4- Thanks

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Recién había vuelto a batalla, el de cabellos azules dijo que me observaría a la distancia para ver si valía la pena entrenarme o no, así que debía dar lo máximo de mi capacidad para lograr acercarme y obtener información.

Varios de mis "Enemigos" me ayudaron quedar bien y disimulaban, otros me atacaron en serio y tuve que lastimarlos gravemente para evitar problemas. Pase luchando toda la mañana y tarde, hasta que la mayoría se distrajo y volví al campamento.

Él estaba tranquilo sentado en unas cajas de suministros, me miraba con tranquilidad, más no parecía ni molesto ni sorprendido por mis ataques y defensas.

-Te contienes demasiado, no te mereces esa espada, no sabes ni blandirla, das vergüenza -; Comentó de forma nula y se acomodó mejor en la caja, dejando sus piernas colgando de la orilla de la caja de madera.

-¿No hay ningún comentario positivo al respecto?, soy alguien admirable aunque en este momento no te des cuenta.

-Sino me doy cuenta a la primera, menos a la siguiente que intentes pelear, no voy a entrenarte, eres un fracaso.

-Bien, pues tu tampoco tienes nada bueno que demostrar.

-"Claro", ni que fuera el caballero más destacado de esta bola de inútiles, serás un cadáver más del montón y no sabes lo feliz que me hará verte así.

Me molestaba tanto esa actitud, un asqueroso presumido qué asegura ser mejor que todos solo porque pelea cuando se le da la gana.

-Eres un asco de persona.

-Gracias, eso dicen de los mejores asesinos.

-¡Vete a la mierda!, creía que eras alguien admirable, pero solo das vergüenza, ¿cuántos años tienes para creerte tan bueno?.

Note una sonrisa de ironía en su rostro, junto con esa horrible mirada de superioridad qué siempre suele tener.

-¿Cuántos años crees que tengo?.

-Unos 27 y por tu mentalidad de mierda unos 9 años.

-Jmjm... Tengo 16 años, idiota -; Me respondió bajando de la caja y sacando una pequeña navaja de su cinturón de herramientas.

-No seas mentiroso, solo jóvenes de 18 en adelante pueden venir a batalla por ordenes del rey.

-¿Y quién dijo que yo vine por orden del rey?, estaba aburrido y decidí venir a matar un par de personas, aquí sin importar cuanta sangre sea derramada no habrá consecuencias peores a matar a alguien de tu pueblo.

-¿Exactamente por qué estás aquí?, dudo que sea por aburrimiento.

-No te metas dónde no te incumbe, viejo.

Dicho eso me soltó un fuerte corte en el brazo y empezó a caminar al campo de batalla. Se notaba que estaba molesto por mis preguntas y por mi mal desempeño en batalla.

Había arruinado mi única oportunidad para acercarme a él, sé que hay otras maneras para sacarle información, pero debo evitar cualquier sospecha al respecto y el simple hecho de que hable con el ya es algo muy fuera de lo común según dicen muchos de los guerrilleros de este reino.

Pasaron aproximadamente dos semanas sin que lograra nada, así que empezaba a considerar seriamente el dejarlo inconsciente y secuestrarlo para llevarlo a mi reino y ya allí poder obtener la información necesaria para luego matarlo, pero para mi fortuna, se me presto una oportunidad... Lo malo es que por aprovechar esa oportunidad, arruine la otra que tenía en frente.

Ambos estábamos en batalla en estos instantes, cada uno por su lado, solo veía como varios de mis compañeros anteriores morían en manos de ese tipo de cabello azul.

Mas hubo un momento en que uno de ellos logro derribarlo y le hizo una herida grave en la pierna izquierda. Estaban a punto de matarlo con una espada, ya que se habían quedado desarmados y si, es allí donde entro yo y mi estupidez.

Corrí lo más rápido que pude para llegar a tiempo y golpee con la espada que Timba dejo caer contra la espada de ese compañero para evitar lo mataran. No sé porque lo hice, esta fue la más cerca que estuvimos y pudimos haber estado de matarlo y por mi negligencia lo había arruinado.

Di batalla contra ese antiguo compañero de batalla, en ese momento no sabia que estaba haciendo... ¿Realmente estaba traicionando a mi gente por una ridícula información del reino del joven Trollino?... Aparentemente sí.

Cuando empecé a recuperar la compostura ya era demasiado tarde, quien estaba por morir era yo, pero una flecha dio en el ojo de mi adversario, tratándose de Timba con una flecha que encontró en el suelo y decidió ayudarme, aproveche esto y desarme a mi compañero y corrí para recoger al chico de ojos grises del suelo, el cual intento colocarse de pie y no pudo, creo que le rompieron la pierna. Lo cargue en mi espalda y lo lleve de regreso al campamento, me siento demasiado idiota en este momento.

El no dio respuesta, y eso fue lo que más me preocupo de hecho, conociéndolo se hubiera negado a mi ayuda o hubiera dicho que podía solo, pero no dijo nada, ni una sola palabra desde que lo lleve de regreso hasta que lo atendieron.

Dio la noche y yo me retire un momento de la batalla, quería saber que pasaría con Timba y si podría volver a batalla. Mi cabeza era un revuelo de pensamientos por mi acción pasada, fue la peor idea que pude haber tenido y cometido, no sé qué estaba pensando con salvarlo. 

Un sonido me saco de mis pensamientos, desenvaine la espada y me prepare para cualquier batalla que pudiera venir. Al encontrar al productor del sonido me di cuenta que solamente era el chico que salve, algo que era peor porque no sabía si eso era malo o bueno por ser el, este tipo es impredecible y desconfiable.

-Hola... -; Saludo muy neutral, llevaba unas muletas de madera y unas vendas en la pierna herida.

-Hola, ¿Como te sientes? -; Pregunte volviendo a guardar mi espada. 

-Bien, supongo... La herida no es muy grave, pero debo reposar para que no pase a ser algo peor como una fractura.

-Vaya, por suerte no es muy grave, pronto podrás volver a matar gente a gusto -; Respondí aun sin mucha claridad de porque llego a buscarme.

-Si pues... Solo quería... ya sabes.

-¿Que?.

-Ya sabes... Lo que uno hace luego de que alguien más te hace un favor y pues... Eso.

-¿Agradecer?, ¿A eso te refieres?.

-Si, eso.

-Se nota que eres muy malo para decir una simple palabra como esa.

-Nunca sentí la necesidad de decirla, así que...

-Pues, no sé qué decir al respecto, principalmente porque no lo has dicho.

-Pero ya entendiste que a eso me refiero.

Pero no lo dices, por lo tanto no cuenta.

-Aash... Gr-gracias... -; Note su molestia al decirlo, lo cual solamente me pareció divertido.

-¿Y por qué me agradeces? -; Pregunte con una sonrisa victoriosa.

-Por salvarme la vida...

-¿Por?.

-No volveré a decirlo, confórmate con eso.

-No, no estoy conforme.

-¿Y qué mierda quieres entonces?.

-Tal vez aceptar algo que te pedí hace un tiempo.

-¡Bien!, te daré mi maldito entrenamiento, pero mi condición es que no vuelvas a hablar de este asunto con nadie más hasta que te mueras.

-Acepto -; Respondí con superioridad y me acerque a él con tranquilidad. -Gracias.

Enemy {Timbictor}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora