Nunca me había sentido así 20

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Cuando me despierto en mitad de la noche pego un brinco. Por un momento no sé dónde estoy, con todo a oscuras con vistas a una ventana pequeña enfrente que me ofrece una panorámica de Kent en plena noche. 

Miro a mi lado y encuentro a un Nick Nelson plácidamente dormido, respirando hondo y con su pecho subiendo y bajando. Estoy en el hospital, me quedé aquí con él. La imagen de su persona con esa tranquilidad me produce ternura y calma. Su cara gira hacia el otro lado, así que sólo puedo apreciar su cuello y el filo de su mandíbula. Incluso esa zona de su cara me parece linda. Me levanto con mucho cuidado para no despertarle y cojo el teléfono. Son las 05.00am. En dos horas me voy de aquí para ir a casa, ducharme e irme al instituto. En media hora amanece. Pienso en si debería irme ya para no arriesgarme a despertar a Nick y desayunar tranquilo. Llevo tres días con unas prisas tremendas y mi cuerpo me pasa factura. Le mando un mensaje a mi madre diciéndole que en un rato llego, para evitar que me llame y se ponga pesada.

"Hey..."

Me giro de pronto y veo a Nick medio despierto, con ojos entrecerrados y sólo iluminado por una tenue luz de la calle.

Susurro.

"No quería despertarte".

Él también susurra.

"No me has despertado. ¿Qué haces?"

"Hablando con mi madre. En breve tengo que irme".

Se queda callado un momento.

Y abre de nuevo la boca:

"Si quieres te acompaño..."-sonríe-

Me río, parece que éste chico también guarda sentido del humor. No sólo seriedad y dulzura.

"Vendré después del colegio, ¿vale?"-prometo-

"Vale"-susurra sin apartar los ojos de los míos, y extiende el brazo para acariciarme muy suavemente el mentón-

Mi corazón palpita un pelín más fuerte. Y vuelve a hablar.

"Creo que me van a dar el alta en un par de días".

Sonrío.

"Muy bien. Ya te ayudaré a ponerte al día".

"Seguro"-y sonríe de nuevo, con la boca cerrada y sólo de medio lado-

Deja de palpar mi mentón y me levanto de la camilla, con algo de pena y sueño. Salgo por la puerta con sigilo y respiro hondo. No sé muy bien qué ha pasado esta noche... O sea, empiezo a entender que... bueno, que me atrae un poco. Si no, no creo que hubiera accedido a todo esto y, bueno... no me habría preocupado tanto cuando Sarah me dijo que había tenido un accidente, y... supongo que me habría ofendido las veces que me ha besado, pero en lugar de eso, lo disfruté y me empalmé.

Había olvidado ese detalle. Me pongo un poco colorado cuando lo recuerdo.

Bajo la escalera, pido un Uber, viene a los cinco minutos y me voy a casa. Entro con sigilo para no despertar a nadie, pero encuentro a mi padre en la cocina bebiendo un té.

"Papá, ¿qué haces despierto?-hablo en voz baja-

"No podía dormir. ¿Y tú qué?"

"Vengo del hospital, ya sabes que Ben tuvo un percance..."

"Ya... pero no sabía que te ibas a quedar a dormir".

Me mira en silencio. Da un sorbo a su té. Luego levanta las cejas y sonríe un poco.

Me siento en la silla al lado de la suya y me rindo ante la evidencia de su perspicacia. 

"Bueno, no es Ben quien está mal, es... un chico que me gusta".

Nunca me había sentido así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora