Narrador Omnisciente.
Luego de una hermosa noche donde ambos calleron en un profundo sueño.
Ambos habían logrado sincerarse con el otro, diciendo todo aquello que creían estaba mal o por lo que simplemente los atormentaba.
Jungkook creyó que sería un mal padre y por eso nunca se daba la primicia de poder serlo, vivir una vida feliz formando una familia a lado de la mujer que más amaba. Sin embargo Emma le daba esa estabilidad que tanto necesitaba, aquella confianza en creer que si podría ser mejor hombre y sobre todo mejor padre que lo que fue el suyo con él. Porque aunque su padre lo quería, nunca le dio aquella confianza para creer que sería una mejor persona y que encontraría a alguien que lo amase tal y como era, si no que todo fue al contrario, el señor Jeon se encargo de reprocharle que siempre sería como él. Un hombre frío, despiadado, sin corazón o sentimientos, alguien que no sepa amar.
Y eso lo aterraba.
Mientras que por su parte, Emma siempre soñó con una familia, si bien sus padres tampoco eran el mejor ejemplo. Ella sabía que podría ser diferente a su madre, qué apesar de haber pasado por todo el mal en su vida, ella se encargaría de darle la mayor felicidad y amor a sus hijos. Siempre estaría para ellos, siempre cuidaría de ellos y sobre todo, daría lo mejor de ella para enseñarles que la vida es hermosa y ellos pueden encontrarla del color que quieran.
Y de eso se encargaría.
Una se las razones por las que habían habitado aquella casa tan importante para los Jeon, fue el cumpleaños número sesenta y dos de la abuela de Jungkook. Si bien todos los hechos o festejos importantes se celebraban en esa mansión por decisión de la señora Jeon, pero la tradición de que las bodas fueran en la capilla de la mansión no faltaría para la boda de Emma y Jungkook. Todo por ordenes de su abuela.
Aquello le había caído un poco pesado a Emma, pues creyó que sería una responsabilidad muy grande cumplió con los requisitos o estándares de la familia, todo gracias a una boda.
—¿Por qué estas así? —la voz profunda de Jungkook hizo que los pensamientos de la castaña pararan.
Si había una razón, no se sentía suficiente para casarse con jungkook. Pero no lo diría, porque aunque lo pensara ella deseaba con toda su vida casarse con él.
—¿Tomaras un baño? —rápidamente cambio de tema.
El lo noto, pero prefiero darle su espacio, no sabía porque comenzaba a ser tan distante en ese aspecto. Sentía como si algo le ocultara.
Asintió mientras quitaba su corbata.
—¿Puedo acompañarte?
Nuevamente asintio en forma de respuesta.
Ambos entraron a la ducha en completo silencio, jungkook no mencionó nada más al respecto aunque sabía que algo sucedia, y Emma, ella estaba muy sumida es saber si sería una buena esposa para su prometido.
El agua corría por sus cuerpo, ambos seguían sumidos en lo que pensaría el otro que se les olvidaba incluso que estaban juntos, solos y en la ducha.
Jungkook se dio la vuelta tomando la botella de shampoo para tomar una cantidad de jabón y llevarla hasta su cabello, masajeo y dejo que el agua callera desde su cabello hasta su cuerpo.
El sonido del agua cayendo y una gran espalda tapando su visión, hizo que Emma reaccionará a donde estaba y sobre todo lo que había. Observo la gran y musculosa espalda de su hombre, centrándose en ella en los lunares que tenía. Llevo sus manos hasta su cintura para llegar a sus abdominales, lo abrazo, necesitaba el calor del hombre que tanto amaba. Dejó un casto beso y recargo su cabeza en la espalda del hombre.
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Ambisiosa Seducción ||Jk® +18
Fanfiction[REESCRIBIENDO] Emma Bloch; Egocéntrica, orgullosa, carismática, dominante e intrépida. ¿Amor? No eso no existe en su vocabulario a menos que no sea para tener un buen sexo por qué su trabajo siempre es primero Jeon Jungkook; Calculador, narcisista...