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Los seres humanos somos crueles.

Es un hecho que nadie puede negar. La historia de como se conformo la humanidad ha dejado en claro una y otra vez que los humanos somos los seres más crueles de toda la cadena alimenticia.

Buscar poder, dinero y estatus social ha conllevado a infinidades de guerras y a muertes de inocentes. Los seres humanos crean actitudes que desencadenan sufrimiento e irá. Nadie lo negara; los seres humanos somos una plaga para la naturaleza.

Pero las concecuensias de nuestros actos será las responsables de pagarnos con la misma moneda. Porque cada quien elige con que pagarle al mundo y aquel que paga con sangre con sangre se le pagará.

...

Localizaron a Roier a unos pasos de ellos mirando fijamente al escenario. Tanto Missa como Mariana se acercaron rápidamente a su amigo.

- Roier - la voz de preocupación de Mariana le llamó sin embargo no obtuvo respuesta, aquello alertó a los otros dos betas.

La mano de Missa intento posarse en su hombro tratando de sacarlo de aquel tipo de trance

- Roier, por favor - susurraba Mariana de manera desesperada

-... Vámonos - finalmente hablo el castaño. Su tono de voz era indescifrable

Salieron como pudieron del castillo. Missa tenía agarrado de la mano a Roier quien se dejaba guiar sin decir ni una sola palabra.
Detrás de ellos Mariana tenía sus puños fuertemente cerrados aguantando las terribles ganas de volver a la fiesta y darle la putiza de su vida a Spreen.

Cuando llegaron a casa el ambiente era tan fúnebre que incluso, a pesar de ser betas y no tener glándulas de olor, se podía sentir un aire pesado y denso.

- Roier, de verdad lo siento - soltó Missa tratando de consolar a su amigo.
Roier ni siquiera lo miro solo camino escaleras arriba.

Mariana y Missa lo siguieron
- Amigo... En serio, ese hijo de puta fue un completo idiota que no sabe lo que hace y-

Roier lo volteo a ver. Missa calló al ver los ojos del castaño

- Por favor, déjenme solo - dijo serenamente

Mariana trago saliva y algo titubeante protesto
- N-no... Roier somos tus amigos y no te dejaremos so-

- Por favor - lo interrumpió está vez su voz sonó fuerte y clara - Necesito estar un momento solo - hablo viéndolos a los ojos

Missa agachó su mirada y Mariana desvío su vista. Nunca lo habían notado, quiza porque nunca estuvieron en una situación como está pero la mirada de Roier era tan pesada que se sentían inferiores. Sus ojos no mostraban un signo de tristeza o dolor, era algo más, algo más fuerte, iba más allá de una simple mirada de tormento.

- Estaré bien - dijo por último regalandoles una sonrisa tranquila.

Aquel gesto apaciguó los corazones inquietos y temerosos de sus dos amigos quienes aún poco convencidos aceptaron

- Promete que estarás bien - le dijo Mariana antes de salir de su casa

- Lo estaré... Perdón por hacerlos pasar una noche incomoda - se disculpó. Mariana hizo una mueca y después le dió un gran abrazo, uno fuerte y duradero

- Te veo luego Roier - le susurró al oído y se separó.

Mariana y Missa caminaban silenciosamente. Ninguno se atrevía a soltar una palabra. Estaban tan callados que incluso sus respiraciones se escuchan claras y concisas

𝙻í𝚗𝚎𝚊 𝚍𝚎 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 ~Sproier~ 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora