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- ¿Kei?

- ¿Si?.- Grita el desde la cocina mientras revolvía el desayuno en la sartén.

- ¿Haz visto mis tennis?

- Si, son muy lindos mi cielo!

El rostro molesto de Rosalie apareció en el pasillo haciéndolo reír.

- Estoy hablando enserio, no los encuentro.

- Quizá los perdiste para siempre.

Al verlo tan desinteresado en su problema y lo mucho que se enfocaba en revolver las verduras del sartén, le dió a Rosalie una respuesta silenciosa.

- Kei, ¿los escondiste tu no es cierto?

El héroe alzó su mirada encontrando a la chica de brazos cruzados frente a él, apagó la estufa y se recargo en la mesona con una sonrisa entre sus labios.

- No sería capaz de eso, mi amor.

- ¿Estás seguro?

- Acaso no confías en mí?- Preguntó falsamente adolorido llevándose una mano al pecho. Rosalie le miró fijamente y el suspiro.- No me mires así, me das escalofríos.

- ¡Entonces dame mis zapatos!

- No los tengo!

- Keigo, voy a molestarme mucho si tú los escondiste.

- Yo no los escondí, ¿por qué haría algo como eso?

- ¡¿Para no dejarme ir al voluntariado?!

- Ya te dije que estaba bien con eso.

- No es cierto, estás molesto. Y escondiste mis zapatos para que no fuera!

- Si, lo estoy. No quiero que seas parte de eso, pero no caería tan bajo como para esconder tus zapatos.

- ¿Entonces dónde están?

- No lo se, búscalos en otro lado. - Agitó su mano con desdén dándole la espalda, Rosalie apretó sus labios molesta.

- ¡Eres un inmaduro!

Keigo golpeó la espátula contra la mesa al escucharla y volteo molesto.

- ¿Yo? Cariño, ,¿quien es la que me está acusando de algo que tú perdiste?

- No los perdí, tu los escondiste!

- ¡Por una mierda!- Grito sobresaltandola, Rosalie Retrocedio cuando Keigo de la alacena saco su par de zapatos lanzandolos frente a sus pies con fuerza.- ¡Tomalos y ve a morir! ¿Eso es lo que quieres? ¡Bien! ¡Muérete!

- ¡Auch!.- Se quejo en voz alta sobando uno de sus pies debido a que había golpeado sus dedos. Keigo se veía furioso, una fase que Rosalie jamás había conocido.

El quejido de la chica hizo que Keigo destensara sus hombros y le viera culpable, rápidamente se acercó a ella queriendo ver el daño que le había hecho pero rosalie Retrocedio con sus ojos cristalizados.

- Perdóname, yo no..

- ¡¿Que mierda te sucede?!

El mirar molesto de Rosalie activo de nuevo la furia que sentía con todo el mundo, inclusive consigo mismo.

- ¿Que me sucede?! Que estoy aterrado Rosalie, hago todo lo posible para protegerte y tú solo quieres ir a morir!

- Por dios, solo quiero ayudarlos!

- ¡Ya haces suficiente en el voluntariado interno!. No es necesario que vayas con nosotros!

- Estaré bien.

HERO KISSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora