Ambisiosa Seducción ||Jk® +18

Capitulo Trece

Busan, Corea del Sur.

Emma Bloch.

Despierto por el sol que se impregna en mi cara, sin saber que hora es exactamente me remuevo entre las cobijas y me siento en medio de aquella gigantesca cama que ahora estaba completamente sola, pues hace unos minutos o horas estaba durmiendo junto a Jungkook. Tallo mis ojos tratando de que todo aquel sueño se vaya de mi, me levanto y voy hasta el baño para tomar una ducha con agua tibia haciendo que mi cuerpo se refresque y pueda sentirme mejor. Luego de unos minutos tan placenteros y refrescantes salgo enrollando mi cuerpo en una toalla al igual que mi cabello, voy hasta el vestidor y tomó una gran camisa de jungkook al igual que uno de sus deportivos que de igual forma me quedan gran aún que no mucho.

Tomo el cepillo y comienzo a desenredar mi cabello, mi mente aún seguía pensando en una sola cosa. Y esa era el hecho de que Jungkook me dijo que conocería a su familia, realmente no me sentía lista como para conocer a la familia Jeon y mucho menos cuando todos tienen un legado en la mafia, porque si, aunque jungkook era el "lider" o "el Jefe", su familia seguía perteneciendo a la mafia surcoreana. Joder, ¿como carajos me presentaria yo una teniente ante una familia de mafiosos?, esto era extraño aún, digo ya estoy acostumbrada a el hecho de que salgo con jeon, pero no creo acostumbrarme a convivir con su familia.

¿Qué tal si les caigo mal?, ¿Jungkook les habrá presentado antes de mi a alguien?, y sobre todo, ¿tendré yo que presentarle a mi familia?. Dios esto es estresante, conozco a la perfección a mi madre y se que solo se aprovechara de la situación y bueno ni hablemos de mi tía o hermano, pero sobre todo aquel detalle en especial que es demasiado importante en mi vida; mi hijo. Aún sigo pensando en el como se lo diré a Jungkook, el me dejo en claro que no quería hijos y no creo que le agrade mucho el saber que yo tengo uno.

Todos aquellos pensamientos se vieron interrumpidos por el azote en la puerta de la habitación. Giro mi cabeza en dicha dirección y me encuentro con una rubia alta, me observa arqueado una ceja y cruza los brazos. Inconscientemente la examinó de arriba hasta abajo, puedo notar como tiene algunos arreglos estéticos en su cuerpo y cara, sus curvas con muy pronunciadas para ser una coreana; lleva un vestido demasiado ajustado y unos tacones que la hacen ver más alta de su estatura casi de la misma que Jeon. Pienso en que tal vez es familiar se jungkook así que le doy una corta sonrisa por pura cortesía y amabilidad sin llegar a parecer grosera pues no nos conocemos.

-Ah, hola -saludo. Pero al parecer no soy de su agrado.

-¿Tú que carajos haces aquí, zorra? -suelta con un tono de superioridad.

-¿Disculpa? -frunci el ceño.

Me observa. Recorriendo su vista por completo en mí, sin pasar cada detalle de mi aspecto físico y en estos momentos por la cara que tiene pienso en que tal vez esta pensando y suponiendo lo peor de mí. ¿Tan mal esta mi aspecto ahora?, me levanto de la cama y voy por mi móvil para enviar un mensaje a Jungkook pidiéndole que viniera ahora mismo.

-Ya lo entiendo -se acerca a mí-, seguramente tu eres una de las prostituta que el imbecil de Jungkook suele contratar para pasar el rato -me señala y luego sonríe de lado-. No perderé el tiempo contigo, seguramente en unos minutos estarás muerta, porque déjame explicarte, todas las zorras como tú terminan tres metros bajo tierra luego de que se las folle.

La fulmino con la mirada. La muy idiota se atrevió a llamarme prostituta y zorra, ni siquiera me conoce y ya supuno que lo soy. Además el imbecil de jungkook suele traer a cualquiera a su casa, parece que no soy tan especial como lo dice. Suspiro tratando de calmarme y no arrancarle la puta sonrisa que tiene justo en este momento.