14~ Plan

89 22 26
                                    

Se hizo el atardecer y con este nuestro plan daría inicio para sobrevivir a la guerra.

Los dos reinos no han detenido esta contienda por más de tres años, y el reino del joven Trollino cada vez está más débil... Mi antiguo reino.

Guardamos las cosas necesarias, comida, agua... Y armas, varias armas. No vamos a un lugar demasiado peligroso, pero debemos estar preparados y la gente paga muy bien por las armas reforzadas del reino de Daiyamondo.

Saliamos por aquella gran montaña, fue bastante complicado por todas las plantas, piedras y algunos animales que se notaban hambrientos, pero no eran demasiado peligrosos.

Nos atrapó la noche en el otro costado de la gran montaña boscosa, estábamos cerca de salir de allí, pero la bajada era muy empinada y rocosa y nosotros estábamos muy cansados como para continuar defendiendo aquel sitio.

No habíamos descansado nada y nuestro cuerpo y músculos ya estaban resentidos de nuestro abuso de fuerza y energía para salir de allí.

Agradezco en serio que esta montaña no era demasiado alta para nuestro escape.

Encontramos una pequeña cabaña, bastante maltratada, pero nos serviría para pasar la noche, por lo menos era útil de escondite para evitarnos la mayoría de animales.

-Timba, ¿tienes hambre? -; Pregunté bajando la mochila con bastante cansancio.

-Claro que tengo hambre... -; Comentó jadeando ligeramente, se notaba el desgaste qué se dio.

-Matas y atacas todo el día y llegas como nuevo, pero te hago escalar una montaña y ya te estás muriendo.

-Soy ágil Vic, nunca dije que fuera alguien resistente... Además los guerreros de allí eran demasiado débiles.

Me sentí ligeramente ofendido, pero tiene algo de razón, las cosas se descontrolaron y aceptaron en la guerra a todo aquel que pudiera levantar una espada, incluso yo no había terminado mi entrenamiento cuando llegue aquí y de no ser por Timba no hubiera mejorado mis ataques.

Comimos un poco de esa asquerosa mezcla que daban en el campamento, juraban que era puré de papa, pero nadie les cree eso.

-Bien... Lo hicimos -; Suspiró, lo notaba un poco nervioso.

-Si, lo logramos... Tardamos menos de lo esperado.

-Así que... ¿Qué prosigue? Logramos salir, pero no tenemos una idea clara de que haremos al llegar a Gin.

-Eso estaba pensando... Para llegar a Gin debemos cruzar el mar y el viaje es costoso y dura más de una semana, pero Hiyoko esta cerca, tan solo cruzando un río y no es demasiado lejos.

-... ¿Y si mejor vamos a Hon?

-Esta aún más lejos, al Norte Este de Daiyamondo, tendríamos que rodear todo el reino.

-No suena mal.

-Timba, lo mejor será ir a Hiyoko.

-Pero...

-¿Por qué no quieres ir al reino alado? Se nota mucho tu debate para evitar llegar allí.

-... Mi destino.

-¿Qué?

-Yo... Hice algo que no debía para poder tener una visión de mi destino, mi propósito en la vida y... Si pongo un solo pie en Hiyoko todo el plan se irá a la mierda.

-El destino no está escrito.

-Si lo está, es muy difícil controlarlo por tu cuenta, los reyes del cielo toman la decisión de nuestro destino, lo dice la guía espiritual del reino.

-Lo sé, pero... Prefiero tener mis propias creencias al respecto -; Dije intentando disimular, olvide por completo que en su reino las creencias son muy diferentes, se basan en los reyes del cielo, el destino y el hilo rojo con otro trasfondo.

-Víctor, por favor...

-¿Cuál es ese destino del que tanto intentas escapar?

-Como sabes no se nos refleja nuestro destino en general, solo imágenes que no podemos evitar.

-¿Y tu qué viste?

-Lo primero que vi fue una espada con toques dorados, luego un niño muerto que había sido incinerado y luego veía al nuevo rey de Hiyoko, yo estaba arrodillado y el me veía como si planeara darme la pena de muerte.

Guarde silencio ante sus palabras, no sabía que decir con eso, pero si sabía que no debía meterme demasiado con sus creencias. Ese destino podía evitarse o eso se me enseñó a mi, pero en su reino es diferente, allí según las historias no se cambia el destino, se sucumbe a el sin miedo.

-Bien... Partiremos a Gin por la mañana, el rey Silvio es alguien tranquilo y posee un acuerdo de paz con Hiyoko, así que no tendremos problemas por ningún lado -; Acepte y el me dio una sonrisa aliviada, notaba como su nerviosismo desaparecía de a poco.

-Gracias por comprender mi situación... Perdón por no aceptar otro plan, seguro estás molesto.

-Me molesta un poco, lo admito... Pero no vale la pena arriesgarnos a que tu destino sea morir a manos del futuro rey... A propósito, dijiste que viste al nuevo rey de Hiyoko y ese reino perdió su rey hace más de 10 años... ¿Cómo se ve dl nuevo rey?

-No lo vi completamente, pero tenía una mirada fría y cabello albino.

-Bien, suena interesante.

-Supongo, desearía haberlo visto mejor, pero no puedo volver a ver eso, solo recordar.

-No te preocupes, esa información no nos sirve, solo me daba curiosidad.

-(A ti no te sirve, a mi si...) Entiendo... Creo que debemos descansar, mañana nos espera un largo camino a los puertos abandonados para salir de aquí.

-Tienes razón... Descansa -; Respondí según yo para empezar a dormir por mi lado, más note una mirada algo incomoda por su lado. -¿Pasa algo?

-No, nada -; Respondió frunciendo el ceño y se volteó para utilizar su mochila como almohada.

Después de pensar un poco comprendí lo que quería, acerque mi mochila a dónde él estaba, me recosté a su lado y lo abrace por detrás, quedando en posición de cucharita.

-Descansa Timba... -; Susurre en su oído suavemente y bese suavemente su mejilla.

-Buenas noches Víctor... -; Me respondió ahora más tranquilo y menos tenso.

Finalmente se logró el escape... Ahora es que salga bien todo este alocado plan.

Enemy {Timbictor}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora