Ambisiosa Seducción ||Jk® +18

Capitulo Uno

Las Vegas.

Emma Bloch.

  La adrenalina se empezaba a apoderar de mi cuerpo, corria sin parar por mi vida, el operativo habia salido mal y ahora tres hombres venían detrás de mi armados.

  Me adentre a un callejón y rápidamente pedí refuerzos por el radio, la voz de mi comandante se escuchó por el radio avisando que ya estaban cercas de mí. Los matones se adentraron al mismo callejón y no tuve opción más que pelear con ellos.

—¿Dónde estás princesa? —escuchó su voz rasposa.

—Sal de tu escondite guapa, no te aremos nada —se burla haciendo que la risa de los tres se escuchó por aquel desolado callejón.

  Salí de mi escondite y empeze con una pelea, logré esquivar algunos golpes; sin embargo recibí unos cuantos que llegaban a impactar se en mi dolorosamente te. Pero, estaba preparada para esto y más era evidentemente que no me quedaria de brazos cruzados esperando a que lleguen a salvarme. Asi que segui con mi pelea contra ellos, impusle mi cuerpi logrando darle una patada al grandulón pero esto solo hizo que perdiera el equilibrio.

Mierda esto no será nada fácil.

  Mi pelea con estos tres estaba apenas comenzando, no podía rendirme, estos tres eran nuestro pase para encontrar al mafioso que estaba destruyendo a las vegas. Logré derribar a dos que por los golpes comenzaban a cansarse pero el más grande no se rendía.

—Lo siento pero tú me obligaste a hacer esto —saque mi navaja y en un golpe la enterre en su abdomen.

  El tipo se quejo y retrocedió dándome la ventaja, sin pensarlo dos veces enterré nuevamente la navaja tres veces más para asegurarme de que no se volviera a parar.

—Si esto te duele, no te imaginas como dolera cuando te meta a las rejas —me burló —, escuche que tienes muchos enemigos dentro de prisión y tal vez estos te den una muy buena bienvenida —sonrió burlona sabía que a los tipos como el, no les iba nada bien en dicho lugar.

  Por fin mis compañeros se encontraban aquí, el sonido de las armas se escucharon por el callejón vacío y en cuestión de segundos los tres tipos ya se encontraban dentro de la patrulla.

Por fin puedo respirar.

—¡Buen trabajo, Bloch! —felicita mi jefe al verme.

—Es mi deber comandante —sonrio elevando mi ego, porque si era la mejor en las misiones.

—Vamos para que te curen esos golpes —señala mi brazo cual tenia una gran herida.

  Camine a la camioneta y me subí, el camino era largo por lo que me dispuse a dormir.

[...]

  Entró a la oficina como de costumbre y saludé a mis compañeros, me dirigí a tomar un poco de agua para refrescarme.

—Bloch, el comandante Rivera me dijo que fueras a la sala de juntas —habla la asistente del señor Rivera.

  Asiento y camino rumbo a la sala de juntas, imaginando el porqué de ser requerida a dicha oficina.

  Todos se encontraban en esta el único que faltaba era el comandante, me acerque a Jones, uno de mis amigos y compañeros de trabajo.