16.0

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Roier miro las murallas de concreto alzarse enfrente de él. Tragó saliva y apretó sus manos.

Habían llegado a su destino.

Cucurucho y Cellbit parecían estar de lo más normales mirando las imponentes torres y murallas.

- ¡Somos nosotros, abre! - Grito Cellbit tocando lo que sería la puerta

- Contraseña - se abrió una rejilla dejando ver unos ojos

- ¿Contraseña? ¿Qué contraseña? ¡No tenemos ninguna contraseña!

- Oh si la tenemos, lo propusimos cuando ustedes no estaban

- ... ¡¿Y como mierda voy a saberla idiota?!

El hombre de adentro pareció pensarlo un poco.

- Es cierto ¡Entren Cucurucho y Cellbit! - grito el desconocido detrás de la puerta

Roier frunció su seño soltando una risita. Al abrir la puerta un hombre híbrido de tiburón les sonrió con dientes afilados y sonrisa brillante.

- ¡Chicos! Estábamos esperando por su regreso... Quackity ha estado más irritante que antes, dice que el tiempo empieza a agotarse, Luzu ya ni si quiera puede controlarlo. - Dijo el hombre hacía Cucurucho y Cellbit quienes suspiraron.

Roier entro a la fortaleza y mientras que sus dos amigos hablaban con el desconocido, el miro al rededor.
Ahora que lo veía, no era una fortaleza, o bueno, quizá si. Lo era ahora, pero antes fue una prisión por lo que podía observar.

El lugar parecía un tanto descuidado y abandonado sin embargo lo suficientemente habitable.

Cómo era muy de mañana, notaba que las personas que residían ahí estaban durmiendo pues el silencio y la poca movilidad era palpable.

En medio de todo habia una fuente sin agua la cual tenía un cartel

- Roier síguenos - la voz de Cellbit le llamó sin embargo Roier no lo escucho al distraerse con la frase puesta en el cartel. Cucurucho y Cellbit estaban tan ocupados con el híbrido de tiburón que no notaron cuando Roier dejo de seguirlos.

"Alzar un arama no es malo siempre y cuando vaya a la persona correcta"

Era la frase que enalteció el dichoso cartel. Parpadeo repetidas veces antes de acercarse al cartel. Cuando estuvo delante, leyó una vez más.

- Siempre y cuando vaya a la persona correcta - repitió.

Iba a preguntarle a Cellbit sobre aquello cuando se dió la vuelta, sin embargo se sorprendió al notar que estaba completamente solo en el patio de aquella antigua cárcel

- ¿Cellbit? ¿Cucurucho? ¿Hombre tiburón? - pregunto al aire

Miro a su al rededor, no había nadie. ¿Debería caminar? O ¿Tal vez era mejor quedarse en ahí? Iba a sentarse en la fuente cuando sintió una piedrita caerle en el cuello

- ¿Qué chingados? - susurro mirando a la dirección donde la piedra fue lanzada, sin embargo no encontró a nadie

- ¿Hola? - pregunto cuando una vez más otra piedra volvió a caer a sus pies está vez con más intensidad

- ¡Hey! - grito - Quien quiera que seas será mejor qu- no termino cuando una piedra lo golpe por tercera vez más

- ¡Basta! - grito enojado cuando unas risas le llegaron a los oídos.

Volteo rápidamente y pudo observar a dos chamacos de quiza de entre 14 a 15 años riendo.

Cuando los dos niños se dieron cuenta de la vista de Roier se escondieron detrás de una de las columnas. Roier entre cerró sus Ojos y camino hacia ellos

𝙻í𝚗𝚎𝚊 𝚍𝚎 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 ~Sproier~ 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora