Enemy {Timbictor}

8~ Love

Desperté lentamente, estaba recostado en el pecho de Timba... Se siente extraño, no porque duerma con él, últimamente me tiene la suficiente confianza para descansar conmigo, lo que se sentía extrañamente bien era la paz que me daba su compañía...

Hace no mucho intento matarme y me veía como un ser inferior y ahora me abraza y entrena con una actitud bastante alegre como el joven que es en la vida.

Me da mucha tranquilidad su presencia a comparación de antes que me intimidaba de tal manera que aunque estuviéramos en el mismo bando juraba me mataría.

Estaba perdido en mis pensamientos, cuando de pronto sentí unas caricias en mi cabeza, acariciando suavemente mi cabello, era obvio que era Timba, pero se sentía bastante bien... Me acomode a manera de ver su rostro, encontrándome con una agradable sonrisa y una mirada algo cansada, pero brillante y llena de vida... Mierda, este niño me esta haciendo dudar de lo que debería hacer.

-Buenos días Vic... ¿Cómo dormiste? -; Me preguntó con un tono tan relajante.

-Muy bien la verdad...

-Es porque hoy si tuviste almohada -; Me dijo con tono de broma, pero su rostro seguía reflejando tanta tranquilidad.

-Tiene sentido, dormiré contigo más seguido -; Dije correspondiendo su broma, pero me distraje con un sonrojo ligero que se reflejo en su rostro. -¿Y tu como dormiste?.

-Bien, un poco de dolor de espalda por esta caja, extraño dormir en camas.

-Esto podría solucionarse si fuéramos al reino y derrocamos al rey.

-No me interesa ni matar a mi posible hermano ni al rey Mike...

-¿Y qué te interesa?.

-Solo quiero vivir en paz.

-¿Y para ti qué es paz?.

Guardo silencio un largo rato, parecía pensar bien la respuesta a mi pregunta. -Algo muy parecido a esto, pero sin una guerra al rededor.

-... Así que tienes paz conmigo.

-Si, tu no intentas matarme como todos los demás de aquí, te sorprendería lo celosos qué son mis supuestos compañeros porque soy de los mejores atacantes.

-Yo nunca intentaría eso Timba... Estás a salvo conmigo, yo te cuido.

Su rostro se torno rojo y apartó la mirada nervioso. -S-si bien, vamos a batalla, tenemos muchos qué matar hoy.

Me empujó un poco fuerte y se levantó rápidamente para buscar su pechera y su espada.

-Estás muy raro desde hace días Timba, ¿todo bien?.

-Claro que estoy bien, ¿por qué no lo estaría?.

-Estás muy nervioso conmigo.

-Por supuesto que no.

Gracias a eso me levanté y lo acorrale contra aquellas cajas, él de inmediato me miró a los ojos, su rostro no podía estar más rojo.

-¿Qué pasa?, ¿Nervioso?~.

-N-no, yo- y-yo-.

-Admitelo, estás extraño, ¿qué me estás ocultando?.

-N-nad-a.

-Mientes.

No entendía que tenia, hasta que finalmente volteo la mirada y se mordió el labio inferior nervioso, finalmente entendí que le pasaba a este niño.