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POV Nayeon

Descanso.

Si bien era una palabra que practicaba mayormente hace un mes atrás, no lo hacía desde que esa mujer entró en mi vida.

Y fue mucho peor cuando me hizo sentir como una mierda. No dormía mucho, y tampoco es que descansaba lo suficientemente, aún cuando estaba al límite.

Y en estos momentos, se sintió tan bien el dormir unas cuantas horas.
Y tengo aproximadamente 10 minutos con los párpados cerrados por temor a que haya sido un sueño todo y que ahora solo estoy en la habitación del campus, teniendo esos sueños con Mina.
Una Mina más… atenta.

‘No quiero’, pensé. No quería que la realidad me hiciera más de lo que estaba.

—Mierda… —susurré, reteniendo las lágrimas.

No quería, pero debía. No podía dormir solo porque quería soñar con una Myoui Mina agradable.

Mis párpados cedieron dándome una vista extraña. Estaba mirando en la dirección de la puerta, cuando yo estaba mirando otra cosa.

Y lo más extraño, es que sentía en corazón latir debajo de mi oído, mi cabeza subiendo y bajando lentamente, y una de mis manos unida a otra que no era mía sobre un vientre cubierto de vendajes.

‘Oh. Vaya’, o seguía en el sueño, o lo que ocurrió si fue en realidad y no un deseo de mi conciencia.

—Oh…

Mi boca se abrió cuando bajé la mirada y algo levantaba la tela del pantalón de vestir que la persona debajo de mí tenía. Y también empecé a salivar demás, junto con mi vagina que palpitó de solo pensar lo duro y cálido que era tenerlo dentro.

—¡Buenos di… as! —dijeron con evidente emoción, pero la sílaba final fue un murmuro.

Y realmente no sabia si quería amar a la enfermera por su aparición que me podía ayudar en la situación donde estaba, o matarla por hacerlo, ya que Myoui se sobresaltó al momento… dándome a entender que estaba despierta.

—Maldito seguro de mierda. —dijo con molestia.

—L-lo siento…

—¿No me digas? —ironizó aparentemente hastiada. Mientras que yo no sabía que hacer.

¿Debía levantarme para que no se enojara más, o esperar a que ella me lo ordenará?

Lo lógico sería levantarme ¿No? Eso era lo que iba hacer.

—No pedí que te levantarás —habló con esa voz ronca por estar recién despierta, y también demostrando la molestia que tenía.

Por lo tanto, tuve que quedarme inmóvil en la misma posición que me encontraba, mirando a la enfermera con las mejillas rojas.

—S-solo les traía de…

—Esa porquería no es desayuno, ahora regrésate por donde viniste.
‘¿Así me va a tratar a mi?’, pensé.
El miedo me recorre y mis manos empiezan a sudar por estar apretándolas.

Mommy | Minayeon G!P - Bilogía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora