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Las risas de Rosalie resonaban en la habitación donde era atacada a besos por Keigo que la retenía en la cama impidiendo que se levantará.

— Basta, tienes que irte.- Murmuró deteniendo su cabeza con ambas manos, Keigo sonrió coqueto apretando su cintura.— Estoy hablando enserio.

— Yo también hablo enserio. Entro a trabajar a las nueve hoy.- Beso su barbilla recorriendo toda su mandíbula entre pequeños besitos que le hacían cosquillas.

— Tienes que prepararte, el jefe no debe llegar tarde. ¿Verdad?

— Una de las ventajas de ser el jefe, es poder llegar tarde.- Beso su sien derecha, ella cerro su ojo con una mueca al sentir que besaba sus cejas.

— Me estás babeando.

— Para eso existen las duchas.

— Estás muy cariñoso hoy, ¿qué mosco te pico?

— Resulta que la mujer que más me gusta en este mundo, anoche admitío que soy mejor que Allmight.

— Esas no fueron mis palabras.- Keigo beso sus labios por cortos segundos.

— Lo fueron, para mí. Escuché claramente: ¡Hawks es el héroe número uno en mi corazón!- Agudizó la voz imitando horriblemente la de Rosalie.

— No sabía que  mi voz sonaba tan mal.

— Lo es, por eso necesitas ir al doctor.- Mascullo deslizando sus labios por su cuello, rosalie sonrió.

— ¿Así? ¿Y que crees que me recete?

— Besos del héroe.- Susurro besando su garganta, Rosalie suspiro cuando mordió su cuello ligeramente, enredo sus dedos en su cabello jalandolo poco a poco ante las sensaciones.— Me dejaras calvo, mi cielo.

— Lo siento.- Susurro, Keigo sonrió ante la imagen de ella temblorosa bajo su cuerpo, beso su frente decidiendo dejar de torturarla.

— No pasa nada.- Beso sus labios una última vez poniéndose de pie.— Tengo que trabajar.

Rosalie se sentó en la cama recargada en sus brazos viéndole ir y venir por la habitación.

— ¿Crees que ya llegó Richard?

— Supongo que si.

— Iré a verlo...tengo que preguntarle algo - Se levantó de la cama estirando los brazos.

—  ¿Que cosa?

— Busque imágenes del homenaje que me hicieron.- Keigo dejo de moverse para verle con atención.

— Si, me llegó el mensaje de la oficina, tu madre se encargó de avisarme y envío el correo a la agencia...fue el mismo día en el que fui a rescatarte.

— Bueno, pues a ese homenaje asistio un hombre que no se despegó de mi madre según las fotos. Solo quiero saber quién es, tenerlo en cuenta en mis oraciones...

— Déjame verla.

— No tengo teléfono, y tarde bastante en buscarla...cuando la encuentre te la enseño. Mientras, date una ducha, hueles a escombro.

—  Cruel.- Le saco la lengua entrando al cuarto de baño. Rosalie suspiro levantándose y saliendo de ahí.

Ya en el desayuno, mientras Richard preparaba Omelettes, Rosalie buscaba aquella imagen en internet. Keigo bajo con el cabello mojado, y al verla concentrada sonrió levemente, se acercó para besar su cabeza.

— Buenos días, Richy. ¿Cómo amaneciste? Bien, gracias por preguntar.- Comento Richard mientras revolvía el desayuno en un tazón rodando sus ojos imitando a Keigo que carcajeo y se acercó a él para revolver su cabello.— ¡No me despeines!

Rosalie soltó una risita al verlos empezar una Luchita con puños dónde al parecer el ganador fue Richard al "noquear" a Keigo de un solo golpe.

Bajo la vista al ver la imagen que cargo, y sonrio victoriosa.

— ¡La encontré!

Ambos se acercaron para ver la imagen, alzando ambas cejas al ver al hombre.

— ¿Fuiste a la UA?- Preguntó Richard curioso.

— No. Estudie en el extranjero, en Estados Unidos.

— Entonces, ¿que hacen los maestros de la UA en tu funeral?

— ¿Maestros?- Richard apunto al rubio que abrazaba a su madre.

— El es Present Mic.-  luego punto al hombre que estaba tras él, tenía largo cabello negro.— Y él, es Erase head. Ambos son profesores de la Academia, trabajan con mi padre.

Keigo observo la foto con atención.

— ¿Tu madre estudio en la academia?

— No lo sé. Tengo enterado de que mamá vivió en Estados Unidos hasta que nací yo, y vinimos a Japón.

— Es extraño, ¿un amigo de intercambio?- Keigo preguntó al aire, Richard asintió de acuerdo.— Tendría sentido, él es maestro de inglés.

— ¿No será tu padre de casualidad?

— ¿Qué?

— ¿No lo conoces?- Preguntó Richard, Rosalie nego.

— Nos abandono antes de que yo naciera.

— Bueno, viendo la manera en la que la abraza y como se ve angustiado, es probable que si lo sea.

— ¿Por que estaría angustiado si no me conocía?

— Tendrías que preguntárselo tú.

— Si, claro. ¿Cuando vuelva a la vida mágicamente?- Murmuró molesta viendo la imagen de su madre con un nudo en la garganta, Keigo le abrazo de costado besando su cabeza.

— Dame unas semanas más y volverán a estar juntas.- Murmura en su oído, Rosalie sonríe con tristeza tomando la mano que descansaba en su hombro.

— No arriesgues tu misión, ya lograste avanzar...yo, supongo que puedo esperar un poco más...tu lo dijiste ¿no? Cuando todo acabe, estaremos bien.

El héroe sonrió besando su frente con dulzura, Richard sonrió levemente ante sus palabras, definitivamente ella era una mujer realmente fuerte.

Cuando Keigo se fue a trabajar, Richard y rosalie se quedaron en casa en silencio. Ella jugaba con un pedazo de tomate Cherry con el tenedor.

— Deja de pensar o tu cerebro va a explotar.

Rosalie alza la vista soltando una risita torpe dejando el tenedor en la mesa.

— Si no pienso, voy a terminar llorando.

— ¿Y eso que tiene de malo?

— Es vergonzoso.

— Yo digo que es un sentimiento maravilloso, llorar depura el alma.

— Mi alma debe ser la más pura del mundo entonces.- Ríe entre lágrimas, Richard sonríe levemente tomando su mano.

— No lo dudo.

La mirada cálida, el toque amable en su mano y la sonrisa llena de empatía hizo que la fuerza que Rosalie se encargaba de mostrar desde el día en el que fue secuestrada, se rompiera finalmente frente al muchacho que se limito a hacerle compañía en silencio.

Cosa que Rosalie, realmente agradeció.

NO COPIAS NI ADAPTACIONES

MAJO

HERO KISSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora