Nunca me había sentido así.

Nunca me había sentido así 35

Cuando Nick empieza a perder la noción de sí mismo y me toca sin ropa de por medio, me doy cuenta de lo real de esta situación.

Se me amontonan mil cosas en la cabeza, no sé a cuál debo hacer caso. No sé si hago lo correcto porque no he hecho nunca esto antes, y no sé si realmente me siento cómodo o es sólo producto de las hormonas...

...pero lo que me pide mi cuerpo ahora mismo es no dejar a Nick parar. Y que toque lo que quiera, como quiera y el tiempo que quiera.

Y por un segundo, cuando Nick ha agarrado mi erección con fuerza tras haber apartado el pantalón del pijama que él mismo me ha prestado, he estado a punto de rendirme a sus pies. Pero él, intentando volver en sí y procurando siempre respetar el espacio que parezco pedir, aprieta la mano alrededor de mi erección hasta que siento que me duele, y otra gotita de líquido preseminal sale de mi punta mientras apoyo la frente en la de Nick y aprieto los párpados. Un rápido gemido de placer y dolor sale de mi garganta y siento a Nick caliente, apretando los brazos contra mi erección y mi espalda y soltando un grave gruñido que denota su excitación.

"P-perdona..."-suelta contra mi boca, lleno de ganas y resignación.

Y empieza a aflojar el puño con el que ha agarrado mi erección con todas sus fuerzas, respirando rápido y hondo, apretando los labios y entreabriendo los ojos delante de mí. Contengo la respiración sintiendo cómo los dedos de Nick rodean mi polla y cómo despacio va perdonándole la vida.

"Aaahh..."-es lo único que puedo decir. Siento alivio al notar cómo libera mi erección y por el daño que me ha hecho, se me afloja un poco.

Abre los ojos y tira de mis rizos con ganas. Estoy sensible por todas las esquinas de mi cuerpo y brinco al notarlo también. Suelta otra disculpa, esta vez más cerca de su natural voz ronca que de un gruñido. Respiro rápido sobre su nariz. Siente el aire que sale de mis pulmones frente su cara, y no quiere esquivarlo. 

"N-Nick..."-susurro entre jadeo y alivio por sentirme liberado. Abro los ojos y me encuentro con los suyos, oscuros y llenos de deseo. Sus pupilas se han dilatado y sus mejillas arden en un brillante color rosáceo. No habla, sólo me mira y me agarra apretando mi cintura y tirando de mis rizos.

"Te... ¿te he hecho daño, verdad?..."-susurra arrepentido y dubitativo. Le observo y no puedo apartar mis iris de los suyos. Me siento hechizado y en una burbuja en la que sólo estamos él y yo.

Cierro los ojos, parpadeo, los abro de nuevo, inhalo, exhalo... y no me separo de él. Sigo aferrado a su cuello y sus hombros mientras apoyo mi frente contra la suya. 

"S-sí..."-susurro contra su boca. 

Nick cierra los ojos y frunce el ceño. Aprieta los labios y chirria sus dientes moviendo la mandíbula, mostrándose frustrado y arrepentido.

"Lo siento..."-susurra tan, tan bajito, que apenas lo percibo. Respiro hondo.

"Charlie..."-pronuncia mi nombre apenas consciente del efecto que tiene eso en mí. Exhalo profundamente, se separa de mi frente, me observa. Acaricio su nuca y me abalanzo sobre su boca de nuevo, haciéndole tumbarse y quedando yo sobre él. Mi entrepierna se restriega directamente sobre la suya y sobre su barriga, haciéndole soltar un gruñido en el que posiblemente haya habido una pizca de dolor. No tengo tiempo de disculparme, porque no me deja separar mis labios de los suyos. En cuanto se tocan, parecen imantados. Manosea mi espalda y mis hombros, y el fino pantalón del pijama que Nick me prestó anoche empieza a mojarse un poquito por donde roza con la punta de mi erección. Nick quiere seguir, quiere hacer más, quiere tocar más, quiere correr más. Y yo no sé si qiuiero lo mismo, pero lo que si sé es que no quiero quedarme justo en este punto. Creo que él siente que este momento es un no retorno, pero yo no dejo de pensar en todas las posibilidades que tengo ante mí. Seguir, parar, esperar, terminar, disfrutar sin pensar, pensar y parar, pensar y seguir, dejarme llevar, yo...