Dulce indiferencia

Capitulo 29

El sonido suave del motor y la luz que parpadea incansablemente me terminan despertando de mi largo sueño, recordándome que estoy en un viaje junto a Giyuu.

Me gusta mucho su perfíl, se ve muy sereno mientras maneja, al ver por la ventana fui cautivada por los hermosos árboles que estan llenos de color mientras atravesamos el camino dentro de un bosque.

-Rente una cabaña pequeña enmedio del bosque.

Giyuu había insistido en organizar el viaje así que no puse resistencia, honestamente no me sorprendió que escogiera este lugar.

-Esta bien para mí, es un lugar lleno de vida y color.

Faltaban algunos minutos para que llegáramos a nuestro destino así que disfrutaba el paisaje por la ventana.

-Finalmente llegamos.

Me estire un poco ya que estaba cansada del largo viaje en auto.

-Lamento que el viaje fuera tan largo.

Giyuu me colocó un chal y me dió un ligero beso en la cabeza mientras susurraba sus disculpas, no pude evitar sonrojarme un poco ya que habían más personas alrededor,  aunque cada quién estaba en sus asuntos y no nos prestaban atención.

-¡Bienvenidos! ¿Tienen reservación previa?

Giyuu le mostró su identificación y charlaba con la recepcionista mientras yo observaba el lugar.

Es muy romántico, silencioso y tranquilo.

-Vamos Shinobu.

Seguí a Giyuu que llevaba nuestro equipaje hasta llegar a una cabaña rústica rodeada por muchos árboles.

-Hermoso.

Lo dije sin pensar en realidad, pero el lugar me daba una sensación de deja vu.

-¿Te gusta?

-Si, mucho.

Nos fuimos a la habitación a dormir una pequeña siesta.

No puedo sentir a Giyuu con mis manos así que me despierto un poco apresurada y veo alrededor, no hay ningún rastro de él en la habitación.

Todo está silencioso ¿Habrá salido? No creo, me hubiera llevado con él, quizás está cocinando o haciendo algo.

Me puse un pijama y me cubri con una manta ya que las noches se están volviendo cada vez más frías.

Mi corazón late con fuerza como si ya hubiera vivido este momento antes.

Él estaba sentado afuera tomando té con un yukata y observaba el cielo nocturno, me acerque de forma sigilosa y lo cubro con mi manta.

-Las noches son frías Giyuu, podrías enfermar.

Él me sonrió de forma cariñosa y me ofreció té, me sorprendió un poco pero acepté con una sonrisa.

Los dos cubiertos por una manta y tomando té bajo un hermoso cielo nocturno, en un escenario como este es imposible no enamorarse más de este hombre de hielo.

-Eh... la luna está hermosa esta noche Giyuu.

Tome un sorbo de té y continúe observando la luna brillante.

-Si Shinobu, al igual que la luna de esta noche, tu brillas enmedio de la oscuridad.

Mi ojos se fijaron en los suyos y sentía como mi rostro estaba ardiendo de vergüenza por sus palabras.

- Si que sabes cómo hacer estremecer mi corazón Giyuu.

-¿Está mal?

-Claro que no.