Nunca me había sentido así 33

789 40 47
                                    

Invito a Nick a entrar en casa.

Ya que parece que vamos a pasar mucho tiempo juntos, o al menos, más de lo que hacíamos antes, prefiero que mis padres traten un poco más con él y sepan que estoy en buenas manos cuando quedamos.

Bueno, eso me gusta pensar.

Y hasta el momento no ha demostrado lo contrario.

A pesar de que lo único que me apetece ahora mismo es meterme en la cama de Nick y no salir en todo el fin de semana, prefiero hacer esto para que luego mis padres no se pongan pesados llamándome. 

Pero sólo un rato.

No es que quiera acostarme con Nick de repente, ni que lo desee todo el tiempo... pero sí que quiero seguir adentrándome en lo que sea que empecemos a tener o que podamos sentir el uno por el otro.

Saludo en voz alta en cuanto cruzo el umbral de la puerta y Nick hace lo mismo. Mi madre viene en mi busca y se topa directamente con el jugador de rugby, lo cual la deja sorprendida por un segundo. 

"Ah, soy... Jane. Encantada, ¿y tú...?"-procura saber incluso antes de que me de tiempo a pronunciar el nombre de mi invitado.

"Nick Nelson", dice mientras sonríe levemente y se quita la chaqueta del uniforme. Estrecha la mano a mi madre y ésta le ofrece pasar en señal de cortesía. Nick la sigue hasta la cocina mientras ella cuenta no sé qué de fregar los platos y de que últimamente estoy poco en casa, al tiempo que me descalzo y pongo los ojos en blanco. Mi hermano pequeño aparece, se presenta rápidamente y se va a jugar a su cuarto. Menos mal que no se queda a dar la lata. Mi padre también aparece, por dios santo, ¿por qué viene todo el mundo de repente a la cocina?, se sirve una bolsa de té rojo en una taza y espera a que hierva el agua de la kettle, mientras se presenta a Nick y le ofrece sentarse en una silla amablemente. Yo observo como un mero espectador, y me pregunto qué opinión se estarán formando de mi nuevo compañero de vida. Subo un momento a la habitación para ponerme ropa más cómoda y dejar mi mochila, y mi hermana aparece con una sonrisa pícara y ojos acusadores. La miro, me avergüenzo y baja a paso ligero para conocer de primera mano al que está volviendo idiota a su hermano pequeño.

Oigo a todos hablar un poco con Nick y finalmente, cuando voy a bajar, me lo cruzo subiendo a mi cuarto con dos tazas de té en la mano y una sonrisa cálida. Todo él es así: a tiempo, tenue, dulcificado. 

Le miro y me sonrojo levemente, acepto el té agradecido y nos metemos en mi cuarto a echar un rato rápido. Jugamos un poco a la consola, comentamos algunas cosas de clase, nos repanchingamos en la alfombra. Cuando han pasado unos... cuarenta minutos, decido que ya hemos tenido suficiente por esta vez de la familia Spring. Le invito a irnos y accede, sin preguntar ni añadir nada más.

Me pongo un poco nervioso.

"¿Quieres hacerlo de nuevo...?", recuerdo lo que me ha dicho hace un rato.

"Quiero acostarme contigo", sus primeras confesiones hacia mi persona relacionadas con la pura intimidad y el deseo.

Me sonrojo como un tomate y me pregunto cuál será el siguiente paso. O si yo quiero que haya alguno. O si quiero detenerme aquí, o si quiero seguir hasta el final... la verdad es que estoy hecho un lío.

Pero a la vez me siento bien de haber sido toqueteado por Nick Nelson. 

Me excito levemente cuando lo recuerdo.

Estaba tan cachondo que me dolía la polla.

Y los restregones de Nick contra ella no fueron delicados precisamente. Pero me gustaba... hasta que fue demasiado.

Y me corrí.

Dentro de mis propios calzoncillos, en la cama de Nick y bajo su regazo caliente. Lo que no veo normal ahora es que haya podido estar estos dos meses sin apenas tocarle o dejarme tocar por él. 

Nunca me había sentido así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora