Ambisiosa Seducción ||Jk® +18

Capítulo Cuarentena y Ocho

Emma Bloch.

Mujeres y hombres caminaban por todo el jardín, muchos empleados para ser concreta.

Esta vez no nos encontrábamos en casa, si no que en una de las casas de la familia de Jungkook. Según a lo que entendí está era la casa principal donde celebraban mayores éxitos de la familia, en ellas el hecho de que jungkook se convirtiera en el jefe de la mafia sustituyendo a su padre y abuelo. También aquí mismo los padres de jungkook se casaron y de la misma forma sus abuelos igual; parecía ser el lugar más importante en la familia.

Los empleados decoraban todo con flores lilas, blancas y azul cielo. La mesa principal fue adornada con servilleteros blancos y un pequeño bordado rosa que formaba un moñito, pude notar como al centro del jardín había una gran carpa dónde entraban y salin más empleados llevando más decoraciones del mismo color que las flores.

No me encontraba sola y parecía que tampoco era la única curiosa por ver más sobre lo que había dentro de esa carpa, Leo corrió dentro de la gran carpa haciendo que lo perdiera por completo de vista. Quise ir tras el pero una gran mano en mi muñeca hizo que mis pasos se detuvieran.

—Yo voy por él —menciono jungkook alejándome de yo entrar a esa carpa— Puedes ir con la estilista a ver los vestidos.

—¿Qué?. No, yo tengo que cuidar se él, lo conozco y se que no dejará sus inquietudes por estar en todo el jardín. —me negué, sabía que Leo solo estaría corriendo y no dejaría a los empleados trabajar tranquilos.

—Descuida guapa, para eso estoy yo —beso mi mejilla— Tu solo tienes que ponerte más hermosa para la cena, yo cuidare de Leo el resto del día.

—¿Estas seguro qué puedes solo? —lo rete burlona arqueando una ceja.

Por su parte el pareció entender mi broma y se cruzo de brazos. Era muy competitivo y seguro querria demostrarme que puede lograrlo solo.

—Por supuesto, no sera mas dificil de lo que yo hago en mi trabajo —solto con egocentria. Rode los ojos—. Además tengo que acostumbrarme, pronto no solo tendré que cuidar de uno, si no de dos.

Inevitablemente sonreí, era seguro que la etapa de ver a Jungkook siendo un padre responsable sería para siempre mi favorita.

—Todo tuyo entonces —levante las manos en forma de rendimiento y el solo me guiño el ojo.

Entre a la gran casa y sin siquiera preguntar la estilista llegó a mi rápidamente.

Fue todo una sorpresa encontrarme con la amiga de jungkook, la dueña de la boutique donde fuimos hace unos meses.

—Pero mira que hermosa luces  —sonrió la mujer y me abrazo tomándome por sorpresa.

—¡Muchas gracias! —dije amable devolviendo la sonrisa.

Un gritito de emoción y sorpresa salio de su boca al ver mi vientre un poco abultado. Si bien el embarazo no se me notaba tanto para los meses que tenia, si era evidente que lo estaba pues ya no era tan delgada como antes.

—Dios mio, ahora entiendo la razón por la que te vez más hermosa y radiante, es por tu embarazo —poso sus manos en mi vientre dando lijeras caricias—. ¿Ya saben lo que será?

Negué—. Aún no, dentro de unas semanas me lo dirán.

Su sonrisa desapareció un poco formando una pequeña mueca y entonces me observo con curiosidad.

—¿Cómo reaccionó él? —pregunto refiriéndose a Jungkook.

—Bueno... —suspire y mordí mi labio— al principio no parecía ser de su agradó.