EPÍLOGO.

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Llegaste a casa por la noche, estabas cansada y más cansada. Cuando entraste a tu habitación, viste a tu gato, que estaba en perfectas condiciones, gracias a que tu hermana lo había cuidado todo este tiempo. Te pusiste el pijama y dejaste la maleta a un lado, mañana podrías poner las cosas en orden. Agarraste a tu gato y lo colocaste en tu cama, junto a ti, sonreíste y le acariciaste la cabeza, el felino ronroneaba. Luego te dormiste y esperabas que mañana no hubiera escuela.

Cuando despertaste de tu sueño, a la mañana siguiente, te horrorizaste al ver que en tu computadora decía: "Ningguang ha enviado tarea" bueno... sí, había escuela ese día...

 sí, había escuela ese día

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AÑOS DESPUÉS...

Aquí termina mi historia de cómo me fue con Scaramouche... Esto, esto lo cuento cuando ya no soy un joven estudiante, soy una adulta y estoy casada con Scaramouche, la relación que tengo es maravillosa, él aprendió a manejar su celos y los dos no somos de ninguna manera toxicos. Llegué a pensar en tener niños, pero... creo que aún no estoy lista. De igual manera, aquí llega mi historia de mi adolescencia, espero que les haya gustado.

FIN








































PEQUEÑO LEMON
del capitulo (30/31)
dedicada a (rlllitos)

En ese momento sentí mariposas en el estómago, claramente por la confesión de Scaramouche, no sabía que hacer, podía sentir el deseo de besarlo, sentir su amor… De repente, sentí un cálido beso que al poco tiempo se hizo más profundo, pude sentir que lo estaba haciendo con ganas, ¿desde cuándo esperaba hacer esto? Era como una pregunta más en su lista de preguntas sin respuesta.

Sus manos tocaron mi cintura mientras se presionaba contra mí, su cuerpo a solo unos milímetros de mí. Cuando nos separamos del beso, me miró con una mirada hipnotizate, sus ojos eran realmente hermosos si los veías de cerca.

Sentí que su cabeza se inclinaba levemente hacia mi cuello, dándome pequeños besos que al poco tiempo se convirtieron en cariñosos mordiscos, traté de no hacer un gemido tanto de dolor como de placer, no quería levantar sospechas, ni mucho menos que alguien me escuche haciendo esos ruidos.

──Oye... estamos en un lugar público, ¿recuerdas?... no estamos en la sala, apúrate si vas a hacer otra cosa. ──dijie, conteniendo las ganas de hacer algun ruido por sus mordeduras.

──No creas que voy a hacer tal cosa que piensas en un pasillo... solo, darte unos besos, o mejor aún, marcas, ya sabes lo que dicen, marcar a tu pareja para que todos sepan que es tuya. ──su voz era baja, claramente tampoco quería que lo atraparan haciendo cosas inapropiadas en un pasillo.

concilliablue, scaramoucheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora