𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 | 𝐋𝐑𝐇

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Luke POV

"Imagina esto" Hablé aún tratando de recuperar el aire. "Tenemos unos cincuenta años y estamos teniendo sexo, entonces a mi me da un paro cardíaco después el orgasmo porque te sientes genial. Sería una muerte feliz ¿No?"

Alexa no respondió, por lo que alcé mi cabeza de su pecho y me miró incrédula.

"¿Qué?" Pregunté.

"¿En serio acabas de decir todo eso hace un segundo o fue producto de mi imaginación?" Yo reí regresando a mi cómodo lugar sobre ella. "Ay Dios, en serio eres increíble Luke"

"Lo sé" Hablé cerrando mis ojos. Podía escuchar perfectamente el aún acelerado corazón en su interior.

"A ver, no. Probablemente sea una muerte feliz para ti, pero para mi será traumatico. ¿Te imaginas?" Yo reí frotando la palma de mi mano en su pierna y sintiendo mi cuerpo relajarse lentamente. "La verdadera pregunta es; ¿Podremos tener sexo aún a los 50 años?"

"Si, obvio que si" Reí.

"¿Y qué si tengo dañada la cadera o algo?"

"Debe de existir una forma" Ella rio girando su cuerpo para abrazarme más de frente y enterré la nariz en su piel aspirando su perfume.

El día de San Valentín siempre era algo sencillo. Ambos teníamos la fiel creencia de que no tenía que ser el único día en donde debíamos demostrar el amor o cariño hacia otra persona. Pero era divertido también planear cosas como una cena básica, flores y chocolates, Alexa en lencería roja y yo deseoso por tenerla.

De alguna manera estábamos aprovechando cada momento juntos. Estaba a tan solo dos meses de comenzar el tour con la banda y sabía que nuestros periodos juntos entre conciertos serían cortos, así que Alexa estaba sobre mi todo el tiempo.

Por supuesto que no me molestaba en absoluto. Sobre todo si hacía todo lo que me hacía. Alexa era una mujer que sabía usar la sensualidad a su favor. Ella sabía de que manera mirarme, como gesticular alguna palabra o batir las pestañas para tenerme a sus pies.

"Se que no me preguntaste, pero creo que he encontrado el vestido perfecto" Yo alcé las cejas mirando directo a sus brillantes ojos. Peine su cabello con mi mano libre, realmente lo que sentía por ella era desmedido. "Es muy yo, si es que eso tiene sentido"

"Lucirás hermosa, estoy seguro de eso" Hablé sonriente, ella rió un poco. "Serás la mujer más hermosa del planeta y estaré ahí llorando cuando te vea"

"Oww no porque después lloraré yo también"

"No veo por qué no, ambos podemos darnos el lujo de emocionarnos" Propuse con tranquilidad.

"Supongo que si, muero de ganas por que lo veas" Hizo una mueca. "Oh... el otro día estaba hablando con Liz sobre cosas legales"

"¿Legales?" Yo alce una ceja.

"Si, porque técnicamente puedo pedir la ciudadanía Australiana cuando firmemos ante el Registro Civil"

"Oh cierto" Reí totalmente perdido en todos los trámites qué hay que hacer y que por alguna razón, no estaban en mi mente hasta que ella los mencionó. "¿Entonces? Te haré de Australia, deberías de agradecerme"

"Meh, podrás darme esos papeles pero seguiré haciendo salsa, celebrando la independencia en Septiembre y bailando cumbia" Saco la lengua y yo reí porque sabía que era cierto. "El punto aquí es que Liz me preguntó si cambiaría mi nombre"

"Oh..." Ella sonrió. "¿Quieres tomar mi apellido?"

"¿Quieres que lo use?" Alexa apretó los labios en una sonrisa y agitó sus pestañas haciéndome sonreír como idiota. Por supuesto que quería que usara mi apellido.