El olor amargo del café picaba mi nariz sutilmente, aún no quería abrir mis ojos y quería permanecer más tiempo en cama.
Estiré mi cuerpo y mis manos buscaban su calor pero él no estaba ¿Se fue? ¿Fue todo un sueño? La única forma de saberlo era abriendo los ojos.
La oscuridad que predominaba en la habitación se había esfumado y los rayos del sol entraban por la ventana, lo que me causaba incomodidad, sin más opciones, lo primero que observé al despertar fue el techo.
Me levanté y fui al baño, no todo estaba en completo silencio.
-¿Te desperté?
Negué con la cabeza y me senté en la mesa para revisar mi agenda.
Él me observó en silencio y continúo en la cocina, poco después se acercó con un vaso de jugo y una taza de café.
Estábamos sentados frente a frente en silencio pero no era incómodo ni agobiante, al contrario, era reconfortante.
-Si quiere nos podemos quedar en casa.
Le dió un sorbo a su café mientras observaba la tableta en mi mano y los papeles en la mesa al escuchar un sonido proveniente de la cocina se levantó rápidamente y lo seguí con la mirada.
Estaba tostado pan, me sorprendió mucho ya que Giyuu prefiere la comida japonesa tradicional.
Colocó frente a mi un plato que contenía huevo y salchicha con el pan tostado además trajo un poco de yogur y avena.
Cuándo terminamos el desayuno, me levanté para limpiar la cocina y lavar los platos pero él me detuvo.
-No te preocupes, esto no me va retrasar.
Me coloque de puntillas y le plante un beso en la mejilla, él me seguía con la mirada y silenciosamente se deslizó a mi lado para ayudarme con la limpieza.
-Dejame hacerlo, es lo justo ya que hiciste el desayuno.
Sus manos se detuvieron y desvío su mirada hacia mi, al sentirlo, hice exactamente lo mismo.
Un suave beso fue plantado en mi frente y sonrió amablemente, continúo lavando los platos como si nada hubiese pasado, al contrario, yo sentía que todo mi ser flotaba ya que es muy raro ver en él una sonrisa tan dulce y amistosa.
Continué ayudándole a ordenar y cuándo finalmente terminamos vimos algo de televisión.
No sé que tipo de programa le gustan, tengo curiosidad de conocer ese lado de él; Nunca imaginé que es un amante de las películas viejas especialmente las extranjeras pero siento que va con su personalidad.
-Me sorprende que te gusten ese tipo de películas.
Permaneció en silencio sin desviar la mirada de la pantalla, me levanté a la cocina para conseguir bocadillos me siento un poco extraña de ver películas en la mañana ¿No es mejor verlas en la noche?
Eso aumenta el romanticismo pero con ese tipo de películas dudo que eso pase.
No suelo ver películas ni series, suelo preferir la lectura quizás por eso me siento como un pez fuera del agua.
Me acosté en el sofá colocando mi cabeza sobre sus piernas, suavemente sus dedos se enredaban con mi cabello y su otra mano reposaba en mi cintura.
Veía la película que era tipo detective en blanco y negro sin sonido, así que me sentía un poco aburrida.
-¿Un libro?
-Lo compré para ti... olvide dártelo ayer.
-Gracias.
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Dulce indiferencia
FanfictionDicen que la felicidad es tan frágil como un vaso de cristal y la vida tan efímera cómo un suspiro ¿Resiste el amor la prueba del tiempo?