Nunca me había sentido así 38

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Me he quedado helado tras las palabras de Nick.

Acaba de confesar, como si hubiera cometido una especie de crimen.

No entiendo lo que pasa.

"¿Qué...?"-suelto, desconcertado.

Me mira afligido.

Y por un momento siento de nuevo que no conozco a la persona que tengo a mi lado. Me entran ganas de llorar.

"...fue un accidente. Te lo juro"

Empiezo a dudar de los juramentos de Nick Nelson. La última vez que lo dijo fue asegurando que no era violento, después de haberse dado de hostias con Ben. De nuevo, implicado con Ben. De nuevo, aparentemente Ben saliendo perdiendo por culpa de Nick.

Me cambia la cara. Me siento engañado.

Me levanto en silencio y me dirijo a la puerta. Nick empieza a pronunciar mi nombre pero antes de que lo termine, ya he cogido mi mochila y me he ido de su casa.

Me castigo todo el camino diciéndome que soy estúpido e incluso una mala persona. Llego a casa y encuentro a mi hermana viendo la tele.

"¿No ibas a dormir fuera?"-me mira desconcertada.

"...al final no"-y subo a mi cuarto para cambiarme de ropa. Deshago la mochila, me pongo unos vaqueros y vuelvo abajo. Pido un uber y voy al hospital. Hago lo debido y punto.

Y que le den a Nick Nelson. Desde que se metió en mi vida todo son problemas, malentendidos, montañas rusas de emociones. Necesito calmarme.

Pero me entristece la idea, para ser honestos.

Cuando cruzo el umbral del hospital saludo con un gesto a la persona de secretaría. Ya le suena mi cara. Subo directo a pediatría y me encuentro con mi madre, con cara de preocupación. La entiendo, conocemos a Ben hace años, y a su hermano pequeño. Nuestras madres han compartido varias conversaciones y algún que otro café. La saludo y me dice que la madre de Ben ha bajado a cuidados intensivos ahora mismo. Le pregunto por Ben y me dice que no le ha visto aquí. Es muy raro, porque cada día que he venido, sin importar la hora, él ha estado aquí custodiando a su hermano.

Mi madre me da un beso, anuncia que ya se va a casa y le digo que me quedo un rato. Saco el móvil y lo pongo en silencio en medio del bullicio de los enfermeros caminando por el pasillo y los llantos de los niños ingresados. Llamo a Aled a pesar de la escasez de cobertura. Lo coge y su tono agradable se torna serio cuando le digo donde estoy y el por qué. Me dice que no lo sabía, que no había hablado con Ben desde ayer. Le digo que creo que es hora de dejar de darle su espacio y de mostrarle más apoyo directo, y está de acuerdo. Me dice que va a venir y simplemente asiento.

Cuelgo.

De repente me encuentro solo en el pasillo. Como si la llamada hubiera calmado las aguas. Me apoyo en la pared y me dejo caer al suelo. Bajo la vista frente a la puerta de lo que había sido la habitación de Alexander todos estos días y me arrepiento de no haber entrado a verle.

Y siento que alguien me observa.

Alzo la mirada y encuentro a Ben al fondo del pasillo, de pie, quieto. Serio. Me mira con ojos vacíos. Siento que ahogo un sollozo en mi garganta.

Se acerca a mí silenciosamente y se deja caer a mi lado.

No sé qué decir.

Simplemente posa su cabeza en mi hombro y yo dejo caer la mía de lado, tocando la suya en señal de apoyo.

Nos quedamos así un rato. No sé cuánto. Me siento afligido.


Y sin esperarlo, ni anunciarlo, ni poder creerlo... aparece Nick.

Nunca me había sentido así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora