Capitulo Treinta y Uno

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Busan, Corea del Sur.

Emma Bloch.

Sin despegar mi vista de ese jodido mensaje sigo manteniendo me serena ante todo. No puedo dejar de leerlo una tras otra vez, pensando en jungkook, en sí está bien o lo que estará haciendo.

"Ellos ya están en el operativo, no te olvides de la información que te di, realmente es muy importante para tu bienestar".

Repito aquel mensaje que Namjoon me envió, sin dejar de leerlo. Como si hubiera algo clave en él, sabia que cuando se inicia un operativo todo queda en esa maldita sala de reuniones, no hay adjuntos porque podrían ser robados, y sobre todo eran demasiado selectivos y cuidadosos.

Joder jungkook, ¿Dónde mierda estás?.

Había pasado ya trece horas desde la última vez que lo vi, desde que salio de casa no supe más de él. Estaba con los nervios al cien, cuando el coronel Jones trabaja y estaba al mando de un caso, todo se podía esperar de él.

Y ese todo, terminaba con jungkook en prisión.

Mi pierna derecha no deja de moverse, aún sentada podira jurar que en cualquier momento me caería al suelo de lleno. Mordiendo mi mejilla interior, como si en cualquier momento le saldría la sangre por la fuerza que ponie en esta accion; pero, no sabía que hacer, jeon corría peligro y yo no tenía acceso a nada para salvarlo.

— Deja de hacer eso —regaña mi tía—, te puedo asegurar que el esta bien, tal vez solo sigue algo confundido por todo lo que le conteste.

— No debí hacerlo.

— Pues claro que no —niega— ¿Te has preguntado el impacto que tiene tu vida solo por obtener todo lo que quieres?, es absurdo que le contarás de Leo.

— ¿Y entonces la que estuvo mal fui yo? —pregunto con ironía.

— ¡Ay mija! Pues solo a ti se te ocurre contarle la verdad tan cruda —dice como si fuera lo más obvio—. Debiste mentirle diciendo que Oliver era el padre.

Tenía razón. Tal vez me precipite en ser tan transparente y sincera, no todos tenia el razonamiento ni mucho menos pensaban igual que yo, esto me lo gane yo sola.

Suspiro derrotada. Sin embargo el sonido de las puertas de la camioneta me hacen reaccionar. Y segundos después entra jungkook.

No lo pienso dos veces y voy directo a él para inspeccionarlo, necesitaba ver con mis propios ojos que estuviera bien. Se sorprende un poco pero no se inmuta ante mis chequeos y toques en busca de alguna herida, y al no encontrarla por fin puedo soltar todo aquel aire retenido, por fin podía estar tranquilo.

— Dios, que bueno que estas bien —rodeo mis brazos por su torzo—. Estaba muy preocupada por tí.

Aun confundido recibe mi abrazó, de igual forma pasa sus brazos por mi cintura atrayendome a él.

Sintiéndome tan complacida por volver a estar así, teniéndolo tan cercas, sintiendo su calidez, su aroma... aquel aroma tan impregnado que no puedo dejar pasar por desapercibido. Aquel olor a alcohol que se impregna en su cuerpo no es lo que más llama mi atención si no ese otro olor, un perfume no muy común en hombres.

¿Acaso eso era...?

— ¿Por qué estarías preocupada, guapa? —pregunta jungkook sacándome de mis pensamientos.

Ambisiosa Seducción ||Jk® +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora