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🌦️

Sus ojos se abrieron lentamente, el sol le daba de golpe en la cara, revoloteo sus pestañas tratando de reconectar como había llegado a su cama.

Se levantó de golpe al recordarlo. A un lado de él el cuerpo de Spreen aún dormido con solo un pantalón de chandal reposaba.
Su corazón comenzó a latir fuertemente por el miedo, trato de moverse pero le fue imposible

Spreen comenzó a despertar por los movimientos bruscos que había dado el beta. Roier rogó al cielo por un Spreen en sus cabales

- No te muevas tanto - dijo somnoliento abriendo los ojos lentamente. Roier se quedó en completo silencio

Cuado Spreen pudo captar la situación, de igual manera se levantó mirando los ojos llenos de temor del más bajo

- Roier yo-

- Vete de mi casa - dijo el beta alejándose del alfa

- No, déjame explicarte

- No tienes que explicar nada, vete, no quiero que me toques - decía con miedo

- Roier... Por favor déjame explicarte - suplico mirando al castaño - Ayer hice algo muy malo... De verdad lo lamento, no debió haber pasado, estaba borracho y las feromonas en tu cuerpo eran tan intensas que

- Yo nunca me he acostado con alguien más aparte de ti - dijo Roier comenzando a llorar
Spreen lo miro nervioso

- Lo se, lo sé, de verdad que lo se... No sabes lo arrepentido que estoy, mira, después de cargarte quedaste inconsciente y yo hasta te bañe y te puse una pijama limpia - dijo el alfa

- Porque de verdad estaba arrepentido - y con ello llegó al beta quien tenía su mirada gacha limpiandose las lágrimas con las mangas de su pijama

- Roier mírame - pidió tomando la cara del beta

Roier se negaba a verlo
- Por favor... No me hagas esto - suplico

El beta obedeció levantando su mirada oscura. Los ojos morados del oso demostraban verdadero arrepentimiento. ¿Y si de verdad está arrepentido? ¿Y si Spreen de verdad decía la verdad? Él, un beta sin olor tenía a un alfa, el alfa más fuerte de la manda, pidiéndole perdón casi de rodillas

- Perdóname - susurro y con ello acercó sus labios a los del menor

Roier sintió el calor de Spreen siendo transmitido por ese ligero toque. Su corazón palpito.

Roier había perdonado a Spreen incluso antes de que esté le pidiera perdón.

- Déjame compensarlo. Vamos a minar dónde siempre quisiste ir ¿Te acuerdas? A la cueva donde encontraste las piedras brillantes - dijo Spreen aún con sus manos en las mejillas del castaño

Roier solo asintio sin decir nada.

Jaiden estaba preocupada, llamo Miles de veces a Roier la noche anterior y este nunca contesto, algo que el beta nunca hacía.

Tenía un mal presentimiento. Mordía sus uñas tratando de calmar sus ansias.

"El número que usted ha marcado se encuentra apagado o fuera de servicio, favor se llamar más tarde"

- ¡Máquina de porquería! - grito al escuchar nuevamente la contestadora

Su corazón comenzaba a latir fuertemente desesperado. Sin pensarlo mucho tomo su chaqueta y salió de casa en dirección al hogar del castaño.

Caminaba apresurada, con cada paso que daba desprendía feromonas alfa y su ansiedad crecía cada vez que se acercaba a la casa del beta

Cuado llegó tocó la puerta de manera calmada tratando de no demostrar su preocupación

Espero unos momentos y cuando la puerta se abrió sonrió esperando ver a su amigo.

Se equivocó

- ¿Quién eres? - la voz áspera y gruesa de un híbrido alfa la sorprendió

Su olfato se puso en alerta cuado el olor a roble llegó a sus fosas nasales

- ¿Y Roier? - solto de manera brusca

- Responder una pregunta con otra pregunta es de mala educación, niñata - Spreen hablo mirando con desagrado a la otra alfa

Jaiden lo miro a los ojos, aquel color violaceo se le hizo conocido

- ¿Quién putas eres tu? - dijo mostrando sus colmillos

- ¿Jaiden? - la voz de Roier sonó detrás del híbrido

Y como si fuera un sedante en ella, Jaiden cambio su rostro, rápidamente apartó al alfa de un empujón llendo a abrazar al beta.

Roier la recibió extrañado

- ¿Por que coño no contestas mis llamadas, tonto? - dijo apresurada dándole un fuerte apretón al beta

- Oh... La verdad es que ni siquiera se dónde está mi celular

Spreen miraba la escena con ojos fríos. Si su mirada fueran dos afiladas espadas ya habría matado a la alfa intrusora

Roier aparto a su amiga y con pena hablo

- Jaiden agradezco que hayas venido a verme y te aseguro que para la próxima contestaré los mensajes pero... Bueno, estábamos a punto de salir y... - dijo rascándose la nuca

Jaiden sonrió con ternura
- No te preocupes Roier solo venía a verificar que no estuviera muerto - se comenzó a reír haciendo que el beta también soltará una risita

- Te llamaré después - dijo la muchacha empezando a caminar a la salida

Observo los ojos morados del híbrido mirarla con superioridad, volteo nuevamente y abrazo a Roier por segunda vez

- Si pasa algo me lo dirás ¿Verdad?- le susurró al oído

Roier se sorprendió y sonriente correspondió a su amiga
- ... Claro

Jaiden salió de la casa comenzando a caminar devuelta a su hogar, cuando dentro de ella el sentimiento de furia empezó a emerger, sus ojos se volvieron opacos y sus puños se cerraron con fuerza haciéndose daño a su misma con sus uñas.

"Matalo" fue lo que dijo su alfa dentro de ella y por primera vez Jaiden quiso hacerle caso a su lobo

Spreen miro la chica irse, su olor a cítrico estaba presente debajo de su nariz picandole con un tortuoso sentir.

Miro de reojo a Roier quien solo siguió haciendo sus deberes sin ninguna expresión

- Así que; es ella - dijo serio recargandose en el sillón

- ¿Ella que? - pregunto Roier sin verlo

- Pensé que eras maricon - volvió a decir con burla

Roier volteo a verlo con enojo
- Tu te cojes a este maricon - contesto

Spreen tomo de la muñeca a Roier volteandolo con fuerza para que lo mirase a los ojos

- No cruces la línea - dijo con voz de mando

Roier cerró la boca mirando con un poco de miedo los ojos llenos de enojo del alfa

- Perdón - susurro

😺👌

𝙻í𝚗𝚎𝚊 𝚍𝚎 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 ~Sproier~ 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora