2.0

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🥀

Sus botas dejaban huella sobre el lodo, el sonido de humedad resonaba bajo sus suelas y el olor a pino le llenaba los pulmones. Spreen caminaba mirando al frente, sus sentidos estaban al 100 escuchando atentamente cada sonido que le pudiera ayudar para poder cazar.

Sus orejas hacían ligeros movimientos para captar todo. Pudo escuchar el caminar de un venado cerca, sonrió y sigilosamente se acercó a dónde el animal estaba, cuando saco su espada para poder atacar un sonido violento ahuyento al ciervo haciendo que este corriera asustado lejos del alfa

 - ¡Vamos Mariana, apúrate mijo! - La chillona voz de Roier se escuchó por todo el bosque

 Spreen soltó un resoplido enojado mientras recuperaba su postura y miraba en dirección a los betas de la manada 

 - Ya voy, cabron, pero mis piecitos ya me duelen, güey - Se quejó el de lentes. Los betas se encontraron cara a cara con el alfa quien los veía con enojo

 - Spreen... - susurro Roier al verlo 

- ¡Spreen! ¿Qué onda que haces por acá? - Mariana se acercó al híbrido dándole una palmada en la espalda, el oso gruño asustando al de lentes haciendo que este retrocediera 

 - ¿Podrían decirme por que interrumpieron mi cacería? - pregunto sobándose las cienes

 - A-ahh... Es que veníamos a buscar hiervas medicinales... Missa ya no tiene y bueno... Nos pidió que viniéramos a por algunas - dijo nerviosamente Roier mirándolo a los ojos 

 - Pensé que venías por rosas- Mariana hablo sin embargo el codazo que recibió de parte del otro beta lo callo 

 - ¿Tu-tu que haces aquí? - le pregunto Roier al alfa

 - ¿Que no escuchaste? Cazaba pero alguien ahuyento mi presa - Aquello hizo que los dos betas se miraran con incomodidad. Mariana carraspeo un poco

 - Lo siento... Quizá podríamos ayudarte - sugirió el de lentes.  Spreen miro a los dos y después a Roier quien tenia sus mejillas rojas por haber sido regañado. A su mente los recuerdos del sexo de la noche anterior le llenaron la cabeza. 

 - Como sea, pero si me estorban y no encuentro nada para llevar a casa, ustedes serán mi cena esta noche. - murmuro mirando a otro lado. 

Y con ellos los tres emprendieron una tarde llena de juegos y bromas entre dos betas y un alfa malhumorado tratando de aguantar a ese par.

 - Chicos, es tarde y Missa esperaba por nosotros así que, ahhh me voy - después de un rato fue lo que dijo el de lentes antes de irse a casa dejando solos al alfa y al beta castaño 

 Roier caminaba detrás del híbrido mirando su fornida espalda, la altura entre los dos no era tan recalcada pero el alfa si era mas alto que el, quizá por media cabeza. El alfa miraba al frente tratando nuevamente de encontrar una nueva presa sin embargo los pasos descuidados del beta detrás de el lo estaban desconcentrando 

 - Tus pasos son ruidosos - dijo al aire, Roier salto en su lugar

 - Lo siento, perdón, no lo sabía - y trato que sus pasos fueran menos ruidosos 

 - ¿Por qué mierda sigues aquí? - pregunto el oso volteando a ver al más bajo.  Roier lo miro algo avergonzado 

- Ehh... ¿Para ayudarte a cazar? 

 - ¿Entiendes que ni siquiera has hecho algo en todo este tiempo? Tan siquiera el pelotudo de Mariana ayudo con las trampas tu solo te quedas a observar - dijo exasperado, Roier bajo su mirada, era cierto, no hacía nada más seguir a Spreen como cachorrito 

𝙻í𝚗𝚎𝚊 𝚍𝚎 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 ~Sproier~ 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora