Nunca me había sentido así.

Nunca me había sentido así 32

Tocan a la puerta y pego un brinco, pero no me llego a incorporar porque Nick no se mueve de donde está. 

"¿Sí?"-pregunta mirando hacia la puerta, quedándose totalmente quieto.

"Nick, me voy a la compra. Si necesitas algo llámame al móvil"-Dice Sarah, con un tono un poco alto pero sereno-

"Vale"-Responde Nick también con un tono alto, pero también sereno-

Y me mira.

Le miro con ojos abiertos y respirando fuerte, pero intentando permanecer silencioso.

Espera unos segundos hasta que oye la puerta cerrarse, y cuando sucede, Nick se me queda mirando tranquilamente y de repente, sonríe levemente por el lado en el que tiene el moratón. 

Está tan guapo...

Jadeo para respirar hondo, porque me había contenido hasta ahora. ¿Por qué sonríe?

"Eres tan mono..."-suelta en un susurro, metiéndose de nuevo entre mi cuello y mi hombro-

Se sienta sobre mí apoyando su trasero sobre mi entrepierna y se restriega con toda la intención, bruscamente. Suelto un gemido sin que pueda evitarlo. Mi erección sigue intacta y la siento palpitante bajo la suya, que ahora se apoya en mi barriga y me hace pensar que gracias a dios no soy el único que se empalma aquí.

Al susurrar en mi oído siento que no puedo resistirme, ni quiero. No es tan malo acostarse con alguien que no conoces... ¿verdad? 

Y... creo a Nick.

Le creo si me dice que es un tío tranquilo. Y siempre le veo tan sereno y tan dulc-

Ah.

Sale de mi cuello y vuelve a mi boca, me agarra bruscamente de la mandíbula y acaricia mis rizos con la otra. Me propina un beso digno de película romántica... que roza la libinidosidad. De nuevo siento su saliva caer dentro de mi boca a través de su lengua y mi cadera, sin poder evitarlo, se mueve inconscientemente empujando hacia arriba para notarle más cerca aún. Nick gime contra mis labios y yo siento mis mejillas ardiendo. Sonrojado como nunca. Mi corazón palpita a toda velocidad y mis manos, que hasta ahora estaban relajadas, atacan el torso de Nick como si fuera el último salvavidas de un barco que se hunde. Se agarran a sus hombros, luego pasan por su espalda, suben de nuevo a sus hombros, acorralan su nuca, bajan a su cintura, vuelven a su espalda, una en el hombro y otra en la espalda.

Y Nick se restriega contra mí cogiendo una velocidad que empieza a tener cierto ritmo. Siento un enorme calor subirme desde el ombligo, y cientos de mariposas vuelan desde la boca de mi estómago hasta el resto de mi cuerpo.

Gime contra mi boca, otra vez. Y otra, y otra vez. Me pregunto si le dolerá el labio, si le dolerá algo. Cuando gimo otra vez yo en silencio, me separo un centímetro de su boca luchando por placar su lengua sedosa para suplicarle que tenga piedad de sus propios moratones.

Se ergue. 

Le miro atento, sonríe en silencio. Por el amor de dios. Siento como si sus ojos oscuros pudieran atravesarme hasta llegar a mi alma, y susurra:

"Sí, Charlie, tendré cuidado..."

"V-vale..."-digo en un tono tan tenue que hasta suena ridículo.

Y el haber pronunciado de nuevo mi nombre me hace tener que apretar los párpados porque por un momento dudo que esto esté ocurriendo de verdad. 

Y su cadera se restriega de nuevo contra mí, siendo todo lo agresiva que puede llegar a ser.

Inspiro hondo para ahogar un jadeo inminente.