Capitulo 24

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La semana se desarrolló sin ningún problema, me encontré con Naoko un par de veces pero no tocamos el tema del beso ¿Fue un mal entendido de mi parte? Las cosas entre nosotros volvieron a ser como antes.

-¡Tomioka!

-¿Kocho?

-¿Cómo se siente?

-Bien gracias por preguntar.

-Me alegro mucho espero que se recupere muy pronto.

Me quedé en silencio y se fue con una sonrisa como es característico en ella.

El transcurso del día paso sin mayor problema estaba leyendo un poco en el salón de profesores esperando la hora de la última clase.

Mañana finalmente nos veremos de nuevo, estos días nuestra comunicación ha sido fría y cortante, además de que ella ha estado muy ocupada con algunos proyectos.

Una estudiante entró jadeando y sudando buscando algo con la mirada en total estado de agitación.

-¡Tomioka sensei!

-¿Pasa algo malo?

-¡Si! Hay dos alumnos a punto de tener una pelea en el patio trasero.

Me levanté apresurado y la seguí para impedir la pelea.

No pude evitar suspirar al encontrar quién estaba involucrado en todo esto.

-¿Otra vez Gyutaro?

Al verme salió corriendo y antes de alcanzarlo verifique quien era la otra persona.

-No seré piadoso con los que rompen las reglas de forma constante así que espérame en el salón de castigo.

-Tomioka sensei.

-Si no está ahí cuándo llegue iré por ti personalmente.

Palideció ante mis palabras y me dispuse a encontrar al otro culpable. Me gusta utilizar una katana de bambú para disciplinar a los alumnos incorregibles.

Lo saqué de su escondite arrastrándolo al salón de castigo.

-¡Oye! Que te pasa viejo loco ¡Déjame ir!

Hacia todo lo posible por librarse de mi agarre sin éxito alguno.

-Ustedes dos son una vergüenza para esta escuela así que no merecen misericordia.

-De que mierda hablas viejo, solo estábamos jugando ¿Verdad Genya?

Genya solo asentía ante las palabras de Gyutaro.

-Ustedes dos siempre causan problemas así que no lo dejaré pasar tan fácilmente.

Genya intenta salir corriendo y lo sujeto de la camisa con fuerza y lo senté de nuevo.

-Su castigo serán 30 vueltas alrededor de la cancha de atletismo.

Sus rostros se pusieron pálidos y sus miradas se cruzaron por un momento, me observaban detenidamente como un animal acorralado.

Los arrastre fuera para que cumplieran con el castigo, pero ambos intentaron escapar por lo que tuve que correr con ellos, hasta que ya no pudieron más.

-¡Oye! ¡Ya déjanos ir! No siento mis piernas de tanto correr.

Le di un golpe con la katana, Gyutaro me veía con mucho rencor.

-¿Esa es forma de hablarle a tus mayores? Además les falta cumplir con 15 vueltas.

Genya parecía desmayarse cuándo escuchó que aún faltaban 15 vueltas.

Dulce indiferencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora