Su frente estaba sudorosa, perlada de ese líquido que surgió de tanto descargar su estrés con tres chicas que estaban a sus pies.Su miembro palpitaba cuando veía como la humedad recorría sus muslos y como tenían rojas sus nalgas por los azotes que les dió con la fusta.
—Oh, cielo. Me había olvidado de ti... —rodeo a la chica de rodillas junto a su costado. El hishi era una de las ataduras que le gustaba porque apreciaba como los pechos sobresalian y el coño se abría por esa soga roja que separaba los labios vaginales.— ¿Necesitas algo, bebé? Pareces agitada, nena.
Se estaba burlando, obviamente. Y como lo disfrutaba.
La chica, por otro lado estaba muy contenta, feliz ¿complacida? Si, ciertamente estaba complacida que su ama la haya atado de esa manera, pero si, necesitaba algo.
Su Mommy la estaba haciendo a un lado para disfrutar de las otras tres y ella también quería que la azotara, quería sentir su piel ardiendo por ello.—Me haces a un lado...
La mencionada sonrió de lado, volteando su cuerpo completamente hacia la rubia que bajó la mirada a la entrepierna de Myoui y tragó saliva cuando se veía tan grande aún cuando estaba cubierto por los joggers.
—¿Ésto o... —señaló la fusta y luego tomo la vela encendida—, ésto? ¿Cuál eliges?
La chica miró a ambos, a Myoui y cuando volvió a repetir el proceso su mirada cayó solo en lo que tenía entre sus piernas.
Esa risa burlona surgió. Siempre era lo mismo con la rubia, porque siempre le encantaba la intensidad. Sabía perfectamente que a Myoui no le gustaban las respuestas silenciosas, y por eso lo hacía, porque eso la hacía enojar y vendría un castigo muy intenso.
Las otras tres lejos de estar aliviadas por dejar de recibir azotes, se sintieron frustradas. Y gatearon hacia su ama, como si fuesen caninos. Una se frotó por el costado derecho, la otra por el izquierdo y la última no tuvo más opción que meterse entre las piernas.
—Gatito desesperado —masculló y las chicas en sus piernas ronronearon, frotandose aún más. Soltando sonidos gatunos cuando su ama acariciaba sus cabezas— Debo disciplinar a esta gatita.
Asintieron levemente. Ciertamente se sentían frustradas, pero esa frustración de disipó en un parpadeo ante la melodiosa voz de su mommy.
—Ya sabes cómo ponerte, preciosa.
La rubia se acostó aún cuando era complicado por sus manos atadas en la espalda y abrió sus piernas.
—Huele a humedad, mommy —ronroneó una de las que estaban a su costado, quién bajo a oler la entrepierna de la rubia.
Myoui río y empezó a verter la vela derretida sobre el vientre de la rubia, quien gimió por lo caliente que se sentía.
Estaba temblando en cada vertida. Myoui subió lentamente por el valle de sus pechos y se detuvo cuando vió lágrimas en las esquinas de los ojos de la chica, eso le recordó a cierta persona.
Había hecho llorar a alguien, muy diferente a placer. Myoui solo hace llorar a sus sumisos de placer, no por dolor y no es que no sintiesen eso —porque si, les causa dolor hasta cierto límite—, pero lo disfrutan porque les gusta.
Y esa vez, Im Nayeon estaba llorando de dolor uno diferente al placer. Por eso su reacción desesperada y preocupada. No sabía que hacer en cosas así, porque simplemente cuando eso sucedía las follaba y ya esta, solo quedaban con ganas de más.
Reanudó lo que hacía ahora en esas piernas torneadas y lindas. Los gemidos adoloridos de la chica la hacían sonreír y poner más dura de lo que estaba. Y una de sus gatitas lo notó.
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Mommy | Minayeon G!P - Bilogía
FanficSu vida es perfecta. Tiene todo gracias a sus padres que le dan lo que ella pida. Nadie es mas importante que ella y su familia. ¿Quien podía serlo? Sin embargo, ¿que pasaría si encuentra a alguien que le cause muchas cosas con solo un toque y se c...