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EL CAMINO YA ERA ABURRIDO DE SÍ MISMO. Ya habían avisado que en menos de treinta minutos pararíamos en una gasolinera solo para hacer nuestras necesidades. Tenías la esperanza de que alguien de tu escuela secundaria no hiciera el tonto y viniera al autobús más tarde, sería un retraso, deberías llamar a la delegada para eso, que era Keching.
Pasados esos aburridos minutos llegaron a una gasolinera, en este caso dejaste a Scaramouche en tu manta, pero él insistió:
──¡T/N, quédate aquí! Y si te hace algo el estúpido de Tartaglia...
──¡No te preocupes, sé cómo protegerme, Scaramouche! además tengo a los maestros y a Baizhu para curarme si pasa algo.
──Bueno... Pero, vuelve rápido, ¿de acuerdo? ──suspiro con enojo, luego dejo de sostener tu mano, permitiendote irte.
Te bajaste del autobús con una gran sonrisa en la cara, yendo directa al baño y luego yendo a comprar algo para Scaramouche, como un pequeño regalo, no estaría de más comprarle unos chocolates. Fuiste a pagar los chocolates que compraste, mirando a Xingchiu antes de irte, retrocediendo un poco hacia Xingchiu para saludarlo.
──¡Xingchiu! ¿Cómo estás? ──preguntaste mientras cruzabas levemente los brazos para tener un mejor control sobre la caja de chocolates y que no se caiga.
──Ah, T/N, pues... si te soy sincero, un poco cansado, ¿no te importa si cuando lleguemos a la fiesta me acompañas a descansar a algún lugar cercano? ──preguntó. Parecía querer un favor tuyo.
──Claro, cuando lleguemos lo haré. Ahora voy a ir al autobús, ¿de acuerdo?
──Gracias, y por supuesto, ve al abutobus. ──él te devolvió la sonrisa mientras que esta vez, sí, ibas al autobús.
Entraste y lo primero que viste es un chico de estatura media que parecía sacado de un cuento de fantasía. Te sorprendiste al verlo, era majestuoso, estabas a solo unos metros de él, claro, no ibas a engañar a Scaramouche con él, eso seguro.
Tenía cabello rubio y ondulado, medida mediana. Ojos color ámbar y ropa elegante como si fuera un príncipe. Cuando te vio, se acercó a ti con una sonrisa juguetona, wow, ¿a muchos les gustas? incluso los nuevos...
──¿Nos conocemos? No lo creo... Mi nombre es Osamu Misako. ¿Cuál podría ser tu nombre? ──sonrio ampliamente.
──Mi nombre es T/N, me alegro de conocerte Osamu, pero tengo que ir arriba, tal vez hablemos más tarde, ¿de acuerdo? adiós.
No lo dejaste articular una respuesta, solo te apresuraste escaleras arriba, donde estaba Scaramouche, quien te vio llegar con la caja de bombones. Fruncio el ceño un poco antes de que te sientes.
──Conociste a ese chico, Osamu Misako, ¿verdad?
──Sí, bueno, lo conocí ahora mismo, parece agradable. ──dijiste esperando una respuesta del peli añil.
──No te dejes llevar por sus encantos, es el típico chico que quiere conquistar a todas las chicas para luego dejarlas con el corazón roto. ──pauso. ──También lo conocí cuando era más joven, no es de fiar.
──¿No es digno de confianza dices? ¡No creas que me enamoré de sus encantos! Puede parecer atractivo, pero no puede hacer que me enamore de esos encantos.
──Si tú lo dices, tengo más confianza en ti, sé que soy el mejor, nunca irás por otro. ──sonrió confiado y lleno de orgullo y ego.
──¡De eso seguro! ──respondiste con un tono alegre mientras mirabas levemente la caja de chocolates, preparándote para dársela.
──Oye, dejando todo eso de lado, te voy a regalar una caja de chocolates amargos, sé que te gustan así que te compré unos.
Extendiste levemente tus brazos hacia él, con la caja de chocolates en la mano, él ante este amable acto de tu parte se quedó con una mirada levemente sorprendida, para luego convertirse en una leve sonrisa, agarrando los chocolates.
──Qué amable de tu parte T/N, me aseguraré de comerlos antes de que se derritan. ──dicho eso, puso los chocolates en su regazo, abriendo la caja con mucho cuidado, comenzando a comer uno por uno, eso sí, con una pausa para que no le dé un subidón de azúcar.
Sonreíste para hacerle entender que era un "Vale" ru respuesta. Giraste la cabeza para mirar tu teléfono y pusiste una canción en tus audífonos mientras seguías esperando ansiosa a que llegaras a la fiesta
A lo mejor te pareció lindo ese Osamu Misako y todo eso, pero lo que les hizo a las otras chicas no fue bonito, sí, podría ser tanto la realidad como la mentira por parte de Scaramouche, preferías más la verdad.
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Espero tener tiempo para terminar este libro en unas semanas...
