HERO KISSES

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- Déjame ver si lo entendí bien.- La oficial suspira viendo sus notas.- Decidiste primero despachar a los niños en vez de darle el dinero al hombre.

- Fue lo primero que pensé.- Respondió firme.- No correría el riesgo de que salieran heridos por ese monstruo.

- Sabías que usarías tu poder con él?

- En realidad, solo quería darle el dinero para que se largara de la tienda.- Sus manos temblaron.- Pero mamá salió y asustó al idiota.

Hawks soltó uns risita ante su manera de expresarse hacia el hombre que la había asaltado.

- ¿Y tu de que te ríes?- gruño molesta hacia el héroe que se encontraba tras el oficial.

- Eres demasiado violenta.

- Y que querias que hiciera? Tratarlo con amabilidad y tomarlo de la mano mientras dejo que se vaya?

- El solo quería el dinero. No debiste atacarlo.

Rosalie apretó los puños, estaba cansada, preocupada y demasiado alterada como para tolerar esos comentarios.

- No hubiera usado esos poderes, si tan solo tu hicieras bien tu trabajo.

El oficial carraspeó ante el comentario y el estremecer de las alas del héroe que se inclino hacia la mujer que le miraba duramente y con la barbilla alzada.

- Terminamos por hoy.- se puso de pie cortando la tensión entre ambos.- La llevaré al hospital para que esté con su madre.

- Gracias, oficial.

Rosalie se puso de pie ignorando al héroe pasando de su lado siguiendo al oficial, en completo silencio.

- Usar su poder en vez de esperar a un héroe es delito.- Comento el oficial que había escuchado la conversación, Hawks sonrió.

- No, ella tuvo razón. Yo estaba lejos, jamás iba a llegar a tiempo.- Vio como subia al auto.- Los niños que salvó, estaban bien?

- En perfecto estado, incluso la madre intento darle los cupcakes que la joven le dió demás. Ella pensó en todo en menos de un minuto.- Chasqueo la lengua.- Hubiera salido perfecto si su madre no hubiera Sido herida.

- No puedes salvar a todos.

****

- Fuiste realmente imprudente.- Su madre dijo al verla llegar.

- Lamento no haberte salvado.- Susurro sentándose a su lado viendo las vendas de su cuerpo.

- Estás bromeando? Me refiero a que debiste haberte salvado tu, y no a mi.- Gruño la mujer molesta.- Debiste correr en cuanto lo viste.

- Y dejarte ahí?

- Eres igual a tu padre.- Mascullo la mujer resignada a dejar de pelear, estaba exhausta. Estiro su mano hacia su hija y la apretó.- Piensas más en otros, que en ti misma.

- En realidad, no pienso. Solo actuó.- Admite con pesar, su madre suspira.

- En ese caso, cuando actúes evita que te lastimen. ¿De acuerdo?

- De acuerdo.

***

Tres días después , Rosalie llegó al local dispuesta a limpiar el desastre que había hecho con su poder, este solía manchar las paredes de púrpura y debido a que el color era blanco en su totalidad, se habían manchado.