Nunca me había sentido así 4

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Todo el día ha pasado en el instituto sin nada reseñable. No he visto a Nick en todo el día, no hemos coincidido en los recreos y hoy no teníamos rugby ni tutoría. Íbamos a quedar esta tarde en su casa para que volviera a echarle una mano con el examen de mañana, pero no estoy seguro de si querrá verme. Esta mañana me pilló en la puerta del instituto besándome con Ben, y ahora cree que es mi novio. Diría que hasta sintió una punzada de decepción. Yo sí que la siento, pero de culpabilidad, y no debería. No he hecho nada malo. No estoy saliendo con ninguno de los dos, ¿por qué me siento como si le hubiera puesto los cuernos a alguien?

Me siento un poco afligido y no sé si debería llamar a Nick y darle explicaciones o fingir que no pasa nada y ayudarle con su examen. Pero me siento avergonzado. Mientras camino de vuelta a casa con intención de que el aire de Kent despeje mis ideas, me vibra el móvil. Me da un pequeño vuelco el corazón y lo miro: es un mensaje de Nick. Breve pero conciso. Me pregunta que si al final voy a ayudarle con el examen o no, que luego tiene entrenamiento y que no puede ser muy tarde ni mucho rato. Me apresuro a contestar y doy un sí directamente. Le ofrezco ir a su casa directo y acepta. Trago saliva. No sé muy bien cómo debo comportarme. 

A pesar de los nervios llego, y toco al timbre.

El chico del pelo dorado abre la puerta vestido de chándal y de nuevo, luciendo sus bíceps con una camiseta deportiva de manga corta. Me sonríe, me saluda. Me invita a pasar.

"Sólo tengo dos horas", avisa. Y entro.

"Sí, claro, sólo será un rato. No te preocupes". Sonrío de medio lado y me quito los zapatos ligeramente nervioso.

"¿Quieres té?" -Ofrece cortésmente, y acepto. Veo que alguien hace ruido en el piso de arriba. Nick contesta directamente viendo que miro hacia el techo:

"Es mi hermano, ha venido de visita este fin de semana". 

-Ah... ¿tienes un hermano? No me lo habías dicho.

"Nos conocemos hace muy poco, ¿no? No me ha dado tiempo". Y sonríe.

-Sí... supongo. Je, je. -Acepto la taza- Gracias. ¿Cómo se llama?

"Es David. Estudia en la Universidad de Plymouth, al sur. No me gusta mucho esa ciudad y el colegio ocupa todos mis días laborales, así que es él quien viene de vez en cuando. Ahora te lo presento". 

Empiezo a sentirme avergonzado. Como si se esforzara por ser amable y se mordiera la lengua para no preguntarme por el beso que me dio Ben en el colegio.

-Ah, sí... Claro. ¿Subimos a tu cuarto?

"Sí. Coge los libros, dame la taza" - Me la arrebata de las manos - Ven".

Y voy.

Sigo el rastro que deja el té que llevan las tazas posadas bajo su pecho y la vista de su culillo moviéndose al compás de los escalones. Me hace sacar una risilla silenciosa.

Me presenta a su hermano como el compañero de tutoría, sí, claro. ¿Qué otra cosa soy si no? David es agradable, me extiende la mano y me cuenta que va a salir en breve, que ha quedado con algunos viejos amigos. Que sólo estará aquí tres días. Me hace dos o tres comentarios de la universidad de Plymouth y finalmente me meto en el cuarto de Nick con él. 

Nos sentamos en el suelo, sobre la alfombra, como las últimas veces. Nick no parece distante, pero tampoco cariñoso. La última vez me sorprendió con un beso que casi me deja sin aliento, y ahora no creo que vaya a suceder. 

Y estaba en lo cierto. Estudiamos, le ayudo a resolver ejercicios, acabamos el té y me ofrezco a irme antes de que me eche, porque digo que me esperan en casa para cenar. Acepta con una sonrisa, me da las gracias y me dice que ya me contará mañana cómo le ha ido el examen. 

Nunca me había sentido así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora