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Las semanas pasaron tan rápidos que no se sentían reales, Jimin recibía diariamente una llamada del señor Min, o en todo caso, iba a su casa también

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Las semanas pasaron tan rápidos que no se sentían reales, Jimin recibía diariamente una llamada del señor Min, o en todo caso, iba a su casa también. Jimin ya no quería que Yoongi le pagara por su compañía, si al fin y acabo no hacían nada. Simplemente hubo un beso aquella noche que lloró en sus brazos, pero después de eso ya nada.

Ahora cada vez que tenía que atender a un cliente se sentía sucio, ya no quería que otro hombre lo tocara, pero su madre jamás permitiría que él deje de trabajar en eso, pues era quién mantenía su hogar.

—Jiminnie. —su amiga llamó su nombre unas cuantas veces.

—Lo siento. No te escuché.

Cada vez podía mirarla menos a los ojos, el novio de su mejor amiga lo buscaba casi todos los días. Y por más que le pedía que ya no lo busque lo amenazaba con contarle todo a HyeJin, además que el chico contactaba directamente a Jungkook para agendar algo de tiempo de Jimin, y como su padrastro le decía que no tenía que negarse a nadie, SeokJin no era la excepción.

—Te decía que dejé mi suéter en la bodega. ¿Puedes traerlo por mi? Me da miedo ese lugar.

—¿Y cómo lo dejaste allí?

—Fue cuando me vi con Jin hyung antes... Por favor Jiminnie.

—Está bien.

Jimin acarició el liso cabello de su amiga y fue a la bodega que estaba atrás de la cancha, estaba bastante alejado de la escuela y el recreo estaba por terminar, se apresuró y en el momento en que entró no vio ningún suéter.

Pero sintió un golpe y todo se volvió completamente negro en un instante.

Hacer las compras del súper no era la actividad favorita de Yoongi, si fuera antes simplemente pediría algo de comer, o compraría alguna comida rápida

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Hacer las compras del súper no era la actividad favorita de Yoongi, si fuera antes simplemente pediría algo de comer, o compraría alguna comida rápida.

Pero como Jimin iba regularmente a su casa tenía que tener comida más saludable para prepararle algo rico al menor.

Jamás le gustó cocinar, pero le gustaba mimar a Jimin y prepararle todo tipo de comidas, además de que se dio cuenta de lo delgado que estaba últimamente y de los ruidos inconscientes que hacía su pequeño estómago.

La mujer que tenía como madre debía ser un monstruo para no cuidar de su hijo y hacerle vender su cuerpo así. Yoongi ardía en rabia cada vez que veía alguna marca en el cuello de Jimin, pero se guardaba todos sus comentarios porque no quería hacer sentir mal al menor. Él no tenía la culpa de nada, pero Yoongi quería llevarse a Jimin a vivir con él, y poco a poco se estaba ganando su confianza, incluso ya estaba realizando los preparativos para una habitación totalmente para el chico.

Cumpliría la mayoría de edad en dos meses por fin, y la madre ya no tendría poder sobre él. Así que Yoongi ya se estaba preparando para decirle a Jimin sobre sus sentimientos, y pedirle que vivan juntos.

Pasó por la sección de bebidas, un poco de vino no le haría mal, ha estado estresado los últimos días porque no había visto a Jimin. Estaba en época de exámenes finales, pero lo más seguro es que lo estaban explotando sexualmente.

Yoongi quería encerrar a Jimin en una habitación, para que así ya no pudieran hacerle daño. Cuando estaba apunto de agarrar el vino sus manos chocaron contra la de una mujer, que al parecer tenía la misma intención que él.

—Lo siento. —se disculpó para darle paso a la rubia.

—¿Yoongi?

La mujer lo llamó con una voz conocida para él, giró para mirar a la rubia que estaba atónita en su lugar.

Esa mujer que amó tanto, por la cuál su estabilidad emocional se destruyó completamente, por la que pasó noches enteras llorando y pensando en que fue su error. La mujer que dejó una herida incurable en su alma, y la causa de que se haya encerrado en si mismo.

—Seomin.

yes, la mamá de jimin es la ex de yoongi

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yes, la mamá de jimin es la ex de yoongi

Atracción Genética © YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora