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Omnisciente

Sinceramente, le valía una hectárea de mierda de lo que sea que hablaba Joung sobre su asociación. Solo pasaba por su cabeza ese rosado y húmedo coño que sintió bajo su tacto en aquella habitación de la clínica.

Y su miembro duro estaba de acuerdo en que era... simplemente maravilloso. Lo acarició por inercia y palpitaba por atención.

Su vista estaba hacia el balcón que poseía la oficina de Im Joung en el segundo piso. Era agradable, tenía un estilo griego y que se amoldaba a la personalidad de Myoui Mina.

Se levantó con la copa en mano y camino al balcón. El sol golpeaba su cara y la exasperó, pero lo que vió abajo le hizo desaparecer toda queja.

Usagi tabetai —murmuró fijándose en la persona que sonreía con Momo en la piscina.

Su castigo lo tendría pronto, pero eso era lo de menos. En ese momento que su mano volvió a tener fricción con el miembro duro que se aprisionaba en sus pantalones.

—Mina... por Dios, ¿Podrías ponerme atención? ¡Siento que estoy hablando solo! —vociferó desde la parte interna a la persona que bebía su vino como si fuese aquellos fluidos que saboreo en su dedo.

Y como quería volver a probar ese néctar. Quién la haya tomado por primera vez era un suertudo y mucho más si la siguió follando. Estaría lista siempre por lo rápido que se moja, e incluso lo rápido que se viene.

Claramente, Myoui Mina no había notado que no era así. Y causaba cierta molestía por no poder evitarlo y ser ella quien haya probado con su falo ese coño contraerse alrededor del mismo.

'Una lastima'.

—Dos de ellos son estafadores. MinJoon y Juwon, llevan tiempo lavando dinero en sus negocios. —masculló apretando el vaso que tenía en su mano.

Sus deseos por lamer cada gota que recorría ese cuerpo crecían. Parecía que se divertían ellas dos es incluso parecían susurrarle cosas que les causaba más diversión por como carcajeaban.

Su cercanía era cuestionable, o como la pelinegro apretaba esos glúteos cuando Nayeon se acercaba a susurrarle algo. Apretó el vaso que tenía en mano llena de envidia y molestía.

—Eliminalos. Tener a la policía coreana encima no es algo agradable —masculló apretando su mandíbula

—Tienes razón —concordó su amigo, saliendo a hacerle compañía a Mina, quien no apartaba la mirada de la castaña y cuando sintió los pasos de Joung hacia ella, tuvo que fijarse en la pelinegro.— ¿Que te parece el estilo? Minnie me lo recomendó y... no está mal

Ciertamente no estaba mal. Pudo recorrerla en la madrugada cuando salió a correr y se topó con su coneja. Jamás había visto la nueva casa de los Im, y jamás pensó tampoco que sería una idea de la amante.

—Que cínico, Joung. Creí que fue idea de tu esposa —giró la vista hacia él. Estaba mirando a las mujeres que se divertían en la piscina. Pero parecía que solo se fijaba en una.

—Las ideas de mi esposa eran el estilo victoriano.

Mina tenía curiosidad de saber aquien estaba mirando, hasta que lo notó. Su mirada se había oscurecido de pronto y cuando volvió a poner la vista abajo... solo estaba su hija acostada en la tumbona.

Evitó fruncir el ceño. Quizás solo era casualidad y eso lo causó la otra.

—¿Te quieres coger a la amiga? —cuestionó para salir de su intriga y ante su silencio, creyó que era la respuesta. Más no se espero que soltara a reír.

Mommy | Minayeon G!P - Bilogía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora