Enemy {Timbictor}

11~ Traitor

Otro mes menos a mi espera que ya no es demasiado a esperar, nos quedan 6 meses para su cumpleaños y yo hoy estoy cumpliendo 25 años, eso es solo me da un pequeño cargo de conciencia de que me estoy ligando a un niño de 17... Bueno, no hay mucho que hacer.

Timba volvió a la normalidad, al menos su normalidad conmigo y me encanta, termina de matar personas y llega conmigo para pasar un rato juntos.

Hay que admitirlo, somos los dos soldados más irresponsables en términos de la misión, siempre estamos tomando descansos y escapadas cuando deberíamos estar rompiendo huesos y cortando cabezas hasta estar al borde de la muerte.

Le saque bastante información a Timba, información que ya no me interesa entregar... Lo hago por mi reino, pero eso implica que debo traicionar a Timba y me costó mucho recuperar esta confianza.

Según él ya termine el entrenamiento, pero sé que lo dice para no enseñarme sus mejores movimientos, pero igual no me quejó, he aprendido mucho gracias a sus practicas.

-¡Suéltame! -; Gritó con molestia, estaba intentando soltarse de mi agarré ya que lo tenía contra un árbol.

Realmente empezamos compitiendo a ver quién tenía más fuerza con simples empujones y ahora no puede soltarse de mi.

-Lo siento jaja, eres algo débil Timba.

-Sigo siendo mejor que tu.

-Algo así, eres fuerte, pero tu ventaja es que eres muy hábil.

-¿Debo ofenderme o sentirme alagado por tu comentario?.

-Mejor siéntete enamorado~ -; Comenté y le di un beso suave y rápido en los labios.

-O-oye de eso no iba la conversación -; Me respondí con un sonrojo qué cada vez se expandía más por todo su rostro.

Finalmente lo solté y él volvió a colocarse bien en pie, pensé que volveríamos al campamento, pero sentí como posó sus manos en mi pecho y pegó su frente con la mía.

-¿Qué haces?.

-... ¿Ya te han dicho que tus ojos son como esmeraldas?.

Mierda... Sentí mi rostro tornarse tan rojo como lo era posible, su mirada tan brillante y aquella sonrisa que mezclaba su ligera inocencia con su hermoso rostro coqueto.

-Y-yo eh... N-no, na-die me lo hab-ia di-dicho...

-Pues ahora lo sabes~, tus ojos son bellísimos y únicos.

-¿Únicos?, n-no soy el único con ojos verdes en el mundo, Timba.

-Pero solo los tuyos tienen el poder de hipnotizarme de tal manera~.

-Deja de coquetearme... Me haces perder la paciencia.

-6 meses y seré todo tuyo -; Habló rozando sus labios conmigo y abrazándome por el cuello.

-T-tran-qui-lo.

-¿Qué?, ¿te pongo nervioso, guapo?~ -; Me molesto y sentí como me mordió ligeramente el labio inferior.

No pude resistirme ante sus jugueteos y acepte aquel beso qué me dio, sentía como su lengua invadía mi boca y la mía intentaba detenerlo, solo logrando jugar con está.

Me costó un poco, pero logré tomar el control de aquel jugueteo e invadí su boca con mi lengua, volviendo a acorralarlo contra el árbol.

Sentía como dejo de esforzarse y se dejó manipular por mis movimientos y mis toques. Exploré toda su boca, escuchando como se le escapaban ligeros y cortos suspiros.

Siento que me pase en un momento, me separé del beso y me dirigí a darle una extensa lamida en su cuello intacto.

-Aghm~ -; Gimió justo en mi oído y movió la cabeza para darme espacio.

En ese momento reaccione de lo que estaba haciendo... Adoré aquel dulce gemido qué resono justo a mi lado, pero... No está bien esto.

Tomé distancia nuevamente, aquella mirada deseosa y mejillas totalmente rojas por lo que hice me cautivaron al instante.

-Lo siento, por eso te digo que no me provoques -; Hablé y volteé la mirada apenado por lo que hice.

-No te preocupes... Creo que me pase.

No sabía que argumentar, el momento se había vuelto algo incómodo con todo ese ajetreo entre nosotros.

-Oye Timba...

-¿Si?...

-He pensado un poco... Esta guerra se ve lejos de terminar.

-Ve al grano, Vic.

-¿Y si nos escapamos de aquí?.

-... Pero.

-Timba, estamos muy lejos de llegar a algo aquí y ningún reino parece ir a la cabeza, estamos a tiempo de irnos y empezar de 0 en algún lado.

-Víctor, me alagas, pero... No planeó irme hasta terminar con el arquero que asesino a mi padre... Después de lograrlo puedo llegar a pensarlo.

-Te ayudaré entonces, ¿Cómo es el asesino?.

-No lo sé, ese es el problema, mi solución es acabar con la brigada de arqueros de la torre este.

-Entiendo... Entonces si acabamos con esos arqueros, ¿aceptarás escapar conmigo?.

-... Tengo dos condiciones.

-¿Cuál es la segunda condición? -; Pregunté con un poco de molestia.

-Debe ser cuando ya sea mayor de edad, no quiero problemas fuera de aquí si alguien nos atrapa.

-¿Crees que nos atraparian?.

-Víctor, acabas de comerme la boca sin nada de decencia, ¿Y quieres que nos vayamos como si nada?, no durarás ni una semana en libertad si nos vamos.

-Bien... Entonces esperaré, apenas cumplas 18 años nos iremos de aquí.

-Esta bien, es una trato...

...

-¡¿CÓMO QUE NO HA LLEGADO?!.

-Lo siento general, pero el caballero Víctor no ha dado señales de presencia, ni siquiera se le ha visto en batalla, creemos que nos traicionó o que posiblemente este muerto.

-... No podemos confirmar nada, pero en ese caso, lo veremos como un enemigo más y ya, oficialmente tomaremos al caballero Víctor como lo que es, un traidor.