Mommy | Minayeon G!P - Bilogía

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Una semana antes.

POV Nayeon.

Racionalidad ¿Qué es eso?. Dejé de conocer ese concepto cuando me follaron la boca de una manera diferente a la que pensé que una persona lo haría conmigo.

Quiero decir, yo tomaría esa polla como una experta y sería yo quien guiase los movimientos hasta que sintiera ese líquido blanco bajar por mi garganta, pero… no, definitivamente no fue así y mi cara fue cubierta de semen… de su espeso semen…

El de Myoui Mina. Y lo más loco fue —además de esconderme debajo de una mesa para sorprenderla— encontrarlo muy rico. Fue lo más delicioso que probé.

Y su expresión… demonios. Me encantó su expresión. De cómo sus facciones se contrayeron, cómo sus músculos se tensaron y de cómo gruñó cuando soltó su descarga en mi cara.

El pensamiento me tiene caliente, y por ello mis manos están temblando cuando es la segunda vez que estoy tocando la puerta de su departamento.

—Señorita Nayeon, su p…

—Junh… dijiste que me ayudarías.

Lo miré sobre mi hombro, y su expresión no cambió. Aún sonreía como si nada.

—Lo que usted desee, pero lo que quiero decir… su padre me está llamando e insiste en saber dónde está.

Torcí el gesto llena de disgusto. Quisiera poder ser independiente para ignorarlo e irme de casa.

Ciertamente podría hacerlo, pero me encontraria en un segundo porque no se ocultarme.

Además de no tener a alguien que me esconda. No tengo a más nadie que mi familia aquí en Busan, y a Lisa no se lo he propuesto.

—Inventa una excusa. —espeté.

No creí que me fuese a llevar bien con Junh, pero hay algo en él que llama mi atención. Se parece tanto a mi padre.

—¿Le parece que está en una reunión con la señora Myoui? —preguntó dudoso con una pequeña mueca.

Bueno, no está mintiendo. Voy a reunirme con la gran Myoui.

—Supongo.

—¿La espero aquí afuera?

—No —fruncí el ceño por esa sugerencia.

Si bien me caía bien, no le iba a permitir escuchar como voy a gemir.

Mis mejillas enrojecen cuando he aceptado que solo vengo a follar. Cada día me estoy cuestionando quien soy, o en que me estoy convirtiendo desde que conocí a esa mujer.

—Esta bien, Yeonnie —apretó mi nariz levemente para después irse con una sonrisa genuina en su rostro.

Me sentí… extraña. No quiero decir en el sentido de romance, porque ese chico no me causaba nada relacionado a eso, era algo más… otro sentido diferente.

—¿Tocas para mostrarme cosas patéticas? —doy un brinco por esa voz fría y retrocedo un paso cuando esa mirada es más intensa de lo normal.

Mi corazón se agita como un maniático, y debo apretar mis puños para poder mantener su mirada.

—¿Puedo…?

Me repara de pies a cabeza, y dios, como muerde su labio inferior después de asentir y hacerse a un lado para darme paso, es algo estremecedor.

—No creí que estuvieses tan necesitada, bebé. —chupo el dedo que pasa por mis labios y su mirada expresa perversión.

Yo tampoco lo creí. Fue mi cuerpo que reaccionó por sí solo, arrodillándose cuando cerró la puerta.