SeungMin bajó corriendo las escaleras, siguiendo el aroma molesto de Bang, entró al comedor y se dió cuenta de aquella escena frente a sus ojos.
Aquel hombre tenía sangre en su labio y un ojo completamente morado del golpe que le habían dado, Bang en cambio estaba tronando los dedos, listo para dar el tercer golpe, pero el pelirrojo se puso en medio.
--- ¡Déjalo en paz! --- gruñó Kim empujando al mayor, logrando que este retrocediera dos pasos.
Chan lo miró sorprendido por unos momentos pero después volvió a su semblante serio, con aquella mirada pesada y dominante.
--- No te metas en esto Kim, esto es entre ese empleado y yo así que ve a tu habitación --- dijo demandante.
--- No me voy a ir de aquí hasta que dejes de golpear a personas inocentes como él --- respondió el menor.
--- No te estoy preguntando si quieres, te estoy ordenando lo que quiero yo --- dijo en un gruñido.
--- A mí tú no me mandas --- dijo SeungMin soltando pequeños gruñidos.
--- J-Joven... Haga caso, no se meta en problemas --- dijo el beta desde el piso, pidiendo que el menor saliera de ahí antes de que algo malo pasará.
--- Ve a tu habitación --- habló Chris --- Si no vas a tu habitación tendrás que-
--- A mí no me digas tus malditas amenazas Bang --- dijo SeungMin de golpe --- No me das miedo, así que deja de querer mandarme.
Bang lo miró sorprendido de nuevo, clásico de todo adolescente, ser rebelde incluso si eso depende de su vida, pero él era Christopher, era un mafioso y un chiquillo de pelo rojo no lo iba a dejar en ridículo.
--- Te lo advertí --- murmuró y cargó a SeungMin, tomándolo con fuerza de los muslos para después recargarlo en su hombro.
--- ¡Suéltame! --- el menor empezó a patalear y el alfa tuvo que agarrarlo con más fuerza.
Lo llevó hasta su habitación, dónde había pasado el celo del gamma y lo aventó en la cama con fuerza, tomó sus manos y las puso arriba de la cabeza del pelirrojo, apretando con fuerza, dejándolo completamente indefenso.
--- Escúchame bien Kim SeungMin --- dijo tomándolo de la mandíbula haciendo que este soltara un pequeño chillido --- A mí se me obedece, no me importa que seas un niño aún, quiero que me obedezcas, quiero el control y un chiquillo como tú no me va a impedir tenerlo ¿Entendiste?
Kim estaba demasiado abrumado por las feromonas del alfa, su lobo estaba inquieto, rasguñando de nuevo su interior, sintió sus piernas temblar y se vió obligado a asentir ante las palabras del mayor.
Chan lo soltó, viendo cómo había dejado pequeñas marcas rojas en sus muñecas y en su mandíbula por la fuerza que había aplicado, tal vez se pasó un poco, más de lo que debía, solo quería asustarlo.
Pero él era un alfa, su orgullo lo cegaba por lo que no pudo disculparse, caminó hacia la puerta para salir de la habitación mientras se arreglaba la corbata, volvería al castigo que le estaba dando a ese hombre minutos atrás, antes de que el gamma llegará.
SeungMin lo siguió con la mirada mientras trataba de volver en sí, aquel rico aroma lo había dejado algo abrumado, pero no lo suficiente como para detenerlo.
Se levantó rápido y corrió hacia él alfa tomándolo de la mano para jalarlo hacia él, pero el peli azúl fue más rápido y lo estampó en la pared con fuerza sacándole un chillido ante el golpe en su espalda.
--- No hagas algo de lo que te puedas arrepentir SeungMin --- dijo Chris --- Obedece y quédate aquí.
--- N-No --- tartamudeó el pelirrojo, sintiendo su cuerpo responder ante el aroma de su hyung --- Yo te dije que no ibas a ponerle una mano encima a ese hombre, no quiero que sigas golpeando a personas inocentes solo porque te crees un alfa que lo puede y tiene todo.
Chan dió un fuerte gruñido y lo tomó del cuello, decir que estaba enojado era poco, nadie le decía que hacer y mucho menos un niño como él.
--- Tú a mí no me debes decir nada, no eres más que un simple niño de dieciocho años que se queda en mi mansión como un trofeo así que deja de llevarme la contraria --- soltó aquellas palabras molestas.
El gamma se quedó en silencio ante lo que había dicho, eso era, solo un trofeo como en la casa de sus padres, nada cambió, todo seguía igual pero está vez podía ayudar personas y no iba a dejar que vieran a los demás empleados como lo ven a él, como un bonito trofeo.
Tenía que pensar en algo rápido para evitar que Bang siguiera humillando de esa forma a todo el personal en esa mansión, sabía lo que a los alfas cómo Christopher les gustaba, sabía que un mafioso como él solo tenía una debilidad.
--- Hagamos un trato... --- murmuró mientras levantaba la mirada, viendo aquellos ojos fríos, llenos de maldad y superioridad.
--- Mhm... ¿Qué trato? --- preguntó Christopher mirándolo a los ojos mientras una sonrisa ladina se formaba en sus labios, pasando su lengua por sus dientes para después recargarla en su mejilla.
El pelirrojo lo miró, sus piernas temblaban, tal vez tenía miedo o estaba nervioso, tal vez las dos cosas, bajó la mirada tratando de controlar a su lobo pero este estaba demasiado inquieto hasta el punto de que su aroma se hiciera más dulce.
--- El trato es que dejes de castigar a tus empleados, son personas y se equivocan --- dijo el menor dudando un poco de lo que iba a decir --- A cambio... Cuando estés molesto, puedes usarme.
El alfa lo miró fijamente, sonrió con maldad y pegó más su cuerpo al del gamma, soltando sus feromonas a propósito.
--- ¿Usarte? --- preguntó con fingida inocencia --- ¿Usarte cómo?
--- Lo sabes perfectamente... --- murmuró Kim sintiendo que en cualquier momento iba a bajar la guardia.
--- Está bien... No les haré nada, a cambio, me dejaras follarte las veces que yo quiera y sin chistar.
Lo tomó de la mandíbula con un poco de fuerza y este asintió haciendo sonreir a su hyung.
--- Trato hecho pequeño...
¡¡¡AHHHH SE NOS VIENE!!!
KGMEKGKDJGKD AHORA SÍ
Gracias por leer esta historia,
Espero que les haya gustado,
Nos vemos en el próximo
Capítulo 🦋Sary...🥀
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🍒 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌 𝑳𝒐𝒕𝒖𝒔 | 𝑪𝒉𝒂𝒏𝑴𝒊𝒏
FanfictionChristopher Bang, un alfa violento y agresivo, jefe de la mafia más poderosa del mundo, rodeado de enemigos que quieren destruirlo. Kim SeungMin, un gamma sensible pero de carácter fuerte y agresivo cuando se requiere, la debilidad más hermosa de Ch...