nací? ¿O mi abuelo registró todo esto y se lo entregó? No importa qué método, aun así, me resultaba difícil de aceptar.

Las Aventuras De Una Sirena Caliente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora